Buenos días queridos amigos. ¿Notáis la presión del contador? Algunos de nosotros echamos un ojo un par o tres de veces al día al contador a ver si ha bajado un poco más rápido de la cuenta. Ahora mismo estamos a 55 días, pero yo soy optimista y creo que empezaremos a esquiar unos días antes.
¿Se te ha ido la mano este verano? Es fácil que sí, a muchos (a casi todos) nos pasa. Hemos perdido, en mayor o menor medida, la forma física y creemos que no estamos ya a tiempo de recuperarla. Pero sí que lo estamos.
Es verdad que los que se preparan, me incluyo, la temporada bastante en serio, cada uno dentro de sus posibilidades, están ya, o estamos, un poco justos de tiempo. Pero no hay nada imposible.
La gran mayoría de nosotros tenemos que compaginar, como es lógico, la vida familiar, laboral y deportiva y muchas veces nos cuesta un gran esfuerzo. ¡Qué fácil lo tienen los grandes deportistas que vemos por la tele! Lo que tiene verdadero mérito es que una persona de mediana edad, con vida laboral normal (casi siempre un poco estresante) y familia o pareja, pueda dedicar tiempo al deporte. Y, sin embargo, cada vez es más frecuente ver a más y mejores deportistas entre la gente normal y corriente.
En esta entrada no vamos a hablar de ningún ejercicio concreto, ni de ninguna rutina milagrosa o de un nuevo deporte o aparato que te ponga en forma de un día para otro. Espero terminar para las semanas próximas un par de artículos bien trabajados al respecto.
Esta semana solo quiero animaros. Y para eso solo os voy a hacer recapacitar sobre algunas cosas:
- Es mejor poco que nada. El que tenga un ratito, por pequeño que sea, para hacer algo de deporte, puede aprovecharlo. Sí es mejor hacer 2 ejercicios breves que ninguno. O uno, incluso.
- No os acomodéis. Somos esquiadores. Bajamos (algunos hasta subís) montañas a gran velocidad. ¿No somos capaces de subir las escaleras de un piso en vez de ir en ascensor? ¿Y dos pisos?
- El sofá es es gran amigo con el que quieres estar pero que sabes que no te ayuda en nada.
- La comida. La comida es el factor que más diferencia marca entre un cuerpo sano y uno que no lo es tanto. No tengas ninguna duda: esa bolsa de patatas no la necesitas.
- Se puede hacer tanto deporte en la vida diaria, o más, que en el mejor gimnasio del mundo. Me refiero a andar, a subir escaleras, a ir a los recados en bicicleta (los que pueden) a jugar con los niños en el suelo en vez de en el sofá, a movernos con energía en vez de a cámara lenta…
- El descanso. Si no descansas no rindes. En ninguna de las facetas de la vida. ¿De verdad es tan importante la chorrada que estás viendo en la tele? A mí me pasa. Esta temporada lo voy intentar cambiar. Mucho mejor leer un buen libro (o un buen blog, jeje) en la cama y dejar que el sueño nos atrape.
En fin amigos, vida sana en general. En 55 días se puede cambiar mucho el estado de forma, solo quería animaros para que podáis disfrutar más todavía de nuestro deporte.
Espero, en breve, un buen post sobre el tema. Hasta entonces me gustaría saber, si lo queréis contar, qué hacéis vosotros en vuestra vida diaria para no perder la forma.
Por cierto, si os fijáis en el lateral derecho, a menudo subo cosas a Instagram de las que voy haciendo, ejercicios fáciles. A lo mejor a alguno os inspira, me alegraría mucho.