
En los artículos anteriores hemos preparado nuestro skiroom y las herramientas para la suela. Toca ahora ponerse con los cantos.
En esta ocasión, la lista de la compra es bastante más extensa. Vamos a hacer un repaso amplio a la mayoría de herramientas, para que después cada uno pueda decidir las que más le convienen.
Herramientas para preparar el canto
Si el canto está muy oxidado, endurecido por el exceso de fricción con la nieve o tiene golpes y rebabas grandes, conviene eliminar estos desperfectos para facilitar el trabajo de las limas y así no estropearlas y ahorrar esfuerzos.
La opción barata son las piedras cerámicas de grano medio y las de óxido de aluminio; la opción cara son las limas de diamante de grano grueso (100 o 200).

Las piedras que he mencionado se han utilizado durante mucho tiempo como herramientas de pulido y acabado del canto. En mi opinión es un concepto obsoleto; expondré mis argumentos en próximos artículos, cuando entremos en la parte práctica.
Guías o clips de tuning: son el soporte que utilizaremos para trabajar sobre el canto de la base. La oferta es bastante amplia, los podemos encontrar de plástico o metal y de ángulo fijo o variable. La mayoría pueden utilizarse con herramientas de corte y también con herramientas de acabado.

Excavador de fenol: en mi opinión, otra herramienta indispensable. Es la encargada de extraer el material de la pared lateral del esquí (plástico ABS, fenol, lámina metálica…), “despejando” el camino para que las herramientas de corte trabajen correctamente en el canto lateral. De este modo podremos definir el ángulo con precisión y afilar con comodidad.

Es una de esas herramientas que impone respeto y que requiere de bastante práctica. Está provista de una cuchilla de titanio o carburo de tungsteno (este tipo de cuchillas se usan en fresadoras industriales para trabajos sobre metal, son extremadamente duras) y, como su nombre indica, es una verdadera excavadora.
Hay excavadores de plástico, aluminio o acero, con uno o tres tipos de ajuste y con cuchillas de diferentes formas y tamaños.
Escuadras o guías para el canto lateral: es el soporte para trabajar la pared lateral del canto. Al igual que el del tuning, se pueden encontrar en plástico o metal, de ángulo fijo o variable y también pueden usarse con limas de corte y herramientas de acabado.

Limas de corte: en este caso tengo que extenderme un poco más en la clasificación, porque la oferta es inmensa y creo bastante necesario conocer las principales diferencias. Elegir correctamente el tipo de lima es importante.
La clasificación básica es relativa al número de dientes por centímetro: el corte grueso varía entre 10 y 13 dientes, el corte medio entre 14 y 17 y el corte fino entre 18 y 20 dientes.
Menor número de dientes significa mucho desbaste de material y más rugosidad en la pared del canto. Mayor número de dientes es igual a poco desbaste, pero muy poca rugosidad en el acabado.

Al número de dientes vamos a sumarle la anchura y longitud de la lima, el material con el que están fabricadas (hierro, acero, tungsteno…) y, por último, la cantidad de “cromado” (alto, medio o sin cromar).
La dureza del material influye en la vida útil de la lima y en el poder de corte; la cantidad de cromado influye en el poder abrasivo de la lima y la necesidad de más o menos cuidados. Las limas sin cromar son más propensas a oxidarse, tienen más poder abrasivo y se calientan más fácilmente por la fricción con el canto.
Es un buen momento para hacer un descanso en la lectura, echarle un vistazo al catálogo de cualquier marca de herramientas de esquí, ver que ofrecen y si detallan estos parámetros.
Herramientas de acabado
En el trabajo de cantos utilizamos términos como “rebaba” o “rugosidad”. Todas las herramientas de corte, sean manuales o mecánicas, producen algún tipo de rugosidad sobre las paredes del canto y una mayor o menor rebaba en el filo. Para reducir estos dos efectos y finalizar el trabajo, necesitamos herramientas de pulido.

Aquí es donde entran en juego las limas de diamante en sus diferentes granulometrías, las piedras cerámicas de grano muy fino y, en casos concretos, la famosa goma abrasiva. Con respecto a esta última, yo no soy muy partidario, salvo casos excepcionales y con un propósito muy concreto. Pero estoy seguro que todos los skiman tenemos una y probablemente sea lo primero que veremos en los expositores de las tiendas, ¡porque en la tradición popular, parece que sirve absolutamente para todo!

Ya solo nos quedan las herramientas para el encerado, que repasaremos en el próximo capítulo. ¡Y ya tendremos nuestro skiroom equipado para empezar a trabajar!
¡Saludos desde Pekín, a punto de empezar la fiesta Olímpica!
