Ya ha llegado la primavera, los días comienzan a alargarse, hay mucho sol y suben las temperaturas. Es un buen momento para seguir disfrutando de la nieve, pero con algunos cambios, tanto de horario, como de técnica de esquí, ropa y accesorios.
En primer lugar, debéis saber que la calidad de la nieve en primavera varía respecto al resto de la temporada. A primera hora de la mañana es habitual encontrar nieve dura. Poco a poco, a medida que avanza el día, suben las temperaturas y el sol incide con más fuerza, la nieve comienza a transformarse, ablandándose, y finalmente, durante las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más elevadas, la nieve se va poniendo pesada, lo que dificulta los movimientos sobre los esquís o la tabla de snow. Es por eso que, durante los últimos días de la temporada las estaciones de Aramón cambian su horario, adelantando la apertura a las 8.30 horas y el cierre a las 15.00 horas desde el lunes 6 de abril hasta el día del cierre de las estaciones, el 12 de abril para que todo el mundo pueda aprovechar las horas del día en las que la nieve está en mejores condiciones.

Pero también debemos hablar de la ropa. Ya hemos hablado en el blog de la importancia de vestirse con tres capas una costumbre que hay que mantener incluso en primavera, pero con materiales más ligeros. Se trata de evitar pasar calor pero seguir protegido. Puedes escoger prendas para la primera y segunda capa de poco grosor y material ligero y sustituir tu grueso anorak de tercera capa por una chaqueta fina, sin forro, que te proteja del posible viento o los chubascos primaverales. Ahora puedes cambiar también tus guantes invernales por otros más finos, y prescindir de gorros y orejeras.
Recuerda que ahora tu piel está más expuesta que nunca al sol, ya que en primavera los rayos inciden con más fuerza. Si a eso sumamos la radiación –que aumenta un 15% por cada mil metros de altitud- y el efecto espejo de la nieve que refleja el 80% de los rayos ultravioleta, es fácil entender por qué no hay que olvidar nunca ponerse crema solar  y renovarla con frecuencia.
 
Crema también en los brazos o zonas expuestas
Si hace un día de sol radiante, la protección no debería bajar del 50 SPF, y si dejas tus brazos o cualquier otra parte del cuerpo al aire mientras descansas o tomas algo en una terraza, no olvides ponerte crema también en esas zonas si no quieres sufrir quemaduras. Cualquier zona expuesta al sol –las orejas que solías llevar tapadas con orejeras, o el cuello si abres un poco tu anorak- debe estar protegida con crema. Incluso en los días nublados es necesario utilizar una crema protectora, aunque sea de menor factor de protección.

Recuerda siempre que la nieve primavera es exigente. Si quieres llegar en buena forma a las pistas, es importante que hagas un buen calentamiento, con estiramientos de abductores y cuádriceps inmediatamente antes del primer descenso. Puedes hacerlo nada más llegar a la estación, al salir del coche, o con los esquís ya puestos una vez que bajas del telesilla. Te ayudarán a mantener tus músculos en forma, a soportar mejor el esfuerzo y a evitar agujetas.
¿A qué esperas para disfrutar de la primavera en la nieve?