En un artículo anterior os expliqué como es la formación de un profesor de esquí en España. Hoy os traigo unos consejos básicos sobre las pruebas de acceso por si estáis barajando presentaros y queréis tenerlo un poco más fácil.
Las pruebas de acceso se componen de dos partes: unas bajadas libres técnicas y un slalom gigante. Para ser aptos tenéis que superar ambas partes por separado.
Bajadas Libres
Los evaluadores quieren ver buena técnica y control en los esquiadores. No necesariamente velocidad. Hay que demostrar ese control con algunos cambios de ritmo entre virajes de distinto radio y en general con adaptación al terreno. Se sobreentiende que aunque no sea perfecto, hay que tener un nivel de viraje conducido bueno, si sólo podéis hacer paralelo elemental, o sea derrapado, es difícil que paséis el corte.
Lo más importante para esta parte es planificar bien la bajada. Hacer un cambio de ritmo de giros de radio largo a corto es difícil porque hay que controlar mucho la velocidad. Sin embargo empezar con 3 virajes de radio medio, antes de tener demasiada velocidad cambiar a corto, y finalmente acabar con giros más largos es una buena idea. Se trata también de demostrar que sóis capaces de buscar una buena estrategia de bajada adaptada a la pista.
Slalom Gigante
En el gigante tendréis dos oportunidades, se realizan dos mangas, con dos trazados diferentes si se puede y para ser apto es necesario simplemente parar el cronómetro antes de un tiempo establecido. Ese tiempo lo fija un abridor que tiene que tener puntos FIS, es decir es alguien que compite. A su tiempo se le aplica un coeficiente que depende de sus puntos FIS, es decir de lo bueno que sea. Cuanto mejor sea, más tiempo se sumará a su bajada para que haya margen.
Si batís el tiempo en la primera manga, no tenéis que hacer la segunda. Pasar palos es muy distinto a bajar de forma libre por una pista y una gran cantidad de participantes en las pruebas puede compliar las cosas si se forman surcos cerca de las puertas, aparece hielo etc.
Anticipar las curvas es crucial. No podéis esperar a iniciar un giro a haber pasado la puerta, idealmente cuando pasáis el palo deberíais haber pasado ya la línea de máxima pendiente y estar casi enfocados hacia la siguiente puerta. Un buen consejo para lograr esto de forma inconsciente es ir mirando una o dos puertas por delante de la que estáis.
Es altamente recomendable llevar unos esquís pisteros, un buen esquí de SL o un racecarver os va a facilitar los giros y el agarre bastante. Además si luego entráis al TD1 os va a venir bien para trabajar la técnica e incluso quizás os lo pongan como requisito obligatorio dependiendo de la escuela.
Un último consejo: el final no es la última puerta, el final es la línea de meta, que normalmente estará marcado en la nieve con un spray y tendrá a los lados unas células fotosensibles que son las que paran el crono. No frenéis hasta que no paséis ese punto, que cada segundo cuenta.
Como siempre, os dejo esto en vídeo mucho más en detalle: