Claro, que si el policía que abre la maleta es finlandés, se limitará a sonreír y sólo me dirá: “Buena suerte”. Porque cualquier habitante de Finlandia sabe para lo que sirve todo el químico y los artilugios que acabo de colocar en la maleta: son las ceras, adhesivos y herramientas que harán volar mis esquís o los convertirán en pesos atados a mis tobillos en la Border to Border.
Mañana volamos a Helsinki, de ahí a Kuusamo, entrenamos el jueves y tomaremos la salida el viernes junto a la frontera rusa, en los alrededores de la estación alpina de Ruka. Dicen que es la mejor del país, aunque apenas supera los 200 metros de desnivel… Pero muchos años las nieves llegan hasta junio (y está completamente iluminada, o no serviría para nada, teniendo en cuenta que a estas latitudes hay noches de varios días…).
El Norte de Finlandia, pegados al Círculo Polar Artico, tiene nieve, pero no tiene desnivel. Este es un país en el que no rueda una canica, inundado de miles de lagos y bosques. Es por eso que se disputa una de las pruebas más emblemáticas del esquí de fondo, un pequeño Dakar blanco, la Border to Border. ¡Allá vamos!
Te vamos a contar todas las peripecias de esta gran aventura aquí, en vivo y en directo, en Nevasport, y en el Facebook de Full Activity… Bueno, todos los días en los que además de nieve y fatiga, tengamos cobertura telefónica para enviar un artículo.
De momento hoy, el día de dejar preparadas las maletas, el trabajo de la oficina para la ausencia y todo lo demás, lo que os puedo contar es que estoy hecho un flan. Me pasa cada vez que afronto uno de estos retos que exceden a mis capacidades técnicas y físicas (vamos a recorrer esquiando 500 kilómetros en 7 días). Como cuando la Everest Trail Race o el Dakar de verdad…
Tengo un montón de mariposas sin forfait volando en el estómago y esta noche dormiré mal.
Pero hace mucho tiempo que me dijeron algo que me gustó y que he hecho mío: “¿Imposible? ¡Búscate otra excusa!”
