Solicita una clase para empezar .
Cualquier persona que desee iniciarse con esta disciplina que es el Telemark es bastante aconsejable que recurra a un profesional, al menos para encauzar un aprendizaje que no es fácil. Puedes solicitar este servicio en tu escuela habitual, allá donde suelas esquiar normalmente, seguro que en cualquier sitio que lo hagas encontrarás un profesional de esta modalidad cada vez más extendida.
Encuentro en la pista.
El momento de encuentro en pista es un buen momento para preguntar todas las dudas que nos asalten al profesor, comunicarle nuestro nivel de esquí, él, por su parte, nos revisará al menos visualmente el material y si se está correctamente equipado para comenzar la clase.
Empezamos.
La elección de la pista será muy importante, lo mismo que para cualquier clase de esquí alpino. Lo habitual es que el profesor realize una pequeña prueba de nivel al alumno, evaluando en que momento técnico se encuentra, para comenzar una explicación del gesto y escoger una serie de ejercicios para mejorarlo. Si es la primera clase de Telemark y el alumno sabe esquiar (es el caso más extendido) ha de ponerse de manifiesto las diferencias técnicas entre el esquí alpino y el esquí de Telemark.
Diferencias fundamentales entre el esquí alpino y el de Telemark.
El profesor ha de darte a conocer las diferencias fundamentales que nos encontramos a la hora de abordar esta nueva disciplina.
El equilibrio más precario en el caso del Telemark es lo más dificil de aprender, ya que hemos de acostumbrarnos a esta nueva realidad.
Postura de Genuflexión adecuada es a su vez otra parte con cierta dificultad, que se ha de practicar de manera independiente.
Proceso de cambio en la curva es otro aspecto muy diferente al alpino, además de la distribución de cargas.
Para mejorar estos aspectos diferenciales han de realizarse ejercicios específicos en cada caso, tomando contacto de manera progresiva con nuestra "nueva" manera de esquiar: El Telemark.
En posteriores articulos iremos repasando ejercicios adecuados para introducirnos progresivamente.
Practicar la genuflexión .
El alma de la posición del Telemark es la genuflexión. Habrá que buscar una pendiente suave para bajar lentamente, después caer suavemente en la genuflexión, pensando en bajar desde una posición de disponibilidad cómoda hacia dicha genuflexión. Para hacerlo no hay más que ir adelantando un pie al mismo tiempo que se retrasa el otro, flexionando de manera progresiva ambas piernas y haciendo que la cadera se acerque más y más al suelo repartiendo el peso del cuerpo en los dos pies. Levántarse después, suavemente, hasta la posición de disponibilidad y descender nuevamente con el pie contrario.
Esta genuflexión la vamos introduciendo en nuestra trayectoria, primero en las diagonales. Para practicar su introducción ya en la curva podemos comenzar en practicar lo que se llama el viraje de base.
Viraje de base.
Partiendo de una diagonal en genuflexión efectuamos una zancada con apoyo en el pie delantero para adelantar nuestro pie rezagado, a la vez que abrimos la cuña. No es necesario levantar el esquí de la nieve, poco a poco vamos cambiando el apoyo hacia el esquí del monte, que al cruzar la línea de máxima pendiente, se convierte en el esquí del valle o exterior. El otro se va rezagando y mientras se flexiona la rodilla y se levanta el talón. Progresivamente se colocan los esquíes en paralelo, pero siempre retrasando el interior. Este proceso comienza después de la máxima pendiente.
Iniciación al viraje en paralelo Telemark.
Una vez dominado el Telemark de base, la progresión más logica es abordar un viraje en paralelo Telemark, para introducirnos en este nuevo viraje lo haremos en una pendiente media, no excesiva, donde nos encontremos cómodos.
Tras una diagonal en genuflexión, nos levantamos sobre los dos pies levemente dirigido hacia el interior de la curva, para adelantar la pierna exterior, a la vez que realizamos un cambio de carga de un esquí al otro en el momento anterior a atravesar la línea de la máxima pendiente.Deberemos terminar cayendo de nuevo en la genuflexión. Hay que intentar redondear la curva, lo cual se conseguirá con una repartición correcta de las cargas realizandolo de una manera progresiva y hacer que sean los cantos los que se agarren al realizar todo el proceso, esto lo conseguiremos con una buena flexión en el tobillo.
Puede haber apoyo o no de bastón, si lo hay ha de ser con la mano interior en el punto más alto de la extensión.
Ahora ya podemos practicar, cuantas más horas dediquemos en diferentes situaciones de nieve, mejor llegaremos a dominar la técnica, no hay secretos, el tiempo hace afianzar los conocimientos a traves de las repeticiones.
