Las previsiones daban 15cm de nieve nueva el último día de nuestro viaje. Y por una vez, todos nos alegramos de que se equivocaran. Algunas zonas amanecieron con más de medio metro con una calidad inesperada para estar en Abril y nos dieron los dos últimos días de freeride más increíbles que recuerdo en mucho tiempo.
Mejor que veáis el vídeo primero, y luego os cuento, porque en esos dos días apenas tuve tiempo a grabar ni dos palabras a cámara que no fueran "Yuhuuuu!!" y "WOOOO!!"
El cambio de tiempo canceló todos los descensos del Vallèe Blanche y los guías que teníamos contratados accedieron a llevarnos por Grands Montets - Argentiere de forma segura para hacer freeride de estación. Son guías de alta montaña, lo de los telesillas no es lo suyo, pero creo que accedieron con gusto a disfrutar de un día de nieve polvo llevándonos por las zonas menos conocidas de la estación.
La primera bajada por Blanchots y la variante del hotel fue bastante dura. Había demasiada nieve (sí, he escrito demasiada nieve) y una visibilidad mala. Quizás no fue la mejor elección para calentar, pero pudimos con ella, y la zona del bosque fue bastante mejor que la inicial, al tener algo más de referencia con los árboles.
A continuación repetimos varias veces en la silla Tabé, que no llega a una cota muy alta y tenía mejor visibilidad. Ahí disfrutamos de las bajadas mucho más, algunos couloirs divertidos y sobre todo un area freeride despejada de arboles en la que pude dar rienda suelta a mi pasión. Ir rápido, muy rápido, flotando por encima de la nieve polvo y disfrutando del esquí más puro.
Como la zona era bastante accesible, los guías nos llevaron hasta la zona de Remuaz, un poco más escondida y en la que el viento nos había dejado las acumulaciones más exageradas de nieve que he visto en mucho tiempo. En cada giro tenías la cara llena de nieve sin hacer ningún esfuerzo ni derrapes, una barbaridad.
Acabamos exhaustos y felices. Al día siguiente tocaba coger el vuelo de vuelta por la tarde, el bus salía a las 14:00 de Chamonix y 4 valientes decidimos que 6 días de esquí seguidos no eran suficiente si nos esperaba otro Powder Day a la mañana siguiente.
Decidimos repetir estación e ir a tiro fijo. Ya nos conocíamos las mejores zonas gracias a los guías y fuimos de cabeza. Estábamos casi solos en las primeras sillas. 3 horas y media más de nieve polvo que nos supieron a gloria.
Resumiendo: un viaje increíble, con sol y buen tiempo para el Vallèe Blanche, algo de frío y nieve para disfrutar y conocer más estaciones de Chamonix y un fin de fiesta por todo lo alto. Creo que no podría haber salido mejor el viaje.
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