Seguro que los habituales de Astún se han hecho estas bajadas cientos de veces y no voy a descubrir nada a nadie. Pero para alguien que es un poco un trotaestaciones como yo (este año llevo 12 días de esquí en 8 estaciones diferentes) pillar un día de nieve virgen y poder aprovecharlo al máximo es una pasada.
No ser local tiene sus inconvenientes, ya que no me conozco las mejores zonas, ni me puedo aventurar lejos del dominio, sin embargo, me gusta el reto que plantea un día de nieve polvo en una estación nueva. Me siento un poco freerider profesional cuando desde la silla voy tomando referencias para llegar a las palas más jugosas y poder estrenar una en cada bajada. Cuando llego al principio de la bajada y sé que estoy donde quería me encanta. Disfruto un poco más, como que me lo he ganado.
Os dejo el vídeo para que veáis lo bien que me lo pasé.
Me encantó también poder meterme a zonas menos sencillas, como las canales al lado de la silla de Cima Raca que aunque cortitas resultaban espectaculares. Sobre todo porque ya las había "inspeccionado" muchas veces el día anterior desde la silla. Incluso algún pequeño salto me permití por lo bien que estaba la nieve.


Vosotros preferís ir con locales, o aventuraros y buscar el polvo vosotros solos?