La nieve se compone de granos con figurillas de lo más variado, que se agrupan, pegan, se unen unas a otras a través de las condiciones termodinámicas, temperatura, humedad exposición al sol, al viento etc.… o bien esa unión se realiza por medios físicos, como el pisado de pistas, las avalanchas etc.…
Y así hablamos de la nieve pisada, compactada, reciente pasada de máquina, y ojo con esto, la maquina debe haber pasado de madrugada, la pasada nocturna con diferencias de temperatura puede dar una dureza sorprendente y se necesitan unas condiciones físicas especiales para dominar la traza… me refiero a la mañanera, nieve fría, ideal para la práctica. A esta nieve me refiero en el resto del artículo.
La nieve recién caída, con baja temperatura, nieve en polvo es fácil, da buenas sensaciones de nivel, nieve eufórica diría yo. Basta disminuir y evitar las tomas de cantos, aprovechar rebotes, y el placer está asegurado.
Del resto de las nieves, que decir.... por ejemplo, la nieve húmeda, nieve de entrada con frentes húmedos, cálida, se necesitan buenos apoyos, un reparto equilibrado, poca angulación, y dejarla correr. ..
En Sierra Nevada ,además de tener unas nieves especialmente bien tratadas, pisadas tarde y noche , tenemos una que yo no he visto en otras partes, y me atrevería a decir que es única, la nieve sal, de granos grueso, propia de la primavera a media mañana , antes de su fusión por el calor. En el CEDI, hemos investigado en microscopios la estructura de esta nieve, y es curiosa: granos gruesos danzando en un fluido acuoso, pero estable. Es una nieve segura y noble, pero… habla con ella,… y déjate llevar…, merece la pena aprovechar las últimas nieves de temporada.
El esquiador entonces se desplaza sobre un medio no homogéneo, y por lo tanto se tendrá que hacer con un material que se sepa adaptar a ese medio, el esquí o la tabla.
Y aquí entramos en manejar la mecánica del esquí o tabla y para ello hay que conocerla bien, su mecánica, su manejo, su respuesta en resumen será objeto de la segunda parte de este articulo.
El esquí actual está hecho para reaccionar a la resistencia de la nieve, y provocar el giro. Ese efecto de reacción / deformación del esquí en contacto con la nieve se define como efecto direccional. Cuanto mayor sea la resistencia que ofrece la nieve a la deformación del esquí, y el esquí posea mayor diferencia de cotas, la reacción del esquí será mayor, y huella más precisa, ya sea en rebote con pisada corta, en giro corto o largo en gigante. Si utilizamos una nieve poudresse, la resistencia es débil, la conducción mas imprecisa, los apoyos muy variables.
El identificar la zona de contacto del esquí con la nieve, a través de las sensaciones del pie supone dominar el control, aplicando la técnica adecuada. Por ejemplo : un adelantamiento de la posición a la salida del viraje, equivale a llevar la carga adelantada, la nieve por lo tanto empujara el esquí en la zona delantera hacia el interior, más que en la cola, si además el agarre es en el borde de esta, a través del movimiento de eversión mediante un toque muy preciso de cantos en la parte interior del canto de cola del esquí exterior nos llevará más rápidamente hacia el interior del viraje y el esquí sobregira.
Comprendo que haya que concentrar la atención preceptiva sobre una acción determinada, en este caso, pero con la práctica se automatiza en el subconsciente, y así, se desarrolla la excelencia, se desarrolla el placer, y crece el deseo de superar nuestro dominio.
Esquiar bien, es dominar la situación con la mínima perdida de energía. En las pruebas el mejor tiempo significa la nota más alta en el binomio agarre/ deslizamiento , y en el esquí en libertad , el cotidiano, significa dominar el medio a través de la técnica llegar a este punto, es cosa de los sentidos educados ,de las sensaciones trasmitidas de los pies a la cabeza, y es esta la hay que tener técnicamente bien amueblada … déjense de trucos , y lean la nieve.
Justo Uslé Álvarez