Hace tiempo que venía pensando en hacer alguna experiencia en el esquí de travesía. Me motivaba sobretodo la idea de poder alargar la temporada. Aprovechar alguna nevada temprana o hacer unas bajadas en nieve primavera, ya cuando los centros de esquí han cerrado. También por supuesto la posibilidad de acceder a sectores de la montaña menos visitados.
La falta de disponibilidad del equipo específico para esta modalidad del esquí, en alquiler, hacía más complicado dar los primeros pasos.
Pero llegó la pandemia y la NO temporada. ¡Probablemente no hubiera otra opción este año para hacer unas bajadas que subir por los propios medios!
¿Entonces, por donde empezar?: Siendo esquiador de toda la vida pero siempre en centros de esquí, realmente no sabía por donde "encarar" la nueva actividad .
Empecé, entonces, viendo y leyendo todo lo que podía encontrar en la web, y por supuesto molestando a todos los amigos del mundo de la nieve que ya contaban con alguna experiencia.
Ahí caí en la cuenta que realmente el esquí alpino y el de travesía son actividades bastante diferentes:
Por un lado esta lo específico del material de travesía, pero por sobre todo el concepto de que cuando se esquía en un centro de esquí se lo hace en un dominio controlado y monitoreado por profesionales en la materia, mientras que en el esquí de travesía ese trabajo debe hacerlo uno mismo. ¡Y esto NO es poca cosa!.
Así que mientras definía que tipo de equipo quería adquirir me puse también en campaña para incrementar mis casi nulos conocimientos sobre seguridad en la montaña. No habiendo temporada de "esquí alpino" habría tiempo suficiente para aprender cosas nuevas y a su vez seguir conectado a la nieve desde otro lado.
Con el tema del equipo (y bien aconsejado por amigos) decidí avanzar con algo similar a lo que uso habitualmente para que el cambio no fuera tan grande. Así encontré unos volk transfer de 89 mm de patín con fijaciones compatibles con mis botas de alpino (usados, pero en buen estado... "Joya, nunca taxi diríamos los argentinos" :D).
Ahora, a buscar las pieles de foca. Un nuevo aprendizaje. Me incliné por unas Pomoca nuevas, ¡recién salidas de la fábrica en Suiza! Una belleza...
No me atreví a cortarlas, a pesar de haber visto gran cantidad de tutoriales en YouTube sobre lo fácil que es. Pero para eso están los que saben, así que recurrí a mi skiman de confianza. ¡Quedaron perfectas!.
Mientras tanto, seguía leyendo del tema y me daba cuenta todo lo que me faltaba por aprender, con lo cuál me decidí a inscribirme en un taller de iniciación al esquí de travesía: Backcountry Patagonia de la ciudad de Bariloche. Dada la nueva realidad producto de la pandemia, las clases teóricas serían online, y si se habilitaba la actividad se harían las salidas a campo en la zona cercana al Cerro Catedral.
¡El material inicial resultaba muy interesante!. Recomiendo el libro "Avalanchas, nociones imprescindibles " de Bruce Tremper. Muy didáctico, entretenido y fácil de leer.
Ahora era el turno de los elementos mínimos e indispensables de seguridad: Arva, pala y sonda. Eternamente escuchados y casi unos desconocidos para los esquiadores de alpino como yo. La verdad es que casi los veía como un requerimiento "burocrático " de algunos centros de esquí, cuando uno se entusiasmaba con algún itinerario fuera de pista. Ahora entiendo su importancia y como dice mi "nuevo amigo" Tremper no sólo hay que tenerlos, sino que hay que saber usarlos.
Puesto en la campaña de buscar estos elementos, encontré un arva BCA tracker 1, ¡usado pero como nuevo!. Pedí consejos, me dieron el "OK" y adelante . ¡Seguía completando el equipo!.
Definitivamente en mi caso, y en Argentina en general, hacerse del equipamiento necesario para la práctica de un deporte no masivo como este no es como en las películas, donde el protagonista va a una de esas grandes tiendas, carga en el carrito todo lo necesario, pasa la tarjeta y se va a su casa... no no, aquí es todo mucho más "artesanal ".
Ya con el equipo completándose, haría una primera salida para la "toma de contacto" con el mismo. Gracias a las abundantes nevadas registradas por esos días, podía ser algún lugar cercano y familiar. ¿El ya en abandonado centro de esquí "Vallecitos" por que no? ¡si estaba con linda nieve!. Además podría transitar por las viejas pistas, con poca pendiente y con gente circulando incesantemente en la zona. Averigüé con expertos en el lugar que el riesgo de avalanchas era bajo, y tomé la decisión. Quiso el destino que el lugar donde por primera vez me pusiera unos esquíes (de alpino por supuesto) fuera décadas después donde también por primera vez, pondría las "pieles " para subir. ¡Extraña sensación esa de ir para arriba sobre los esquíes!
Mientras tanto empezaba el taller. El temario resultaba muy interesante:
• Cartografía y orientación.
• Planificación de una salida.
• Gerencia de riesgos.
• Material en esquí de travesía.
• Armado de la mochila.
• Búsqueda y rescate.
Se hace mucho enfoque en la seguridad.
Hasta ahora no pude realizar las salidas, por las limitaciones a los movimientos entre provincias, pero a decir por los comentarios de los compañeros que las realizaron en Bariloche estuvieron tan buenas y provechosas como la parte teórica y el material de estudio. Vale la pena hacer algún taller de este tipo para acelerar los tiempos de aprendizaje y sobre todo reducir riesgos .
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A partir de la posibilidad de hacer turismo interno que se habilitó en Mendoza (donde vivo), se habría la posibilidad de visitar otros departamentos de la provincia. Y así decidí ir a Malargüe, para seguir con mi aventura en la zona, escenario de buena parte de mis jornadas de esquí alpino durante los últimos años. Las nevadas habían sido generosas, ¡que mejor oportunidad para visitar los cerros cercanos!.
Un buen amigo me presto su equipo, con lo cual la salida podría hacerla en compañía de mi hijo. Los consejos de un "local" nos llevarían a un terreno seguro y súper disfrutable para nuestro nivel.
.¡Y esta es mi tercera salida, ya puedo mostrar una bajada, lo que tanto buscaba!. De nuevo el querido "Vallecitos" me prestaba sus pistas para la práctica.
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Estos son en resumen mis primeros pasos en la actividad. No buscan ser una guía sobre el mismo. Pero tal vez le sirva a alguno para animarse.
¡Saludos a todos!. ¡Y buena nieve!.