La idea era salir el martes muy pronto por la mañana de Santander para llegar sobre las diez y algo, dejar a las niñas en clase y aprovechar lo que se pudiese. Que por cierto estuvieron en el jardín de nieve encantadísimas con las chicas y con su profesor Lucas ni os cuento, les estamos muy agradecidos. El viaje fue sin problemas con las niñas viendo pelis en los benditos reproductores portátiles, salimos un poco mas tarde de lo planeado pero bueno, ni tan mal.
Así llegamos al parking, muy buen día pero más gente de la que esperábamos porque era fiesta en Aragón, la cincomarzada o algo así de la cual no teniamos ni idea.
Pagamos sus cosas, las acercamos al jardín y a disfrutar un poco los mayores que parecía que el día se iba a torcer a medida que avanzase.
La nieve no estaba muy allá pero visualmente Candanchú nunca defrauda!
A las cuatro y media vamos a recoger a las bichis y bajamos al Hotel a instalarnos, pegarnos una buena ducha y descansar un poco antes de dar un paseo y cenar por Jaca.
Paseo, pasada por la chocolateria y rápido a cenar a nuestro sitio de cabecera por aquí desde hace algunos años, la tasca de Ana. Tan rico como siempre, muy recomendable. Y de ahí a dormir que el madrugón ya pasaba factura.
El día siguiente se cumplieron los pronósticos y amaneció muy cubierto, lloviendo a ratos en Jaca y bastante viento arriba. Dejamos a las niñas en Candanchú donde solo estaba abierta la zona de abajo y nos acercamos a Astún que por lo menos estaba funcionando la raca.
Para nuestra sorpresa se podía esquiar muy bien y la nieve también estaba bien para las condiciones que había, aunque iba a ir a peor...
A las dos y media o por ahí la cosa empeoró, se cerró más, más viento y empezó a caer una mezcla de granizo, lluvia y nieve que hizo que lo dejásemos ya empapados. Pasamos a recoger a las niñas por Candanchú que no habian podido dar la clase aunque lo intentaron y directos al hotel a darnos una ducha calentita y una sesión de chorros en el jacuzzi.
Por la tarde noche repetimos el guión de la noche anterior.
Estos mocos no respetan nada... Cena y a dormir que al día siguiente daban muy bueno con algo de nieve fresca.
El jueves hace un día espectacular y mientras las bichis recuperan las dos horas de clase del dia anterior nosotros disfrutamos de una mañana y una nieve de las que hacen afición.
A las once bajamos a recoger la correspondencia, esquiamos un poco con ellas, picamos algo y al coche que aún queda la vuelta a Santander.
Con todo el dolor de nuestro corazón así dejábamos Candanchú, no sin antes parar en Canfranc a por víveres mientras yo me acercaba a la estación, siempre tan bonita.
Como veis no es una súper aventura ni un destino exótico ni por supuesto unas fotos como la de muchos artistas que hay por aquí, pero nosotros lo disfrutamos una barbaridad y espero que por lo menos os entretenga un ratillo.
Un saludo para todos.
PD: Que caro sale esquiar con niños!! los quieres porque son tuyos pero... jjajjajjjajaaajjjaajjaj
Os dejo también el video, igual de humilde que el reportaje ya que aunque no soy mayor soy manazas con todo esto de tecnología
