Luego de visitar Caviahue, y hacer en una segunda etapa Cerro Chapelco, nuestra visita a Cerro Catedral y pernocte en Bariloche nos dió la oportunidad de tomarnos un día para concocer Cerro Perito Moreno. Este es, entre los empredimientos que que han surgido en los útlimos años en Argentina, probablemente el de mayor desarrollo y más posibilidades a futuro.
Ya desde el camino mismo la jornada se disfruta a pleno. Luego de dejar el imponente Nahuel Huapí, la sucesión de lagos Gutierrez, Mascardi y Guillermo dan marco a paisajes imponentes.
Y es a lo profundo de Los Andes Patagónicos a donde nos dirigimos. Algo más de veinte kilómetros de camino de tierra, una vez dejado el asfalto de la Ruta 40, atravesando apacibles parajes de la Comarca Andina. Camino de tierra en buen estado, mantenido por la misma empresa que tiene la operación del cerro. Con paciencia y precaución, se llega perfectamente en vehículo común, sin necesidad de desplazarse en pickups y otro tipo de vehículos todo terreno.
Una vez llegar, el tamaño de la playa de estacionamiento nos da una buena idea de las perspectivas de futuro que Cerro Perito Moreno tiene en la consideración de quienes, en su momento, han empredido la inmensa tarea de situar a este emprendimiento en el mapa del esquí de Argentina y Sudamérica primero, del mundo quizás en un futuro auguroso. Dicho en buen "argentino": Se tienen fé.
Una base modesta, donde sin embargo no falta ninguna de las que pueden considerarse "comodidades mínimas" nos recibe para comenzar a conformar un cuadro bucólico (en su más estricto significado según el DLL de la RAE) y acogedor.
Un pequeño parador con un cómodo "deck". Un modesto cuerpo central edificado donde encontramos oficinas, ventas de tickets, sanitarios, rental de equipamiento de esquí y snowboard y sanitarios. El refugio que evoca una típica construcción de montaña de algún rincon de los lejanos Alpes. Caminito de ripio hasta la vieja y entrañable silla que nos llevará hasta la cota esquiable. Y hasta una vaca pastando. ¡Patagonia Andina profunda, estimados lectores!.
Ya en "Cipriano", la silla que nos lleva a cota media, empieza a notarse la excelente temporada de nieve que ha tenido la zona este año.
Ya en la cota esquiable, otro paraiso de nieve deleita nuestros ojos.
En las imágenes vemos el parador de montaña del complejo. Completo, con buena gastronomía y excelentes precios.
A la derecha, la nueva joya del lugar, una silla doble de instalación reciente y pomposa inauguración más reciente aún. Quien esto escribe imagina que el medio de elevación en cuestión contará al menos cuatro décadas. Pero hay que contextualizarlo convenientemente: en un país con fuerte recesión, depreciación constante de su moneda e inflación galopante, esta gente se animó a invertir. Así un centro de esquí chico, con ansias de crecer y brindar de a poco pero sin pausa más y mejores servicios, ha dado un salto de calidad enorme en las prestaciones que ofrece al visitante. Esta zona, la de las pistas más importantes, la que cuenta siempre con nieve para la práctica del esquí y el snowboard, era solo servida por un teleskí tipo "T Bar". Y mirando al futuro, se llega así por aerosilla al pie de la zona por excelencia de fuera de pistas del dominio, el "Plateau". Hoy, llegar a la parte alta del Plateau se consigue solamente a través de vehiculos de oruga y cargo extra (no incluido en nuestro ticket). En el futuro, el tiempo nos dirá.
Hay también en esa parte del complejo instalaciones para aprendices y escuela de esquí. No escapan a la modestia general, pero son funcionales y preparan la futuro esquiador para disfrutar de las verdaderas joyas que tiene el Cerro: sus pistas.
Y por fin, vamos con el "premio mayor", las pistas. Ya dijimos que se trata de un centro de esquí pequeño. Pero no nos engañemos, juzgo su tamaño por la cantidad de pistas. La calidad... eso es otra cosa. Dos rojas que nacen desde el retorno mismo del teleskí, "Leo Rudolph" y "Muro", La nueva pista azul que nace en el retorno de la nueva silla, y la verde que también nace donde llega el teleskí son fantásticas. Pistas largas, anchas, de un cuidado primoroso, trazado más que interesante que discurre mayormente entre árboles, nada tienen que envidiarle a muchas de las más emblemáticas pistas del país.
De la hermosa pista verde que citáramos, surgen también interedantes fuera de pistas entre los árboles.
Al momento de bajar, para ya emprender el regreso, las vistas terminaban por configurar un día fantástico a pleno disfrute, en un rincón de la montaña argentina que los amantes de la nieve y sus deportes no pueden dejar de conocer.
Y es lo que tienen nuestras montañas: enamoran, conmueven. De cada lugar que visitamos en nuestra recorrida patagónica nos trajimos el más ferviente deseo de volver. Cerro Perito Moreno está a la altura de esos deseos.