Día yuujuu! (ver también woohoo day): f. coloq.:
Dícese del día de esquí con nieve polvo recién caída, en el que es imposible resistirse a proferir gritos de puro éxtasis, a medida que se enlazan giros flotando por una pala o un claro del bosque a toda velocidad.
Los gritos normalmente son de personas humanas, no de macacos de las nieves, aunque en días Yujuu! es difícil distinguirlos.
Si queréis una definición visual aquí tenéis 4 bajadas sueltas del último día que esquiamos en Japón.
No sé explicar por qué me es tan dificil bajar una pala de powder en silencio.
En el primer giro todavía estoy calmado, empiezo a bajar y el cerebro y las piernas reciben una sobredósis de información. En segundos reconozco la profundidad de la nieve, la pendiente, cuanto desliza y mi instinto se despierta.
En el segundo giro, si todo va bien, empiezo a notar como voy flotando por la nieve polvo sin esfuerzo, girando de forma natural y dejándome guiar por la pendiente. Los árboles están perfectamente colocados para dar ritmo y variedad a la bajada y mantienen los sentidos alerta.
El tercer giro confirma que la velocidad es adecuada, que la nieve empieza a saltarme al pecho y que tengo por delante 200 o 300 metros de puro éxtasis. Ahí se desata la euforia. No me puedo contener y tengo que gritar de felicidad: YUUUJUUUU!!!
No pierdo la concentración, sigo enlazando giros, simplemente mi cuerpo no puede con tanta felicidad concentrada y tiene que sacar fuera el extra en forma de YUJUUUU!! Eso es lo que busco esquiando. Ese momento que hace poco definía como Skifullness y que creo que quedó demasiado serio.
Pero bueno, todo esto es una reflexión post viaje de esquí a Japón. Tengo claro que el sitio para tener días Yuujuu! asegurados es Japón. En breves llegarán los vídeos con guías e información de cada estación y consejos.
Haré vídeos de cada estación que visitamos en las regiones de Hokushin y Myoko: hemos esquiado en Madarao Tangram, Nozawa Onsen, Seki Onsen, Yamaboku y Lotte Arai y cada estación tenía su encanto. Hemos subido en remontes antediluvianos monoplaza sin respaldo, reposapies o una mísera cadena de seguridad, en sillas desembragables con capota y en telecabinas nuevecitos en los que tenías que ponerle protección a los esquís para no rallar los cristales.
Hemos visitado onsens tradicionales, caminado por pueblecitos típicos, cenado en iglús y descubierto mucha comida típica así que habrá mucho contenido oriental en el próximo mes.