Me perdí en el block, pero no en el camino. Ando siempre con la cabeza un poco revuelta y se acontece raro que haya sido capaz de sentarme delante del ordenador.
No es para menos. Son muchos los cambios y el tiempo dedicado a mis dos principales responsabilidades: mi trabajo y sobre todo ser feliz que no es poco.
Porque por si alguien me lo pregunta, contesto de antemano que sí. Que somos responsables de nuestra felicidad: de las elecciones que tomamos, de nuestra actitud, de levantarnos cuando las cosas no son como queremos, de cuidar y valorar lo que tenemos.
Aquí he seguido en Austria dando volteretas. El año pasado terminé la temporada de esquí en el Glaciar de Stubai y me mudé a Innsbruck para continuar trabajando en cafetería cono hice el verano anterior . El objetivo fue seguir mejorando mi alemán, mantener mi estancia, alcanzar alguna que otra cumbre y seguir descubriendo estas increíbles montañas.
Tenía un acuerdo con la Escuela de esquí de Hintertux, pero debido a una mala organización y a un no terminar de cuajar, decidí seguir buscando otras opciones. En mi búsqueda encontré algo acorde a mis expectativas. Esta vez y más que nunca, me resultaba muy importante que consideraran objetivamente mis capacidades como profesora y esquiadora, así como mi curriculum deportivo.
Me ofrecieron algo que me gustó y decidí moverme al Valle de Ziller (Zillertal). Actualmente trabajo en una Escuela de esquí pequeña que imparte clases en la Estación de Kaltenbach-Hochzillertal. Y sin duda fue una elección acertada.
En un principio iba a trabajar con los grupos de niños y coordinación. Pero al final esto no ocurrió. Comencé a entrenar a los niños del club de Aschau (un pueblo del Valle) y posteriormente a impartir clases privadas generalmente para adultos. Funcionó tan bien que me quedé con el puesto. Tengo un desafío diario que me mantiene despierta. Ya no sólo por el idioma (que sigue siendo un tema), sino porque recibo alumnos con toda clase de niveles. No siento estar encasillada y me gusta como quien dice, no tener la receta preparada.
Por otro lado tengo tiempo de esquiar casi todos los días, y gracias a mi jefe sigo encontrando nuevas herramientas de enseñanza ya que saca tiempo para compartir su experiencia.
He mencionado el idioma como desafío porque sigue dándome algún que otro momento. Podría decir que estoy cerca de "dominar" el alemán y que he tenido que ponerme mucho las pilas para poder explicar cosas técnicas que ya de por sí a veces son difíciles de hacer entender en español. Jugar con frases sencillas, con la imaginación y con mucha comunicación no verbal me ayuda bastante. A veces todo depende de peculiaridades idiomáticas de mis alumnos. Vamos, que no es lo mismo un andaluz que un gallego, ¿no?. Y concretamente en Zillertal tienen un dialecto que ni los mismos austriacos entienden. No hay drama... es lo que toca aunque a veces me frustre.
Qué decir aparte de que me encanta mi trabajo: Un abrazo de tus alumnos (más si son alemanes, jajaja), la sonrisa de felicidad de unos padres cuando ven a sus hijos esquiar por primera vez, parejas compartiendo clase para pasar las mejores vacaciones juntos, etc, etc... Así, incluso los días más dificiles o en los que más cansancio siento, finalmente siempre sale la mejor versión de mí.
Con respecto al Valle de Zillertal tiene varias estaciones de esquí y muchas conectadas entre sí: Hochfügen- Hochzillertal - Zillertal Arena- Gerlos- Mayrhofen- Hintertux. Un paraíso del esquí.
Hochzillertal, mi estación, está conectada con Hochfügen con un total de 88 km de pistas. Debo de decir que es una maravilla. Buena nieve y el viento azota en pocas ocasiones. Las pistas son muy anchas, largas y preparadas para el disfrute tanto de principiantes como avanzados. Con muchas alternativas para fuera de pista, bosque, funpark (saltos y freestyle) así como zona señalada para freeride. (Abajo algunas fotos de la estación de Hochzillertal)
Mis días libres, que son poquitos, intento conocer otras estaciones del Tirol. Aquí lo tienen muy bien montado y ya desde finales de septiembre abren las estaciones con glaciar. Así que me compré el Snowcard Tirol que es un forfait válido para todas las estaciones del Tirol. Módico precio de 560 euros por vivir aquí. La verdad.. que no tiene desperdicio ninguno. Estoy disfrutando como una niña.
Sin extenderme mucho, no quería más que pasar por aquí para no dejar este block en el olvido. No es ni mucho menos un final, pero sí un momento de reconocimiento y realización profesional importante.
Hace ya 5 años comencé esta andanza junto a Álvaro, que dedicó mucho trabajo, tiempo e ilusión en un proyecto que conseguimos con esfuerzo y dedicación. Aunque hace dos años que nuestros caminos se separaron, la pasión por el esquí quedaron latentes en mí. (Gracias de corazón).
Actualmente ya son 6 intensas temporadas de esquí y aprendizaje en todos los sentidos . En todo este tiempo, como la vida misma, no todo ha sido coser y cantar. He tenido mis altibajos, mis dudas, mis temores... No hay fórmula. Nunca fui ninguna fuera de serie. Más bien fui siempre un poco cabezota y bien dotada de voluntad.
¿Podría haber sido más fácil? ¿ haber logrado esto sin moverme de mi hogar, más joven, más rápido y con la sutil característica de haber aprendido a esquiar desde la infancia?
No lo sé. Pero esta es sencillamente mi historia y me siento orgullosa de haberla compartido con vosotros.
Mi presentación en Nevasport 2012
Aquí mi primer artículo desde el otro block: Sobre mí