Llevo 6 años viviendo en Madrid y nunca había esquiado en el sistema central en el puente de Diciembre. Hasta ahí todo normal, ahora si os digo que todavía no conocía La Pinilla... eso sí que tiene delito. El sábado anunciaban su apertura y allí que me fui a estrenar todo.
Me encontré la estación con mucha nieve y unas condiciones de perros. A pesar de la lluvia, el viento y la niebla me llevé una impresión muy buena de la estación. Pistas divertidas y variadas, con bosque, que siempre le da un punto a cualquier estación. Soy un animal de costumbres y si en un sitio me lo paso bien, me cuesta cambiar y probar sitios nuevos. Os dejo el vídeo para que veáis como estaba.
Después de secar bien durante el domingo, Ed, con el que ya he compartido días de skimo por Peñalara, me propuso desempolvar las pieles de foca para el día siguiente e irnos de esquí de montaña. Nos plantamos en Cotos a las 8 de la mañana, aún de noche, y con un viento fuerte y niebla que no hacía presagiar un gran día.
Peñalara parecía más expuesta y decidimos subir hacia Valdesquí al abrigo del bosque. Mientra subíamos a veces se iba la niebla el tiempo suficiente para hacer alguna foto, pero cuando llegamos al Noruego el viento y la niebla nos hicieron desechar la idea de subir hasta La Bola del Mundo.
Un pequeño claro para hacer la foto
Bajamos por la pista del Noruego sin apenas visibilidad, una bajada que sería complicada de no ser por la excelente calidad de la nieve, dura pero con buen agarre, compacta, de la que si estuviera pisada haría las delicias de cualquiera con un buen esquí pistero.
Al llegar abajo, otro claro nos permitió parar a comer algo y disfrutar de las vistas de la estación. Valdesquí tiene una pinta magnífica, bastante nieve en todas las pistas y si no hubiera tenido esa avería eléctrica seguro que ya estarían abiertos al 100%.
Nos pusimos otra vez a subir por La Ecológica, al lado de la silla de Collado, y al final por Las Zetas, para no forzar la máquina. Las nubes iban y venían pero en general la temperatura se mantenía baja y el viento hacía que solo al final sobrara ropa. En esta ladera la nieve estaba incluso mejor, compacta también, pero con pequeños parches de polvo suelto y granulado, muy disfrutón.
Bajamos por el Tubo Collado, probando una de mis últimas adquisiciones, un palo selfie de 3m de fibra de carbono de Insta360 que dió muy buenos resultados como podéis comprobar en el último reel de Instagram. Luego seguimos bajando hasta la base de la estación, atravesamos el parking con los esquís puestos y bajamos hasta Cotos por la carretera que tenía una fina capa de 3cm de nieve.
Un finde de tiempo complicado pero en el que he podido esquiar mucho antes que cualquier otra temporada así que estoy feliz, muy feliz. Probablemente haya vídeo sobre el día de skimo pero todavía no he tenido tiempo casi ni a sacar los vídeos, así que acordáos de suscribros en Youtube para verlo todo.
