Venga, que levante la mano el que diga que le gusta la nieve dura. ¿Nadie? Bueno, algún loco pistero siempre hay. La mayoría de esquiadores sufre en estas condiciones y no siempre es por falta de técnica o de control, muchas veces el culpable son unos cantos con menos filo que un cuchillo de plástico. Suelo recibir preguntas sobre este tema, y escuchar "verdades a medias", así que he decidido que sería bueno aclarar conceptos, así que hoy os traigo un monográfico sobre los cantos.
Que la mayoría de la gente tienen los cantos sin afilar es tan cierto como que la mayoría de gente encera una vez por temporada. Para saber si necesitáis afilar, podéis hacer la prueba clásica de pasar la uña por el filo, sin hacer presión y ver si corta o levanta un poco la uña. También se puede hacer una prueba con un folio, tirar de ambos extremos contra el canto y si el corte no es recto, necesitáis pasarlos por la piedra.
El afilado de cantos no es una tarea compleja, pero sí que requiere un poco más de inversión que el encerado. Son necesarios tornos para fijar bien los esquís, piedras de afilar de distintos grosores y las piezas que nos permiten dar el ángulo al afilado. Como no es necesario afilar tan a menudo como encerar, yo suelo ser llevar mis esquís a una buena tienda donde sé que los tratan bien y me darán un buen resultado.
Los cantos se desgastan mucho más en días de invierno, con nieve dura que es cuando realmente los usamos. Para nieve tipo primavera, igual que no importa mucho que no estén afilados, tampoco desgastaremos apenas el material.
Normalmente hablamos de canto plano y canto lateral por separado, aunque forman parte del mismo elemento y están hechos de acero inoxidable. Sobre por qué se oxidan los cantos hablaré en otra ocasión, ya que es un tema interesante, e importante para cuidar bien el material.
Ambos cantos se afilan por separado, y por ello hablamos de Tuning, afilado del canto plano y Canting o afilado del canto lateral. El tuning en algunas marcas viene de fábrica a 0.5º o a 1º. Algunas marcas dan los cantos sin tocar, a 0º, y requieren de un afilado inicial.
El tuning es necesario para que cuando tenemos el esquí plano sobre la nieve, el canto no vaya rozando continuamente. Cuanto más grande sea el ángulo, más tendremos que inclinar el esquí para que empiece a agarrar.
El canting es el afilado del canto lateral, y cuanto más pequeño sea, mas agarre tendrá, aunque también tendrá más facilidad para engancharse cuando no queremos. Los valores habituales para esquís de calle son 89 o 88.5º mientras que los competidores de alpino lo llevan a valores más extremos como 86º, para tener mucho más agarre.
Cuando sumamos los valores de tuning y canting tenemos como resultado el ángulo real del afilado del canto. Muchas veces en las tiendas nos preguntan rápidamente si los queremos a 90º o a 89º sin especificar, esto es porque el tuning muchas veces se hace a los valores recomendados por las marcas.
Aquí podéis ver el ejemplo de dos esquís afilados a 89º, pero con tuning y canto diferente. El esquí de la derecha, con un tuning de 2º necesitaría de una angulación mayor para empezar a agarrar sobre la nieve.
Y aquí os dejo el vídeo explicando todo esto, con unas animaciones muy chulas, que no imagináis el tiempo que me han llevado y algún consejillo para los freestylers.