Muchas veces se habla de la transferencia positiva en el deporte o, mejor dicho, de deportes que tienen una transferencia positiva entre ellos. Vamos a intentar explicar de qué se trata de una manera lo más sencilla posible…
Si nos situamos por un momento en el contexto del entrenamiento deportivo, llamamos transferencia al efecto que tiene la ejecución de un tipo de entrenamiento sobre otra actividad deportiva diferente. Por ejemplo, si el hecho de entrenar en verano con patines en línea nos prepara y mejora nuestro rendimiento sobre los esquís, podemos decir que estas dos actividades tienen unatransferencia positiva entre ellas. Por contra, cuando, por una u otra razón, una actividad no mejora nuestro rendimiento si no que lo empeora diremos que esa actividad ‘interfiere’ o tiene una transferencia negativa.
Dicho esto vamos a ver algunos deportes o actividades para realizar en verano, fuera del gimnasio (que sé que a veces da un poco de pereza cuando hace buen tiempo fuera), y que nos preparen físicamente para ser mejores esquiadores, es decir, que tengan una transferencia positiva hacia el esquí alpino.
Obviamente citaré algunos de los que más me gusta trabajar en verano (o de los que puedo conocer desde mi experiencia), pero pensad que son sólo una pequeña parte de los que existen.
¡Vamos allá!
1- Los patines en línea o sobre hielo: Nos ayudarán tanto a trabajar la musculatura de las piernas (sobretodo si patinamos en una zona con ligera pendiente) como a entrenar en condiciones de equilibrio dinámico, deslizamiento y movimientos similares a los del esquí alpino. En mi opinión es, posiblemente, el deporte con mayor transferencia hacia el esquí tanto por el trabajo de las piernas como por los movimientos y sensaciones que obtenemos al practicarlo.
2- El tenis: Aparte de fortalecer las piernas, el tenis tiene unos movimientos de cambio de ritmo y dirección laterales que se ‘asemejan’ bastante a los apoyos que realizamos sobre la pierna exterior al esquiar. Se trata de un deporte donde trabajamos todo el cuerpo, desde los brazos a las piernas pasando por la musculatura abdominal ( o ‘core’ ), y potenciamos mucho la explosividad de movimientos.
3- Correr: Correr no sólo fortalece las piernas sino que además nos ayuda a obtener una buena base aeróbica. Para optimizar la transferencia hacía el esquí es mejor trabajar en distancias relativamente cortas (el fondo y ultrafondo nos vuelve más lentos). En mi opinión es también mejor correr en la playa o en montaña que ir siempre por asfalto (por trabajar algo más de equilibrio, apoyos en diferentes superficies y algo de coordinación).
4- El surf o paddle surf: Aunque debo decir que mi relación con el mar es más bien escasa, me consta que ambos deportes son muy buenos para trabajar equilibrio, propiocepción y tonificar el ‘core’ (siempre necesario para estabilizar el tronco).
5- La bicicleta: Todo un clásico del entrenamiento estival que usan muchos de los mejores corredores de WC para trabajar la base de fondo al inicio de la preparación de pretemporada. Como al correr, hay que tener un poco de cuidado con no pasarnos de ‘fondo’ y combinarlo con otros deportes o actividades más 'explosivas ya que nos interesa más trabajar y potenciar las fibras ‘rápidas'. En general, es un buen recurso para coger fuerza y establecer una buena base aeróbica sobre la que trabajar en fases siguientes del entrenamiento.
Así que ya sabéis, este verano no hace falta encerrarse día tras día en el gimnasio para entrenar y prepararnos para la temporada de invierno. Existen muchas opciones de deportes a realizar al aire libre con una adecuada transferencia positiva hacia el esquí que, combinados adecuadamente y con algún que otro complemento, como el trabajo de 'core' o el trabajo de equilibrio y propiocepción, nos ayudarán a llegar más en forma y mejor preparados a la temporada.
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Sam Suarez,
Técnico deportivo superior