
La última etapa en la preparación de los esquís es el encerado. Tras dejar impecables la suela y los cantos, el paso final es proporcionar el mejor deslizamiento. Una ciencia que en la alta competición se eleva al rango de arte y que, en el día a día del usuario, aporta muchas ventajas en cuanto al comportamiento, la protección y la duración del esquí.
A continuación repasamos la lista de utensilios que necesitaremos para el proceso completo de encerado:
Productos de limpieza de la suela
La composición de los productos para limpiar la suela ha evolucionado, pasando de ser disolventes de tipo desengrasante a “diluyentes” de origen hidrocarbúrico (igual que la suela y las ceras) que, además de limpiar, cumplen funciones de lubricación de la suela.

Ceras
En el universo de las ceras nos encontramos con un abanico de productos muy amplio. Entraremos en el detalle en futuros artículos que dediquemos al encerado, de momento sólo vamos a establecer un punto de partida teniendo en cuenta dos parámetros: la composición y el formato de aplicación.
La composición y aditivos del producto determinan para qué condiciones de nieve (temperatura, tipo de cristal …) y atmosféricas (temperatura del aire, humedad relativa, meteorología…) está indicado.

Generalmente, las ceras se clasifican con las gamas de colores que cada marca establece para sus productos y en escalado ascendente, desde ceras de base hasta las de máximo deslizamiento.
Aunque la mayoría de fabricantes se mueven en la misma escala de colores, no tienen por qué coincidir. Es decir, la cera roja de una marca puede estar indicada para condiciones totalmente diferentes que la del mismo color de otra marca.
En segundo lugar tenemos el formato del producto, que determina los diferentes tipos de aplicación. Encontraremos cera sólida, en polvo, líquida, en pasta o gel…

En casos muy concretos, el formato es también indicativo del tipo de producto en cuanto a su composición, pero esto ocurre generalmente en aplicaciones para alta competición o modalidades concretas de disciplinas diferentes al esquí alpino.
Plancha
Otra herramienta que seguro todos conocemos. Cada vez los fabricantes nos ofrecen más variedad y tipos, diferenciados principalmente por sus componentes electrónicos y por el grosor de la placa metálica. Estos dos elementos establecen grandes e importantes diferencias entre modelos, que no solo se ven reflejadas en el precio, también en la calidad del trabajo y en la buena conservación del esquí.

Rasquetas
Son las herramientas con las que extraemos el sobrante de cera de la superficie de la suela. Las principales diferencias están en su grosor (de 3 a 6 mm dependiendo del fabricante) y en el material de fabricación (metacrilato, policarbonato y otros plásticos).

Para conseguir un rascado eficiente de la suela es preceptivo mantener bien afilada la rasqueta, algo que conseguimos con el correspondiente afilador de rasquetas. Una herramienta que aconsejo utilizar con frecuencia para mantener las rasquetas a punto. Los hay manuales y mecánicos (muy eficientes, pero caros).

Cepillos
Los cepillos son al encerado lo que las limas de diamante al trabajo de cantos. Desde mi punto de vista, el cepillado es un trabajo crucial dentro del proceso de encerado, es el paso final. Los cepillos son los encargados de extraer el máximo sobrante posible de cera y proporcionar un acabado pulido de la suela.
Lo quiero acotar a dos características, para no complicar mucho este apartado -ya lo complicaremos en su momento-.

Formato/tamaño:
Tenemos tres tipos: rectangulares pequeños, ovales grandes y cilíndricos (para usar con una taladradora).
Material:
Cerdas metálicas, cerdas sintéticas y cerdas de fibra natural; cada uno de estos materiales en diferentes grosores, longitudes y durezas.

Cada uno de los cepillos, teniendo en cuenta el material del que están hechas las cerdas, tiene un uso concreto y no siempre relacionado con el encerado. En el caso de los cepillos cilíndricos, la velocidad de rotación debe ser la adecuada y puede cambiar en base al tipo de cepillo.
Seguro que me olvido de alguna herramienta, pero creo que, con todo lo explicado en este artículo y en los tres anteriores, hay bastante para empezar a escribir la carta a los Reyes Magos.
En próximos capítulos hablaremos con detalle de todas y cada una de las herramientas que hemos mencionado y su aplicación práctica e idónea.
Ha sido un invierno intenso en el skiroom. Muchas gracias y ¡hasta el próximo artículo!
