Vale voy!!, porque estoy nervioso? Fácil explicarlo, en la ascensión un gran bolo de nieve a formado una canal algo profunda, dudo si sacar la cuerda y tener a mano el piolet… no lo hago, comienzo el descenso, los primeros giros son “fáciles”, encadeno cinco o seis y sin darme casi cuenta el patín de mis tablas está en el aire, es decir no siento la nieve bajo mis pies, me he metido en la canal que el bolo ha hecho…
Pienso en sacar el piolet y la cuerda, a unos metros de mí veo una instalación de rapel, tengo que llegar, solo un contratiempo, no puedo ni siquiera hacer el movimiento de sacar de la mochila mi material, fallo, fallo muy gordo, porque??? Que se yo, ahora hay que descender los “fatales 60 aproximadamente metros que hay de no tocar mi zona de patines de esquí en la nieve, no suelo… pero me pongo algo nervioso, y comienzo una “escalera” de descenso que se me antoja peligrosa, cada movimiento se me hace un mundo y no veo el final del agujero que ha formado la nieve al caer, respiro, no miro hacia abajo, me concentro, no miro el reloj, no quiero saber si voy a tardar 10, 15, 60 minutos en ese pequeño trozo de inseguridad, solo pienso que no puedo cometer ningún fallo en cada pequeño paso que doy, no puedo…
Ha pasado lo que me parece todo un día… pero no, posiblemente media hora, no se, pero me quedan cuatro pasos para llegar a la “seguridad” por fin con un dolor en la pierna derecha, mi tabla del valle, “pisa” nieve solo queda la otra y… salvado, lo hago, la pendiente es muy fuerte pero mis esquís descansan en la superficie, esto ya es otra cosa, derrapo un poco para preparar el primer giro por salto, respiro y lo doy, paro, el corazón resuena como si lo tuviera adaptado a unos auriculares a todo volumen, el giro ha permitido que la pierna que ha aguantado toda la “escalera”, descanse, voy, giro una, dos, tres veces cuatro… ya miro al valle, no hay nadie, la pendiente se va suavizando, los virajes más anchos, la respiración más pausada…
El valle, el recuento… los fallos, el por qué? Conclusiones varias, tanto tiempo y…
Enseguida pienso en que no todo son las avalanchas, la montaña es caprichosa, siempre a mis clientes les aviso de la nieve dura, del terreno desigual, de las piedras… de leer la línea a bajar y sin embargo, no entiendo porque no tomé la decisión de sacar el material arriba, nunca lo habría dejado de hacer en caso de ir acompañado de clientes o amigos, todo se hubiera quedado en una entretenida maniobra de bajar asegurado, pero lo hice solo, por una cierta premura a salir de allí, la lección de nuevo aprendida.
PD.- las fotos que aparecen el el articulo no son de esa jornada ( evidentemente ) .
Fotos de: Fidel Mendia y Ricardo Montoro.
Gracias a SALOMON ESPAÑA
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