Comando Freestyle: operación “tormenta perfecta”
A principios de la temporada pasada, exactamente en el mes diciembre, se concentraron en la península dos fuertes depresiones tormentosas. La primera, entró por el sur, se encontraba en centro del país y descargaba con furia. Mientras que la segunda, alcanzó los Pirineos por el norte….y todo eso, acompañado de las temperaturas más bajas que ha registrado España en los últimos 30 años… ¡Estábamos a punto de entrar en la “TORMENTA PERFECTA”!
Texto y Fotos Scarface
En las noticias llevaban varios días anunciándolo: “se acerca un hola de frío polar, acompañada de fuertes tormentas y precipitaciones”. Para nosotros esta noticia era más bien como agua bendita, ya que habíamos sufrido un principio de temporada bastante flojo. Por lo que esperábamos las nuevas precipitaciones con impaciencia. Pero, por experiencia, sabíamos que la meteo se equivoca a menudo dándonos falsas esperanzas de nevadas.
Así que en ese momento me encontraba en La Cerdaña, de squat en el piso de Guy Diaz y Mark Vallejo. Teníamos que hacer diferentes reportajes en las estaciones cercanas que nos eran imposibles de cumplir por falta de nieve. Por lo que permanecíamos todo el tiempo tirados en el piso, jugando a la PlayStation y criticando la climatología. Sin embargo, mientras nos resignábamos, totalmente impotentes y deprimidos a nuestro destino, por el norte y por el sur se acercaba una tormenta perfecta.
Eso días, sufríamos unas temperaturas polares, pero sin precipitaciones. Esa noche nos fuimos a dormir bajo un cielo claro y estrellado, sin confiar en las previsiones. Seguramente alguno de nosotros se pasaría la noche rezando a alguna divinidad de la naturaleza. Creo que todos rezaríamos a nuestros dioses para que la situación cambiase.
Por la mañana nos encontramos con una visión totalmente diferente a la de los días anteriores. El cielo estaba cubierto por unas espesas nubes negras que dejaban caer copos como bolas de golf. El paisaje estaba totalmente enblanquecido por una densa capa de nieve fresca. Incluso, los coches habían desparecido bajo el manto de nieve y se veían a sus propietarios desesperados por encontrarlos y sacarlos de ahí.
Mientras, a nosotros, se nos dibujó una ligera sonrisa en los labios y se nos instaló una paz interior parecida al éxtasis, o algo similar, a lo que los budistas llaman el nirvana. Nos quedamos ahí, mirando por la ventana. Disfrutando de ese momento de paz que proporciona una tormenta de nieve. En el que el silencio parece detener el tiempo y desaparecen nuestros temores.
Los teléfonos móviles fueron los primeros en romper nuestra quietud. Eran Paco Benguerel y Leo Tarrat que nos sugerían que escuchamos las notícias. Toda España se encontraba bloqueada por la nieve. El caos se había adueñado de toda la Península. Mientras tanto, los comentaristas pedían a la gente que no saliese de casa y que no cogieran el coche. Como siempre en nuestro país, donde se encontraba el mayor índice de histeria era en la red vial: accidentes múltiples, coches volcados, retenciones absurdas, autopistas cortadas y pasos cerrados…
Para nosotros era una situación de ensueño que debíamos aprovechar, fuera como fuera. Por lo que empezamos a hacer todas las gestiones para ver si alguna estación estaba abierta y así poder esquiar sobrenieve fresca. Todos los centros de esquí estaban cerrados por tormenta y fuertes vientos. Lo que dejaba en evidencia que la nieve se encontraba en los valles. Era donde había que disfrutarla.
Así que empezamos a pensar en lo que podíamos hacer. Estaba claro que teníamos que hacer alguna sesión urbana…¿pero qué? Los rails de la zona, ya los habíamos hecho casi todos el año pasado. Por lo que nos quedaba poca cosa que fotografiar en la Cerdaña.
Como fotógrafo, hacía tiempo que cuando subía a Puigcerdà por los túneles del Cadí desde Barcelona, veía unos pequeños pueblos que estaban plagados de rails. Incluso había varios que ya teníamos controlados, esperando tan solo las condiciones perfectas. La única dificultad de mi plan es que, en esa zona, casi nunca nevaba en abundancia y que, además, todas las carreteras estaban cortadas.
Pero como bien sabemos: “¡nunca hay barreras suficientes para un grupo de freestylers decididos!”. Así que Mark Vallejo, que es bombero y local de la zona donde íbamos a trabajar, cogió el teléfono y nos confirmó que la zona estaba bajo un espeso manto de nieve y que había encontrado un paso posible.
¡Así que sólo faltaba armar al comando Freestyle que iba a participar en la misión “TORMENTA PERFECTA”!
La selección era amplia. Puesto que nos encontrábamos en la Cerdaña, zona donde abundan los freestylers. Pero, aún así, iríamos a lo seguro y después de una llamada el comando de chock ya estaba listo. Se trababa simplemente de los más adecuados para esta misión:
-Guy Diaz, ¡especialista en misiones complicadas!
-Leo Tarrat, ¡siempre dispuesto a dejarse la piel en combate!
-Mark Vallejo, bombero de la zona y nuestro guía. ¡Dispuesto a todo!
-Paco Benguerel, veterano en todo tipo de combate. ¡Especialista en hacer esperar a los colegas!
-Alex Gosteli, fotógrafo, busca sólo las imágenes maás agresivas, ¡no se anda con mariconadas!
Lo primero fue elegir dos coches que tuvieran cuatro neumáticos de contacto y cargarlos con: esquís, botas, palas, cámaras, flashes y todo lo que nos pareciese útil. Una hora más tarde estábamos de camino al túnel del Cadí, para intentar cruzarlo y acceder a los pueblos del valle del Berguedá.
Es evidente que no teníamos ni idea de lo que nos íbamos a encontrar por el camino. Todas las vías estaban totalmente nevadas, con coches cruzados y parados por todas partes. La policía y los bomberos cerraban la mayoría de las vías y era prácticamente imposible circular.
Mientras tanto, nosotros, seguíamos avanzando en dirección a nuestro destino. Sorteando los coches y los obstáculos diversos, tomando caminos alternativos, evitando las carreteras cerradas por la policía. ¡Perecíamos dos rompe hielos surcando los polos!, ¡con la música a tope y una tripulación de amantes de la nieve!
Cuando por fin, parecía que llegábamos, nos encontramos con la carretera cerrada por los bomberos. Intentamos razonar con ellos, pero debíamos retroceder. Hasta que Mark, quien se encontraba en el segundo coche, sacó la cabeza por la ventanilla y llamó al bombero:
–“Hey, ¡hola Mark!, ¿cómo estás?, le dijo el bombero.
-A lo que Mark respondió: “nada estoy con unos amigos, tenemos que pasar para una sesión de fotos”.
-yçY el bombero: “pues nada, ¡pasa!, ¡pero ten cuidado!”
¡Así que ya estábamos, ¡ya habíamos sorteado todos los obstáculos! Benditos bomberos…” ¡grácias”!
Nuestro primer objetivo era un pueblecito llamado Rodonella en el que se situaban una serie de rails en medio de unos edificios de color rosa-salmón. Nuestra elección fue un rail de unos veinte escalones. Era corto, pero con pendiente. Además, tenía un mini kick (¡que casi no se aprecia en las imágenes!) que lo hacia mas técnico de que lo que aparentaba. Rápidamente, armamos una rampa y empezamos a darle. Guy empezó la tanda, seguido por; Mark, Paco y Leo. Todos se lo acabaron por sacar y los tricks de salida en swith empezaron a caer. Aunque, hay que destacar que, Leo fue de los más finos.
Seguíamos ansiosos por hacer mas cosas. Empezamos una ruta por todos los pueblos hasta que encontramos un kick precioso. Se situaba, en Bagá, en medio de un pasillo, bajo un árbol.
La entrada era bastante complicada y se tenía que tomar una curva justo antes del kick. Así que perdimos mucho tiempo en construir una rampa y un doobie que nos permitiese entrar en el rail. Una vez hecho, al único al que le venía bien el rail, era a Guy. Se marcó unos buenos slides con mucho style, bien monkey. Mark, también, le tenia ganas y empezó a darle de Unnatural, “hasta que l me salga…” dos o tres hostias más tarde: ¡zas! Lo consigió.
Mientras tanto, no había dejado de nevar ni un momento. Nos encontrábamos hambrientos y empapados. Pero yo sólo tenía una idea en la cabeza, se trababa de un rail en bajada blanco de unos treinta escalones, que llevaba un año viendo cada vez que subía con el coche. Se situaba en el acceso a una plaza de juego y era perfecto para nuestra sesión. Así que me ocupé de buscar comida, mientras que los riders preparaban la carrerilla y la rampa.
En el tiempo que tardé en llegar con los bocadillos, ya estaba todo listo. Por lo que nos ofrecimos un merecido descanso.
Una vez más, el rail parecía estar echo para Guy. Era de su lado y el segundo rail lateral estaba obstaculizado por una farola. Por lo que los otros riders se lo debían hacer de unnatural o BSLipslide. Así que se convirtió en una sesión casi exclusiva para el señor Guy Diaz, quien sacó unas preciosas tomas. Paco no lo veía de la misma forma y decidió probarlo de unnatural y BSLipslide. Después de dos importantes crashes decidimos dejar el rail.
Había sido un día completo. Estábamos pletóricos de felicidad y no queríamos que cesase. Entonces Mark nos habló de un pequeño pueblo llamado Cercs en él que podíamos encontrar algún spot más. Cuando llegamos nos encontramos con dos localizaciones una al lado de la otra. Así que nos dividimos y empezamos a construir en los dos sitios.
El primer spot eran unos diez escalones anchos que quería sacar de “ollie to drop”. Me gustan mucho las fotos que hacen referencia al skate y era el lugar perfecto. La entrada y la rampa eran muy cómodas. Así que los riders empezaron a pasárselo bien enseguida.
Se trababa más bien de una sesión de 180 en la que cada uno intentaba imponer el style más alto posible. Empezaron a caer los tricks. Simples pero efectivos. Switch 180 de Guy, seguido de dos monkey style muy bonitos de Paco y de Leo. Pero fue Mark quien se llevó la palma con un enorme 180 Truck-driver. Realmente, Mark Vallejo demostró durante todo el día que tiene un urban-style enorme y un nivel muy alto.
Mientras tanto, se habían aglomerado todos los abuelos y los jóvenes del pueblo que tomaban una copa en el bar de enfrente. La verdad, es que no entendían muy bien lo que estábamos haciendo. Pero aplaudían y animaban en cada salto, creando un ambiente muy cálido. Así que cuando cambiamos al segundo spot todo el pueblo se vino con nosotros. Esta vez era un rail plano de pequeñas dimensiones. Estaba en medio del pueblo, pero la carrerilla era cómoda y Paco le tenia muchas ganas.
La sesión de este último rail empezó muy animada entre: Paco, Leo y Mark. Cada uno planchaba y marcaba buenos slides. Pero fue Paco quien rompió el spot con tres slides seguidos. El primero de regular muy fino, el segundo de unnatural y el tercero de noseslide. Realmente una sesión con clase, en el más puro estilo: Paco Benguerel.
Por fin habíamos acabado. Recogimos el material y nos volvimos a casa, sin la certeza de poder llegar. Al cabo de una hora de viaje volvimos a encender la PlayStation, tirados en el sofá…¡con la satisfacción de la misión cumplida! En mi cámara: ¡una de la mejores sesiones del año!