Algunos discuten sobre la localización del inicio de la actividad del esquí "en serio" en el país, situándolo en los más diversos y curiosos rincones de nuestra geografía.
Otros, muchos, han volcado sus preferencias a la hora de elegir sus destinos de esquí a otros menos populosos, concurridos. Cuando no, y por qué no, a aquellos en que las condiciones nivológicas suelen ser más benignas, profusas.
Pero al humilde entender de quien esto escribe, es Cerro Catedral, dominio administrado por el concesionario Catedral Alta Patagonia, el "Templo mayor" (si se me permite la expresión) del esquí y el snowboard de Argentina.
No se trata de mejores o peores, grandes o chicos, fàciles o extremos. Se trata de icónicos. Y Catedral lo es, el que más, en el escenario de los deportes de invierno de Argentina.
Siempre me maravilla visitar este mitico destino, y su ciudad cabecera, Bariloche. Es respirar esquí desde el aeropuerto mismo.



Catedral se jacta de tener la base más desarrollada de Sudamérica. Creo que por lejos lo es.
Ya desde el mismo ingreso se respira un ambiente festivo. Estudiantes, paseantes y sobre todo esquiadores y snowboarders inundan sus calles.





La nevada del día anterior a mi visita le dió ese aspecto que todos queremos ver.
Hasta puede presumir también, de que una afamada revista citó a uno de sus locales donde se puede disfrutar del after skí como uno de los mejores 10 del planeta.

"La Séxtuple", principal portal a la zona permanentemente esquiable de la montaña. Ahí empezaría mi jornada de esquí al día siguiente.

Y ahora sí...
Las vistas, inemdiatamente bajar en cota 1600, invitan a la calma: hay nieve más que suficiente para un día pleno de esquí.






Al pie, "Villa Catedral", con variedad de alojamientos de todo tipo para pernoctar a pocas cuadras de las pistas.


Decidí hacer un recorrido de la montaña de derecha a izquierda. Asì salì en busca de "Piedra del Cóndor" y su maravilloso mirador.
Cerro Otto y su mirador, isla Huemul, Isla Victoria, muchas de las cumbres más importantes y emblemáticas de la zona y hasta muy a lo lejos, perdida en la bruma, Villa La Angostura, son algunas de las estupendas postales que podemos observar desde este estratégico lugar.









Luego de la frustración de no haber podido "embocar" el camino hacia la silla "Militares" en dos ocaciones, terminando imvariablemente en "La Hoya", me dí por vencido y fijé rumbo hacia "Punta Nevada", desde donde se ve la montaña desde otra perspectiva.






Y la tercer etapa de mi jornada discurrió en la zona de Punta Princesa.
En la primera foto alcanzamos a ver el Lago Gutierrez, un pequeño paraíso en el patio trasero del Nahuel Huapí y la ciudad de Bariloche.
La nieve estaba presente en cantidad y calidad, no obstante la alta temperatura y su inevitable efecto sobre la superficie esquiable.
El estratégico parador del lugar, permitía observar la totalidad de la montaña, la villa y la más lejana Bariloche.
Sólo no pude disfrutar de la que para mí es la joya del lugar, la telesilla Nubes (séptima fotografía) y las excelentes pistas a las que sirve.










Apenas pasadas las 16:00 ya había transformado la nieve de manera tal que lo lógico era guardar las valiosas fuerzas para la jornada siguiente. Regreso a "Séxtuple" y descenso hasta la base, sin aglomeraciones de gente, sin interminables filas y esperas, no obastante la importante concurrencia de entusiastas de la nieve que pude observar durante todo el día. Y es que La Catedral siempre congrega a sus incondicionales fieles y peregrinos de todos los rincones del país.