Seki Onsen es una estación que a primera vista nadie, en su sano juicio, se le ocurriría visitar durante un esquí safari por Japón atendiendo a su ficha técnica:
- 310 metros de desnivel.
- Un telesilla biplaza.
- Un telesilla monoplaza que abre un tiempo limitado.
- Bajada más larga de 1500 metros.
Pues era una de las que más ganas tenía de visitar durante nuestro viaje, y hay que decir que fue un acierto total. Os dejo el vídeo primero para que entendáis mis motivos.
Lo segundo es agradecer a Jorge y Emilio, de La Colina Retreat (nuestro alojamiento), que nos llevaran allí el día perfecto. Seki Onsen sin powder no vale nada, pero claro, es la estación que más nieve recibe de todo el Powder Belt de Madarao, con acumulaciones de hasta 16m al final de temporada. Y hay que saber cuando va a haber una de esas tormentas perfectas de nieve para estar el día ideal.
No solo nos hacían de chófer y de guías en las estaciones, si no que llamaban por teléfono antes de ir para saber qué condiciones tenían en cada una, nos aconsejaban, e incluso nos contaban infinidad de curiosidades interesantes sobre cada estación. Llevan muchos años esquiando en la zona y se conocen al dedillo cada estación, cada bajada de backcountry y las posibilidades de toda la región de Nagano. Si queréis visitar la zona, altamente recomendable contactar con ellos.
Aquí no hay gates, ni zonas controladas de freeride. Aquí tienes todo el terreno para ti, y puedes hacer lo que quieras por donde quieras. El forfait cuesta ¥3,800 (27€) y es un cartoncito que tienes que enseñar al remontero la primera vez que subes para que se acuerde de tu cara y después a darle. Si entras al baño de la estación verás que es básicamente la oficina familiar.
Nuestro día empezó nevando ligeramente, con nieve costra en las laderas que más les había dado el sol y algo de polvo ya muy trillado en las zonas umbrías. No tenía buena pinta.
Hacia las 11 empezó a nevar con ganas, y en menos de 2 horas pasamos a tener uno de los días de nieve polvo que mejor recuerdo me ha dejado. Nos hicimos un par de excursiones por el valle central, al que se podía llegar desde la silla monoplaza (que abría de 10 a 12). Encontramos zonas de poca pendiente pero buena nieve.
Cuando volvimos a la zona inicial, ya se estaba empezando a liar muchísimo. Bajadas sin parar buscando la cresta de la montaña que separaba los dos valles para acceder a palas de buena inclinación y cantidades ingentes de nieve.
Uno de los detalles que más nos sorprendió era un secador de pelo puesto al lado de la subida de la silla para secar las gafas en caso de caída. Nada funciona mejor para limpiar vaho y quitar la humedad que un buen chorro de aire caliente directo a la máscara.
Seguimos haciendo bajadas siguiendo el camino de la silla e incluso pude cumplir uno de mis sueños desde que vi los primeros vídeos de nieve en Japón: saltar barreras antiavalancha. Por otro lado, no os puedo comentar nada ni de restaurantes ni otros servicios porque fue el típico día que no paras ni para comer ni para ir al baño.
Estuvimos literalmente esquiando hasta que nos cerraron la silla y nos fuimos con los esquís puestos por la carretera hasta el parking, porque a pesar de que pasaban quitanieves limpiando, en 5 minutos se cubría con una nueva capa esquiable.
Espero que os haya gustado y si váis a Nagano, visitéis Seki Onsen.