febrero 25, 2015

Abelardo Belío: “La nueva pista de Estrimal es un revulsivo para Panticosa”

Es presidente del Panticosa Esquí Club además de monitor de la estación. Nació en Panticosa y empezó a esquiar de

Es presidente del Panticosa Esquí Club además de monitor de la estación. Nació en Panticosa y empezó a esquiar de niño, por los campos de los alrededores, cuando aún no existía la estación. Ahora tiene 53 años, regenta un hotel a pie de pistas y sigue enseñando a esquiar con las mismas ganas con las que empezó.
Toda una vida dedicada al esquí…
Bueno, sí, aquí es difícil dedicarte a otra cosa (risas). He conocido todo el inicio de la estación de Panticosa. Aprendí a esquiar antes de que existiera la estación, esquiábamos por los alrededores del pueblo, en los campos, con esquís que nos hacían de madera de fresno. Luego ya, cuando se creó la estación en 1970 empezamos todos a esquiar en las pistas. Y hasta hoy.
¿Qué supone para la estación la nueva pista de Estrimal?
Era algo muy demandado desde hace tiempo que por fin se ha hecho realidad. Es un revulsivo muy importante para Panticosa, poder llegar esquiando hasta la propia base de la estación. Es una pista muy bien hecha, muy bien diseñada, y que está teniendo mucha demanda. Todo el mundo se está sorprendiendo para bien. Es un gran cambio para todos, para los monitores y para todo el que viene a Panticosa.
¿Y la unión con Formigal?
La unión de las estaciones es positiva para todos. Bienvenido sea tener al lado una estación como Formigal, pero Panticosa es otra oferta, lo ha sido siempre, con un gran potencial para familias, donde se ha ido haciendo su mercado. Son dos ofertas complementarias. Es lo mismo que ocurre en los Alpes, cuando vemos una estación de 150 kilómetros por ejemplo y, al lado, una estación de las características de Panticosa de 30 o 40 kilómetros que funciona de maravilla. Son dos ofertas diferentes, y que con esta unión se complementan perfectamente.
Y ahora es fácil ir de un sitio a otro en autobús…
Hemos tenido un inicio de temporada complicado por falta de nieve, pero esta conexión por autobús ha sido muy importante desde el principio. Era algo también muy demandado, se hablaba de ello desde hace mucho tiempo y todo el mundo que lo ha utilizado está muy contento, permite olvidarse del coche y eso es algo muy positivo, hay mucha gente que le tiene respeto a las carreteras de montaña y les facilita el tránsito de un lugar a otro. Como bien sabemos todos, el motor de la economía de esta zona es la nieve. Aparte de que Panticosa siempre ha sido un punto estratégico en verano, pero la nieve es lo que siempre ha ayudado a que se genere riqueza en estos valles. Tenemos la suerte de que incluso tienen que venir personas de fuera del valle y de fuera de la comunidad a trabajar aquí, tenemos que estar muy contentos todos de cualquier mejora.
Panticosa es una estación muy familiar, ¿el que va repite?
Tenemos muchos clientes que repiten temporada tras temporada y, además el boca a boca funciona muy bien y son muchos los que recomiendan la estación. Las mejoras en la estación han contribuido a ello, pero también la buena atención que reciben, la amabilidad, el servicio… Llevo muchos años en el club y como monitor de esquí entrenando a niños y adolescentes y te encuentras con familias jóvenes con padres que aprendieron a esquiar aquí y que vienen ahora con sus hijos para que aprendan también, esto es cíclico.
Además de ser monitor, preside el Panticosa Esquí Club, ¿hay una buena cantera?
En España se trabajan muy bien las bases. En Panticosa tenemos el Panticosa Esquí Club, que no está enfocado solo a la competición sino también al fomento del deporte. Nuestra prioridad es el esquí, aunque tenemos también otros deportes fuera de temporada. Tenemos muy buena cantera y lo que estamos demandando es que haya más ayudas para estos chavales para ese momento en que puedan dar el salto a centros de tecnificación o puedan llegar al equipo nacional, sin ayudas de la administración es muy difícil.

Abelardo Belio, con un grupo de juveniles en Panticosa
Abelardo Belio, con un grupo de juveniles en Panticosa

Y hay muchos cursillos infantiles…
Ahora mismo tenemos cien niños en cursillos todos los fines de semana y festivos, esto son al fin y al cabo cien familias que vienen a la estación. Además de los chavales que puedan estar haciendo al mismo tiempo un cursillo organizado por la Escuela de Esquí, que se inició a la vez que la estación de esquí, y que ha tenido y tiene una profesionalidad excelente, y cada día sigue trabajando para mejorar en beneficio de los clientes. La verdad es que en Panticosa se genera muy buen ambiente entre los niños y entre las familias, se organizan pequeñas fiestas… Hay fechas como la semana blanca que son especialmente importantes para la estación, hay gran actividad y nos alegra a todos mucho.
Una buena forma de resarcirse del difícil inicio de temporada…
Sí, es así. Esto puede pasar cada 25 o 30 años y nos ha tocado este año, se ha iniciado la temporada un mes más tarde, pero hay que seguir luchando y estoy seguro de que saldremos adelante. No hay más que ver la estación estos días, llena de gente, de chavales, de familias.
¿Qué consejos daría a quien no ha esquiado nunca?
Lo primero es dejarse orientar por un profesional, especialmente en los inicios. La labor de un monitor de esquí no es solo enseñar a esquiar. Es saber orientar al esquiador en cuanto a material a utilizar, los esquís, las botas, los bastones, las gafas, el uso de crema protectora o qué pistas puede ir probando después.
¿Es más fácil enseñar a un niño o a un adulto?
Son dos filosofías diferentes. Con niños, todo se establece como un juego, ellos lo que quieren es empezar a deslizarse rápido; y con adultos, que normalmente son más cautos, hablas más de técnica y les enseñas a corregir algún hábito incorrecto, pero el desarrollo final y el objetivo es el mismo.
Además del esquí, ¿qué otros deportes practica?
Me encanta la bicicleta, me gusta salir por las carreteras que rodean Panticosa. Y soy un enamorado de la montaña, me gusta salir a andar por la montaña, a sitios de los alrededores como los ibones de Bachimaña, el de Brazato, o subir al Garmo Negro, un tresmil al que se sube con facilidad desde el balneario de Panticosa en unas cuatro o cinco horas. La ventaja es que por aquí puedes hacer todo tipo de excursiones, de una hora, de tres o de siete, y puedes hacer rutas de alta montaña y otras más sencillas, la variedad es enorme. Eso sí, hay que ir siempre bien informado y equipado, especialmente en invierno, hay que acudir a los profesionales y pedir información, a la Guardia Civil o en los refugios de montaña.