De cara al invierno que viene, Fischer enfatiza en las gamas de botas junior e infantil, en los esquís all mountain/freeride y en la sostenibilidad de sus productos y el proceso de fabricación, condición cada vez más necesaria para el futuro de nuestro planeta. No en vano, las instalaciones austríacas de la compañía ya se abastecen con un 60% de energía solar.
Nueva gama freeride/all mountain
El catálogo de esquís Fischer está segmentado en cuatro líneas: los RC4 son los de competición, con modelos derivados de los esquís de gigante y de slalom que utilizan los atletas de la marca en la Copa del Mundo. Entre ellos destaca el RC4 Worldcup CT, un excitante deportivo de altas prestaciones y radio 15,5 m en medida 175 cm.
También son protagonistas los The Curv, una gama que, como anuncia su nombre, están concebidos para buscar las mejores sensaciones en curva.
La tercera línea son los RC One, esquís de pista polivalentes, mientras que la gran novedad esta temporada está en los Ranger de freeride/all mountain.
Toda la gama es nueva, hasta diez modelos que abarcan desde el enorme Ranger 116 para powder hasta el todoterreno Ranger 90.
Son esquís de construcción sándwich con núcleos de madera de álamo (reforzada con haya en los modelos más anchos) y láminas Shaped Ti de Titanal, perfiladas a medida para cada modelo y talla.
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La serie Ranger se ha desarrollado prestando especial atención a los materiales utilizados en su construcción, para reducir el impacto medioambiental. Los esquís utilizan un 20-25% de acero reciclado en la elaboración de los cantos, mientras que las láminas superiores tienen un 50% de base de aceite vegetal y contienen un 10% de materiales reciclados. Por su parte, las suelas están hechas con al menos un 50% de material reciclado. Los esquís cuentan con un núcleo de madera sin residuos y el Titanal utilizado contiene al menos un 80% de contenido reciclado.
Podium LT, para esquiadores ligeros y jóvenes promesas
La gama de botas de competición se amplia este año con las Podium LT, concebidas para los esquiadores ligeros y corredores alevines e infantiles.
Se trata de una bota de altas prestaciones, con una horma de tan sólo 95 mm que proporciona un ajuste y recisión óptimos. Está disponible en tres durezas de flexión (70, 90 y 110), la caña es más baja y su construcción es más ligera y en general más suave que los modelos de adulto.
Fischer One y Two, para los más pequeños de la casa
Tradicionalmente, las botas infantiles se han concebido como réplicas a escala de las botas senior. Pero las necesidades de los niños son diferentes a las de un adulto. Por ello la firma austriaca ha desarrollado unas botas específicas para los niños, teniendo en cuenta sus características anatómicas, musculares y de peso.
Las Fischer One y Two están pensadas, en primer lugar, para ser fáciles e intuitivas de calzar, gracias a un diseño de entrada ancha y sistemas de cierre probados por los niños (y aprobados por los padres).
La carcasa se ha concebido para liberar peso y reducir material donde no se necesita. Esto hace que las botas sean más livianas y al mismo tiempo brinden la estabilidad necesaria para que los niños aprendan correctamente la técnica del esquí. También se ha trabajado en la calidez y aislamiento, con una construcción del interior impermeable de doble capa, en combinación con un botín adaptado que protege los pies de la humedad y el frío.
Por último, están equipadas con suela GripWalk de serie, un indicador de bota izquierda/derecha (cuántos chicos se ponen las botas al revés…) y unas pegatinas incluidas para personalizar y nombrar.
La One está disponible en tallas 15.5, 16.5, 17.5, mientras que la Two está disponible en 18.5, 19.5, 20.5.
