Por fin, desde hace ya algunas semanas, tenemos mucha y buena nieve en nuestras estaciones. Este último fin de semana, igual que los anteriores, la calidad y cantidad de nieve ha sido muy buena, al menos en Grandvalira, la estación en la que esquío con más frecuencia.
Sábado 4 de febrero de 2017.
El sábado por la mañana me levanté un poquito antes de lo normal porque notaba esas mariposillas que revolotean por el estómago cuando sabes que algo emocionante está a punto de pasar. Quería probar unos esquís que me habían recomendado en Esports Cubil y me acerqué a recogerlos un poquito antes de que abrieran la estación.
Y un poco pasadas la 9 de la mañana empecé a esquiar con la ilusión de tener un gran día por delante, la calidad de la nieve lo dejaba claro desde el principio, pero quizás podríamos tener problema con el viento y la visibilidad.
En una primera bajada de calentamiento por pista azul ( me gusta comenzar así ), me di cuenta de que la nieve estaba ideal y de que los esquís funcionaban de maravilla. Desde el inicio te das cuenta de varias cosas: son cómodos, no se nota apenas la anchura del patín (88 mm.), da la impresión de ser un buen compromiso pista-fuera pista (sin excesos) y, en general, te das cuenta de que llevas un esquí muy polivalente.
Tras una primera bajada de calentamiento voy a la pista Àliga, en El Tarter, donde la nieve suele estar muy buena cuando está recién caída y que sirve para probar esquís un poquito más a fondo. Uffff, la nieve estaba muy buena y el esquí se comporta muy bien, muy cómodo de manejo, es como si fuera mío desde la primera bajada, de hecho es solamente la segunda del día.
Probando los esquís y disfrutando de la nieve se hicieron las 10 de la mañana, hora en la que había quedado con los amigos un poco más “quemadillos” que yo y con más tendencia al fuera pista.
De entrada me hicieron una propuesta de esas a las que no puedes decir que no: “¿vamos a probar esquís a “SKIIZ” que hoy tienen test de Faction? Ummmm. -vale-. ¿Cómo vas a decir que no a una prueba de esquís gorditos en un día de bastante buena nieve?
Me dejé asesorar por Carlos, que ya ha acertado muchas veces diciéndome qué me puede ir bien, y elegí un modelo de 102 mm de patín, sin titanal y con bastante “rocker” delante y detrás. Me parece que con esos datos ya os estoy dando muchos datos de cómo puede ir ese bicho en nieve recién caída…
Pero, por desgracia, no estaba el día para echar cohetes y se veía más bien poco, así que nos estábamos quedando sin la posibilidad de probar los esquís en su estado natural. Eso sí, dentro de pista, con la nieve que había el esquí iba de maravilla. Fáciles, a pesar del 102, no muy lentos en el cambio de cantos y, en general muy agradables. A pesar de no llevar “titanal” son unos esquís con una respuesta en reacción bastante buena, eso es así por su construcción tipo “sandwich” según me comentaron después en la tienda. Vamos, para mi peso y estilo de esquí me parece un esquí que “reacciona” justo como yo necesito.
La mañana iba transcurriendo con buen esquí, con un grupo de muy buen nivel y que no me tenían que esperar mucho, y, en general, estábamos disfrutando de una buena mañana de esquí. Pero faltaba algo, yo lo notaba.
Y, como muchas veces, ese algo que te alegra el día vino de la casualidad.
Sin darnos cuenta Javi, que esquía mucho y yo, que tenía ganas, nos quedamos solos y nos equivocamos en un cruce que nos llevó a una de esas sillas que vistamos menos… Y salió el sol.
No fue por mucho tiempo, pero el sol se quedó lo suficiente como para poder hacer una de esas fantásticas bajadas en una zona totalmente virgen para nosotros. Con buena nieve, sin ninguna huella y con una condición que, en ese momento, se antojaba ideal. Y le dije, vamos tío, no corras mucho y vamos, que está buenísimo…
Lo de no correr mucho es una cosa muy subjetiva, por lo visto, pero en esta ocasión, por lo menos, no lo perdía de vista. Y la bajada fue tremenda. El esquí va muy bien en ese ambiente. Había muchas “olas” de esas que forma el viento y que pueden ser muy problemáticas con mala visibilidad, pero en ese momento se veían y, sobre todo, veía a Javi absorberlas y disfrutarlas como si fueran juguetes que le iban poniendo por el camino. A mí no se me daban tan bien, pero por lo menos las iba pasando sin que se me atragantaran e incluso las eché de menos cuando dejaron de estar en nuestro camino. Yo no iba muy deprisa pero tampoco despacio, estaba a gusto, el esquí estaba en su ambiente y la nieve muy agradable.
Lamentablemente la emoción nos dejó muy por debajo de la silla y tuvimos que bajar hasta demasiado lejos para poder repetir.
Estuvimos esquiando muy a gusto por pista y por fin nos volvimos a encontrar con nuestros “compis” que se habían perdido, aunque ellos decían que nos habíamos perdido nosotros. Tomamos un cortadito por no perder mucho tiempo y seguimos unos cuantos.
Llegó la hora de devolver los Faction, y en esta ocasión no me dolió como otras veces cuando te desprendes de unos buenos compañeros porque sabía que lo que se quedaba conmigo. los Dynastar Legend 88 eran también unos esquís a los que iba a sacar mucho partido en la nieve que había.
No sé qué hora sería, pero bastante tarde para haber empezado a las 9, y el estómago lo sabía. Esquiamos un poco por pista fácil y un poco por pistas rojas y negras, que se estaban llenando de las típicas bañeras que se forman por el paso de los esquiadores. Hay que tener en cuenta que gran parte de la gente se había pasado el día esquiando en las cotas bajas. Los Legend 88 se desenvuelven muy bien en ese terreno y me facilitaban la vida en un ambiente en el que no soy especialmente hábil. De tal forma te ayudan que trataba de buscarlos, los baches, cuando no se veían fácilmente.
No sé de qué manera, pero al final del súper grupo que se había formado nos quedamos Joan y yo, y parecía que no se nos iba a acabar la gasolina (en este caso el cortadito que me había tomado) en todo el día. Me gustan las tardes.
Con poca gente ya esquiando nos subimos a una zona más alta, y la visibilidad nos hizo bajar un par de marchas, pero aplicar técnica y recursos. Es una gozada esquiar con Joan siempre, pero cuando en estas circunstancias te da un consejo vale la pena seguirlo. También recordamos al maestro Carolo, que en alguna ocasión ha dicho que los días de niebla se “aprieta” como si tuviera que pasar por un túnel. Y eso, además de bajar la velocidad, cerrar todos los giros, usar bien los bastones y otros recursos de los que nos olvidamos en el esquí de cada día (muy mal hecho, pero es verdad que lo olvidamos), nos dieron un par de bajadas en niebla sensacionales. SENSACIONALES, sí. Y parecerá mentira, pero después de un día glorioso de esquí las bajadas que más recuerdo, o que con más gusto recuerdo fueron esas.
Bueno, esas y las que estaban por llegar.
Que fueron muy similares pero por fuera de pista. En un terreno accesible pero sin pisar por nadie, con poca visibilidad pero bien conocido y sin ningún peligro que no fuera algún montón de nieve venteada. Otra vez me sorprendieron los esquís, porque solamente 88 mm de patín parece que no den para tanto. Pero, ¿se acuerda alguien con qué esquiábamos hace 12 ó 14 años? El primer esquí que me vendieron como “fuera pista total” tenía 70 mm de patín. Y este Dynastar Legend no solo tiene 88, sino que además tiene “rocker” delantero, y eso te facilita mucho la vida.
Pues eso, que dos bajadas de disfrute más y todavía nos regalamos con una “Àliga”, con algunos márgenes bien bacheados en los que pude aplicarme un poquito más.
Las 16’30, no es mala hora para dejar de esquiar, mañana hay que volver y parece que tendrá buena pinta.
Domingo 5.
¡A las 9 y un minuto! No hay tiempo que perder y no me encuentro con el forero Chicarrón. Me hago una bajada para ver qué tal está la nieve y bajo a “SKIIZ” a ver si está este chico cogiendo Faction, que no me extrañaría nada.
Y efectivamente. Nos cogemos un par para cada uno.
Podéis ver en este corto artículo cómo estaba el tema sobre las 9’30 de la mañana. Pintaba bien.
Y los esquís también pintaban bien, en pista con nieve recién caída genial, quizás yo no soy mucho de “titanal”, pero se dejan y el patín parece adecuado: 95.
Hablando con Toni llegamos a una conclusión, y es que hay que agradecer a las tiendas y a las marcas que se implican en las pruebas de esquís. A nosotros nos hacen un favor, pero sobre todo, se lo hacen a ellas mismas, porque de otro modo no podríamos haber probado esquís Faction y no se me hubiera pasado nunca por la cabeza el comprar unos. Ahora tengo una referencias muy buenas y sé qué me puedo encontrar si los decidiera comprar.
Por eso, desde aquí, aunque seamos un humilde blog, animamos a las marcas, tiendas y a la empresa del esquí en general a que dé a conocer sus productos. Y sabemos que es un sector al que le cuesta salir de la crisis, pero está saliendo y nosotros tenemos ganas de probar y de comprar. ¡Sí, somos unos viciosos!¡Nos encanta el material!
Pues sí señores, nos metimos de lleno en un día de nieve polvo. Por momentos lo que parecía que iba a ser una tormenta se iba diluyendo en poca cosa, y en algunos instantes hasta se veía perfectamente.
Nos animamos, ahora ya estábamos cuatro, se habían sumado a nosotros Manu y David, a hacer unas canales que a mí se me suelen atragantar bastante, pero la calidad de la nieve era buena y me sentía bien. ¡Vamos!
Es diferente estar esquiando bastante bien por ahí, por las zonas normales, a asomarte a una canal de la que se acaba de caer una cornisa y con una pendiente que todavía me impone mucho. Mis compañeros son esquiadores solventes y bajan dos de ellos sin problemas, a mí se me atraganta más, pero la bajo hasta la mitad que es la zona de máxima pendiente y después queda una bajada franca, limpia, con pendiente pero ancha que me hace disfrutar mucho. Mucho. Y cuando la adrenalina se dispara así es cuando deberíamos volver a la gran pendiente y repetirla, pero hemos revuelto bastante la nieve y hay mucha por ahí sin revolver. ¡Seguimos disfrutando!
El bosque más abierto está bastante disfrutón, a pesar de que a mí se me juntan un poco los árboles le estamos sacando jugo y diversión y las palas anchas están de lujo. ¡De lujo!
Sin tener sensación de que corra el tiempo nos dan la una del medio día y decidimos tomar un café, espero que me dé la misma energía que me dio ayer, porque hoy el día está mejor todavía.
Un par de palitas suaves y riquísimas y nos vamos al bosque de nuevo. Esta vez un poco más cerrado, tanto que mientras una rama me empujaba a traición por el hombro otro pino se movía para darme justo entre el casco y la máscara, nariz y boca. Dos cosas me quedan claras en ese instante: hay que llevar buen casco (y máscara) y hay que bajar un poco la velocidad. Los árboles están más duros de lo que nos creemos. Sé que hay mucha gente que no quiere llevar casco, y a mí me parece bien, pero yo creo que hubiera perdido el conocimiento de no llevarlo. Espero un instante mientras mis compañeros se aseguran de que no tengo nada y seguimos. Un poco más atontado de lo que estaba antes del golpe, pero todavía me daba el cuerpo para seguir disfrutando.
Y poco a poco los compañeros lo van dejando. Yo no puedo.
Devuelvo los Faction, buenos esquís, y recojo de nuevo los Dynastar Legend 88.
Pero tengo que comer algo.
Y mientras mando un par de wasap que responden otros que tampoco lo había podido dejar. Alex y Ramón no han empezado a primera hora, pero llevan rato dándole a los mejores rincones, a esos que a esas horas están ricos ricos y que no podemos decir aquí para que lo sigan estando.
Le indico que estará muy rica una palita que ya habíamos bajado esta mañana y se fían de mí. Ya llevan horas de esquí y prefieren el terreno un poco más asequible, sus rodillas llevan décadas de esquís, y aunque las mías también parece que me respetan un poco más. Esquís gordos llevan los dos, yo voy con los Legend, que lo están haciendo muy bien.
En terreno dominado por el polvo sus patines andan mejor, también ellos son mejores esquiadores que yo, pero no me quedo atrás, o por lo menos no mucho. Me gusta como van los Legend. Es cierto que se va mejor con más patín, pero en la pista se va mejor con menos, así que este esquí puede ser una buena opción para el que quiera algo así como un 70-30 (en mi opinión). Pero me parece muy difícil establecer el porcentaje exacto a un esquí. Quizás sería más sensato decir que te ayudará en pista y en fuera de pista y que se maneja con soltura en ambos ámbitos, aunque para polvo se quede un poco escaso tiene “rocker” y se mueve fácilmente, así que quizás una cosa te compense con la otra. También tengo que decir que yo peso poco y no necesito nunca grandes patines.
En fin, que nos hicimos dos muy buena bajadas y nos fuimos para casa.
De nuevo las 16’30.
¡Vaya dos días de esquí!
Os dejo un breve video para que veáis la calidad de la nieve:
Domingo 5 de febrero from Alvaro Urzaiz on Vimeo.