La Sierra Nevada Californiana es una de las cunas del esquí en Norteamérica. Por envergadura de dominios, los de esta parte de Estados Unidos no pueden compararse con los gigantes europeos o los grandes del subcontinente, pero la propuesta es por demás atractiva. Y el principal motivo de esto es que en los alrededores del Lake Tahoe (de unos 40 km de largo por 20 de ancho, en el límite entre los estados de California y Nevada) se encuentra una de las concentraciones de estaciones de esquí más importante del mundo. Por supuesto, la Sierra tiene mucho más que ofrecer, pero las estaciones que pueden observarse en el mapa que sigue distan no más de 70 km de las principales poblaciones donde se puede hacer base. Como pueden ver, la oferta es sumamente interesante.
Por el norte del lago también pasa la frontera interestatal, sin calles que la delimiten. La foto es "tomada prestada" de la red.
Desde un primer momento decidí que buscaríamos alojamiento en cercanías de South Lake Tahoe, más precisamente en el conglomerado urbano que conforman Heavenly Village (en el estado de California) y Stateline (estado de Nevada). Que nadie piense que se trata de una gran ciudad. Nada más alejado de la realidad. Como muchas poblaciones de USA, se trata de un conjunto de avenidas troncales con negocios, restaurantes y hoteles dispersos a ambos lados, y algunas calles laterales donde los alojamientos son mayoría. Heavenly Village/Stateline es una fracción de ello.
En esta región, "Vail resorts" es propietaria de tres dominios esquiables: "Heavenly", "Kirkwood" y "Northstar at Tahoe". Ofrece un ticket de temporada para utilizar en todos ellos (con algunas restricciones menores) a un precio inigualable casi me atrevería a decir a nivel mundial, en relación precio/calidad. Esos fueron entonces los centros de esquí que visitamos.
Desde el "Observation Deck" de la góndola que sube desde South Lake Tahoe al centro de esquí Heavenly:
Utilizando algo de zoom desde la misma ubicación, podemos ver muy claramente la división entre los dos estados: La "clásica" California con sus edificios bajos y la "libertina" Nevada con sus grandes hoteles-casino. Solo una angosta calle las separa.
Estratégicamente ubicada, la góndola que sube a Heavenly parte casi desde la misma avenida principal (Lake Tahoe Blvd), lo que convierte a Heavenly Village en una base ideal.
Y allá atrás, entre los árboles, a una manzana de la góndola, el típico motel estadounidense en el que nos alojamos. Es probablemente el tipo de alojamiento que más abunda en la parte de California. Construídos durante los ´50 y ´60, casi todos han sido remodelados con buenos (y no tanto) resultados, constituyéndose en una interesante alternativa para los que no quieran gastar un dineral sólo para dormir.
A lo lejos, la zona denominada "Tahoe Keys"
Si acercamos la imagen, vemos los efectos de la intensa sequía que está sufriendo la zona en el último tiempo y que repercute directamente en la cantidad de nieve caída en las estaciones de la zona la presente temporada.
Y por fin, hablemos de lo importante: Esquí.
Primer día: Heavenly
Por la citada cercanía, elegimos este como primer destino de esquí.
Como ya conté no es una estación grande si la comparamos con las peso pesado de Colorado o Los Alpes, pero sí una de las que más kilómetros de pistas y área esquiable ofrece en la zona.
Posee dos zonas bien diferenciadas, hacia la izquierda, una vez saliendo de la estación de llegada de la góndola, las pistas ubicadas en Nevada, hacia la derecha las de California.
Un detalle no menor con respecto al plateau en donde se encuentra la llegada de la góndola: No importa qué dirección tomemos, siempre habrá que bastonear o caminar para llegar a pistas u otros medios de elevación, ya que se encuentra en una depresión del terreno. LLama la atención esto, en un país donde la infraestructura en general y la de las instalaciones para deportes de invierno en particular parecen no dejar nada librado al azar.
La escacés de nevadas en número y en cantidad de cm precipitados hacía que sólo entre el 30 y el 40% de las pistas estuvieran habilitadas, y entre ellas muchas gracias a la innivación artificial. Pero incluso algunas pístas que poseían cañones fijos de innivación no habían podido ser abiertas: las temperaturas tampoco parecen ayudar esta temporada.
La sequía dio una pequeña tregua el día de nuestra primera jornada de esquí. Apenas 10 cm luego de un mes desde la anterior nevada.
California Trail, una de las pocas pistas abiertas del lado californiano y vía de conexión entre las pistas de Nevada con las de California.
Por fin, terminando la jornada, las nubes se disiparon algo y permitieron contemplar las magníficas vistas del lago que son marca registrada de la estación. Imágenes tomadas desde la pista Upper Mombo.
Retorno de la silla Canyon Express, junto con su vecina Sky Express los medios de elevación que suben hasta la cota máxima del dominio esquiable, en la zona de California.
Segundo día: Kirkwood
Para el segundo día elegimos Kirkwood, a algo más de 50 km de South Lake Tahoe en parte por la pintoresca ruta estatal 88.
Es un centro de esquí extendido en tres valles: hacia la izquierda el que sirve la silla "Sunrise", al centro el que llega a la base principal "Mountain Village" y de la cual parten los principales medios de elevación, y hacia la derecha el que desemboca en "Timber Creek Base Area". El desnivel no es demasiado (640 metros), aunque con interesantes pendientes en muchas de sus pistas. En contraposición, la logitud de estas no es demasiado significativa.
Tuvimos suerte: estacionamos nuestro vehículo a escasos 30 metros de la silla "Cornice Express", en uno de los extremos de la base principal del complejo, "Mountain Village", y sin haber llegado muy temprano precisamente jejeje. Pleno sol y buena temperatura, sin ser exesiva. Muy poca gente en pistas.
Ya en el retorno de "Cornice Express", desde el borde de la pista negra "Look out Janek", las pistas de buena parte del valle y la base principal eran dignas de asombro.
Un merecido párrafo para la pista "Look out Janek". Negra de un diamante con una salida merecedora de dos. Excelente pisado, buena longitud y pendiente, hasta que sobre el final de su recorrido se convierte en azul. Cantos afilados... ¡y a disfrutar!.
Cerca de mediodía cambiamos hacia la zona de la silla "Sunrise".
El forero Boogie y su esposa, con quienes tuvimos el enorme gusto de compartir algunas de las jornadas de esquí. A sus espaldas algunos fuera de pista más allá de los límites de la estación.
En el tramo final de la silla pueden verse los efectos de la falta de nieve en la región.
El punto más alto de la estación, "Thimble Peak", unos 3.000 msnm.
La luna no quería perderse la (poca) nieve nueva.
Un amplio Plateau encontramos en la base de esta zona del dominio. Al fondo, la salida de "Sunrise".
El pequeño grupo posando en cercanías del parador de la zona.
Y después... al otro extremo: LLegando a "Timber Creek Base Area".
La silla "Timber Creek Express" es el único medio de elevación de esta zona que lleva a pistas interesantes (aunque son sólo azules fáciles). A los bowls de la parte superior debe accederse a través de "Cornice Express" en la zona aledaña "Mountain Village".
Pistas verdes, tal vez las únicas "verdaderamente verdes" de todo el dominio.
Día 3: Heavenly (con sol)
Aprovechamos la aunque escasa, reciente nevada, para bajar hasta la zona que sirve la silla "Powderbowl Express", la cota esquiable más baja que podía disfrutarse por el lado californiano.
Pistas marcadas como verdes, pero que perfectamente podrían pasar por "azules sudamericanas o europeas".
El "lodge" (en realidad prefiero utilizar el argentinísimo "parador") "Tamarack", al pie de la pista del mismo nombre y a unos 200 m de la estación de llegada de la Góndola. Bien montado, amplio tanto afuera como adentro, funcional y tal vez con una de las pocas ofertas gastronómicas de aceptable relación precio-calidad que ofrece Vail Resorts en sus tres dominios de Lake Tahoe.
En efecto, según nos comentaron empleados en diferentes paradores de los tres dominios esquiables que tiene "Vail Resorts" en California, la política de aumentos de precio en los servicios de comida llevada a cabo por la empresa en todo el país, es una de las principales quejas que realizan tanto estadounidenses como extranjeros.
Panorámica desde "California Run"de parte del lago. Al centro puede observarse "Tamarack Lodge y a la izquierda, apenas visible, el retorno de la góndola que sube desde el pueblo.
Día 4: Northstar at Tahoe
Situada al Norte del Lago, toma aproximadamente una hora llegar desde South Lake Tahoe, por una ruta de velocidades máximas bastate reducidas pero que permiten apreciar paisajes realmente de ensueño.
Una grata sorpresa. Tal vez por falta de evaluación previa de los lugares a visitar, no esperaba encontrar un dominio tan bien distribuído para la alta concentración de pistas que puede observarse. Tiene seis zonas bien diferenciadas, y vale la pena hacer click en la imagen que sigue para apreciar mejor la configuración del dominio.
Por la tarde nos dedicamos a tomar las fotografías de rigor. Desde la pista "East Ridge", que parte desde la cota máxima del dominio (Mt. Pluto) hacia la izquierda, vemos no pocas pistas de ensueño, siempre entre un frondoso bosque de pinos.
La fantástica "Dutchman"
También se pueden obtener magníficas panorámicas del "Tahoe".
En la misma cima del "Mont Pluto" vemos en primer plano el retorno de la silla "Comstock Express", que sirve a la zona "Mont Pluto", y al fondo el retorno de "Backside Express", que sirve a "Backside", un pequeño paraíso de largas pistas negras.
El plateau donde se encuentra el parador "Zephyr", estratégico punto donde confluyen las zonas "Mt. Pluto", "Backside", "Lookout Mountain" y "Northwest Territory". No todas las conexiones estaban abiertas.
La señañización, como es común encontrar en USA, impecable.
Sequía.
A lo lejos, una estación vecina: ¿Squaw Valley?.
Entre pinos, siempre entre pinos. Si la nieve hubiese acompañado, los fuera de pistas por los bosques prometían ser memorables.
Gracias a la innivación artificial (es obvio que los cañones han trabajado incansablemente esta temporada) se podía llegar esquiando hasta la villa misma en la base del dominio.
La villa es un conglomerado de edificios bien distribuídos, construídos para servir al dominio esquiable, aunque bastante impersonal, carente totalmente de autenticidad como la que pueden tener otros núcleos urbanos como el mismo pueblo de South Lake Tahoe.
Días 5 y 6: Heavenly
Lo tomamos con calma. Los últimos dos días los dedicaríamos a despedirnos de la nieve sin apuros, disfrutando al máximo cada bajada.
Es destacable la importancia que se le da por estos lados a la formación de los más chicos en las disciplinas de destreza. A la gran cantidad de chicos que podían verse en los parks, estos últimos dos días pudimos apreciar en la pista negra "Little Dipper" una competencia de bumps, o baches como gustan decir nuestros amigos españoles, de niños de unos 10 u 11 años más o menos.
Observarlos no me aportó nada nuevo, apenas la confirmación de dos verdades que ya conocía: Una, que hay gente que parece que ha nacido sobre esquíes, la otra que yo no soy uno de ellos.
Así terminó nuestra excursión a la imaginaria "La Ponderosa". Para los que tenemos más de cuarenta, seguramente persiste en nuestro recuerdo la mítica serie "Bonanza" y su inmenso rancho, cuya ubicación ficticia era precisamente esta.
Aclaro que las fotografías fueron tomadas con una cámara Canon del tipo "Bridge" (mal llamadas semireflex), a mitad de camino entre las recreacionales "compactas" y las profesionales "reflex". Al ser esta la primera vez que la utilizo para hacer un reportaje, elijo no retocar las imágenes, a ver qué sale.
No voy a aburrirlos con datos técnicos sobre vuelos, precios u otras menudencias por el estilo. Quien tenga alguna inquietud al respecto, alguna consulta concreta o necesite que me explaye sobre algún tema tratado en las líneas precedentes, no dude en escribirme a dante@nevasport.com.
Fue para nosotros una experiencia digna de vivirse. En lo personal, una de las mayores alegrías que me ha dado el esquí: Poder pasar seis maravillosos días con mi hijo Juan, compartiendo pasión. A él, buena persona, buen hijo y fantástico compañero de viaje, dedico este reportaje.