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Última actualización: 21/03/2024 a las 11:59:00 (CET)

Alpes del Zillertal, verano 2010 (Hintertuxer Gletscher)

Alpes del Zillertal, verano 2010 (Hintertuxer Gletscher)
Adjuntamos un reportaje, esperando que os sirva de utilidad de cara al viaje que se organiza a través de vuestra página al Valle del Zillertal.
Allá por el verano de 2010, cuando le dijimos a nuestra familia que iríamos al Zillertal, todo el mundo preguntó al unísono:

-¿A dónde?

Así que acabamos por explicar que nos íbamos a Austria. A finales de Agosto. A esquiar.

A los aficionados a la playa no les pareció una opción “normal”. Tampoco a la policía de aduanas francesa que nos paró a las 4 de la madrugada, y que nos encontró cargados de bultos atravesando la Alsacia. Nos desviaron a un lado del peaje y nos registraron el maletero en el que lo único que había son esquís, bolsas de botas, bastones…Típico maletero de Agosto.

Nos piden la documentación con las cejas en alto y la boca en “O”. Nos preguntan de nuevo a dónde vamos. A qué. Cuántos días. Leen nuestras reservas del hotel varias veces. Se llaman unos a otros y cada uno lee las mismas hojas y mira el mismo equipaje. Y al final, tras unos tensos veinte minutos se convencen, o nos toman definitivamente por locos, y nos dejan continuar viaje.

Supongo que no es habitual llegar a Austria desde Santiago de Compostela parando antes en la Alsacia francesa, pero las vacaciones es lo que tienen, que uno las programa sin objetivos claros. Aquellos paseos por localidades como Colmar, Riquewhir,… hacían presagiar que el viaje estaba bien planeado y que no íbamos a dejar de ver lugares maravillosos.

Y desde allí llegamos en Agosto a Mayrhofen, en el valle del Zillertal, rodeados de incertidumbre hacia el lugar, y sorprendidos de que la lluvia que nos acompañaba desde Suiza se transformara cerca de la frontera en … nieve. La primera nevada de la temporada se adelanta y cae la última semana de Agosto.



Nuestras primeras llamadas a familiares en bañador y toalla son para comentarles que el glaciar estará cubierto de nieve polvo.

-¿Arena en polvo? –dicen las mamás.

-¿Hace calor, entonces? –preguntan los papás.

-Sí, sí,… ¡nevando! – dicen los amigos- cuéntame otraaaa.

Todo nos pilla por sorpresa a partir de ese momento, porque, ¿qué es lo que buscábamos en un viaje de esquí de verano? Estaba claro que nieve. Pero en un glaciar, uno se espera algo de hielaquen por la mañana y nieve transformada el resto de la jornada. Pero con la nevada, el glaciar nos regaló nieve polvo desde la primera jornada en que subimos allí y aunque el sol no brilló todos los días porque la niebla a veces venía a visitarnos, cuando ésta se disipaba… aparecía… la montaña: La montaña alpina. Rodeados de picos de más de 3000 metros de altura, nevados, en un ambiente único, tras una maravillosa excursión desde Mayrhofen hasta Tux.



Llegados al aparcamiento, rodeados de los vehículos de muchísimos clubes y secciones de esquí de variopintas asociaciones, nos sentimos formar parte de una forma de vivir el deporte: incluso en verano, esquí. Sin embargo, no todos sentimos la temperatura de Tux de la misma manera. Si vas a subir, te abrigas. Si acabas de bajar, la sensación térmica, es de muchísimo calor. Vean, vean qué idílico lugar para dormir la siesta:



Tomamos una serie de tres telecabinas hasta llegar a la cumbre del glaciar. En el viaje vemos varias grietas del mismo. Los carteles avisan. “Recuerde que se trata de una zona de glaciar, no salga de los recorridos señalizados”. Incluso esa sensación de montaña domesticada, que invita a la aventura, también sabe a precaución. Por las grietas cabe una persona.

Pero arriba, en la zona domesticada, las sorpresas no terminaban, pues se podía realizar una excursión a una cueva de hielo. Muchísimos turistas esperan la hora de que el guía les baje a visitarla.



También los niños estaban en las mentes de la dirección de la estación, y en la parte más alta tenían un pequeño tiovivo hecho con neumáticos que les arrastraban por la nieve, así como una zona vallada para jugar con trineos en pleno verano. Lo más habitual, pensaba, para niños españoles.



La nieve tenía una excelente calidad y no pudimos más que maravillarnos de las habituales imágenes que para un esquiador tienen tanto cariño. Los clubes, entrenando con sus chicos. El ambiente deportivo. El amor a la nieve que se respira entre aquellos que aún en agosto, no pueden vivir sin una bajadita más.



El edificio de llegada del Hintertux Glestcher III (recordamos que son tres telecabinas para llegar hasta la cima), nos deja a una cota de 3250m.



En el mirador superior, las montañas recién nevadas que nos rodean alcanzan cotas sobre los 3000 metros, y los Alpes se alargan hasta donde nos llega la vista. Desde allí se divisan el mítico Grobglockner (3708, en la foto), o la joya del Zugspitze (Balcón de Baviera, 2962), que separa Austria de Alemania.



Otros tres miles de la zona se asoman al mirador, así como los picos más altos del valle.



Nos estampamos el cuño montañero en el único papel que llevamos encima (el ticket de compra de los forfaits) y seguimos la jornada.

El Glaciar cuenta con dos vertientes principales. Una, la del Schlegeis Glestcher (la más pequeña) y otra, propiamente la del Hintertuxer. Ambas están dominadas por la pirámide del pico Olperer de 3476 metros.



Hacia la vertiente del Tux, se abre una mayor cantidad y variedad de pistas, y es la zona que nosotros encontramos abierta en aquella época. Por aquellas laderas, perfectamente pisadas, perfectamente cubiertas, deslizamos nuestros esquís, rodeados de grupos de esquiadores que rozan la perfección: aficionados en grupos de a diez que se deslizan por las laderas en gráciles giros sincronizados dejando bellísimas trazadas y chicos con sus monos de competición, organizados por sus entrenadores en zonas preparadas y señalizadas para entrenamientos, con sus skiman cargados de mochilas enormes cerca de ellos. Los palos y los cronómetros puestos. Es un ambiente casi místico para alguien que llega sacudiendo la arena de las playas de las Rías Bajas de las alfombrillas del coche y al que todavía le huele el pelo a salitre.

Las pistas con más dificultad de la zona del Tux son la 8-A (en la foto) y 11B, que con otra pista negra que se abre hacia la otra vertiente, son las tres negras del dominio.



Sin embargo, la mayor parte de los clubes estaban aquellos días entrenado en la zona de la pista 9, ya que dos teleskis paralelos a ellas les permitían entrenar sin descanso. Los operarios trabajan en preparar los remontes y pistas de la zona superior para abrirlos tras las nevadas. Cada día va abriendo una nueva zona. Mientras tanto, maquinaria pesada trabaja en un punto de la estación, sin descanso.

-Tendrán pocas pistas -pensamos, con cierta sorna- en el valle.



Nosotros nos deslizamos habitualmente por las pistas que bajan hacia la zona intermedia de la estación, hasta la Tuxer Fernerhaus. Principalmente por la pista 3. Todos nos vamos haciendo viejos conocidos a lo largo del día, compañeros de una bajada tras otra.



Tomamos el GlescherbusIII sin descanso, ya que la zona de entrenamientos parece más ocupada. Cada minuto menos oxidados y más cansados. Al final del día, nos vemos todos en la terraza del restaurante, mientras miramos a las pistenbully ocupadas en preparar otra zona del glaciar, cubierta con los famosos plásticos.

-Serán para cultivar fresas debajo – nos indican desde España.



El resto de la zona inferior aún no está abierto ya que el verano también fue subiendo la cota esquiable. A pesar de ello, el glaciar sabe a mucho, y nos da de sobra para seguir una y otra vez. Se agradece también el hecho de que al menos algún día nadie quiera irse por acá, mientras te indica que tú te vayas por allá, que tu nivel de esquí es todavía malo para seguirle. Aprovechando que cada vez más y mejor conoces el recorrido, nos tomamos nuestro tiempo subiendo y bajando rodillas, bastones, brazos, ensayando movimientos que otros días no quieres hacer, recordando las ultimas clases, allá en pleno invierno. Esquiamos sin descanso, hasta la extenuación. De pronto, mi compañero no puede más. Voy detrás suyo, cuando sin previo aviso, se deja deslizar fuera de la pista y se tira al suelo, como si de un snowboarder se tratara.

-No puedo más –me explica con terrible pena cuando llego a alcanzarle. –Tengo que parar.



Pero no sólo de esquí se alimenta el cuerpo. Tras las jornadas, los tentempiés en la Hohenhaus Tenne (http://www.tenne.com/hintertux/), frente a la entrada del telecabina, nos provocan risas, pues por fin supimos qué hizo Blancanieves, tras casarse con el príncipe. Montó un bar en la casa de los enanitos. Allí sigue. Todo el edificio parece estar hecho de madera, y hasta los baños nos trasladan a un mágico mundo.



¿Qué no me creen los lectores? Pues pasen, y vean: http://www.tenne.com/hintertux/tenne-hintertux360/panotour/pano/wc-herren.html

Las vueltas a Mayrhofen, tras la visita al Hintertux, nos ofrecen la posibilidad de detenernos a tomar instantáneas de bellísimos rincones.



Hay tantos que nos gustan, que no sabemos donde establecer el límite. Decenas de instantáneas nos ofrecen paisajes bucólicos, nevados o no, que enviar a escépticos.



De vuelta en Mayrhofen, el Penkenbahn permite subir con BTT a las pistas de la zona del Penken. Poco puedo hablar de este tema, ya que no era nuestra actividad. Pero quedamos con las ganas de ver la montaña. Recogemos mil y un folletos de la zona.



Otra interesante actividad veraniega, y quizás desde mi punto de vista, la más recomendable, es recorrer la carretera alpina de Gerlos que une Zell am zillertal (no confundir con Zell am See) con Gerlos, dejando atrás esta localidad hasta llegar a las cataratas Krimmler y mediante la que cruzaremos la frontera de la zona del Tirol con la zona de Salzburgerland. Así el viajero podrá ampliar su visión del dominio del Zillertal invernal: Muchas de las laderas que se ven desde el paseo son zonas esquiables, casi no hay ladera que no sea accesible por algún remonte.

En la bellísima ruta, por una carretera alpina de pago (http://www.gerlosstrasse.at/en/), veremos el Speicher Durlaßboden, un lago que se crea a partir de una presa y que ofrece bellísimas instantáneas y paseos por la zona.



Tras pasar los peajes, no tardamos mucho en divisar la localidad de Krimml (ya en Salzburger Land) y su espectacular catarata. Dividida en tres tramos, ofrece un increíble paseo veraniego. http://www.wasserfaelle-krimml.at





De vuelta por la misma carretera, aprovechamos de nuevo el paseo, decidiendo qué lugares nos gustaría visitar con el invierno ya metido en carnes, y tomando folletos o instantáneas de mapas de pistas en las bases de los dominios, ahora, cerrados para la práctica del esquí y destinados también a BTT o trekking.



Aunque se puede aprovechar para darse una bajadita en estos cacharros tan divertidos:



Si alguien quiere salir del valle del Zillertal, Innsbruck está a un paso del mismo y hasta quizás podría atreverme a recomendar una visita al museo Swarovsky en la localidad de Wattens, de camino a Innsbruck, pero con el poco tiempo libre que tenemos cuando vamos a esquiar, voy a recomendar solamente hacer una parada en la tienda, y dejar el museo para cuando de verdad se visite la zona sobrado de días.

Pero, seamos sinceros, ¿nos sobra alguna vez el tiempo cuando estamos en los Alpes? A mí, nunca. Tengo tantas cosas que ver, tan distintas y tan iguales a mi tierra. ¿Material? El que necesite ¿tiendas? Más de las que necesitaré en la vida ¿cuántas veces he visto llegar un camión de esquís de Atomic a una tienda? En la primera semana de septiembre, un camión entero espera a que tras la pausa de la tarde, un local abra sus puertas para descargar dentro.

-Un camión enteroooo y de una sola marca, – pensamos ambos ¿Cuántos más camiones vendrán?



Otra actividad única es poder recorrer el valle del Zillertal en un tren de vapor. Ya sabemos que no todos son amantes de paseos en locomotoras a vapor, pero no deja de ser sorprendente, de repente, encontrarlas paralelas a tu coche, diciéndote adiós desde sus potentes calderas y marcándote el camino con sus penachos de humo.

Y por supuesto, no podría dejar de pasear por las tranquilas calles de Mayrhofen, ni de día:

Cuando el penken funciona todo el día subiendo aficionados al Trekking y al BTT



Y el teleférico que sube al Ahorn, hace compañía al Penken.



Mientras los niños juegan con preciosos telecabinas de juguete, a imitación del Ahornbahn



Ni de noche:



Para nosotros quedó claro que, como destino veraniego, el Hintertux gletscher y el valle del Zillertal ofrecían algo muy interesante que nadie podría ya hacernos olvidar. El último día, en el mostrador de la recepción del apartamento, la conversación se desarrollaba con tristeza.

-He pasado mi infancia leyendo todos los folletos de estaciones austríacas que pasaron por mis manos. ¿Cómo puede ser que no conociera nada de este sitio? –murmura Carlos, una y otra vez, al irnos.

-Volveré pronto- le dijo a la hostelera al despedirse.

Y no mentía.


Fuentes:

http://www.hintertuxergletscher.at/de/

http://www.zillertal.at/en/winter/home/

http://kristallwelten.swarovski.com/

http://www.gerlos.at/

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16 Comentarios Escribe tu comentario

  • #1
    Fecha comentario:
    20/11/2012 12:11
    #1
    Gran reportaje. Muchas gracias por compartirlo!! :+:

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    • Gracias!
  • #2
    Fecha comentario:
    20/11/2012 12:16
    #2
    :+: :+:

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    • Gracias!
  • #3
    Fecha comentario:
    20/11/2012 15:28
    #3
    :+: :+: Habrá que montar un viaje de esquí de verano

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    • Gracias!
  • #4
    Fecha comentario:
    20/11/2012 15:38
    #4
    :+: :+: :+:
    Eso de esquiar en verano tiene que ser muy divertido

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    • Gracias!
  • #5
    Fecha comentario:
    20/11/2012 20:21
    #5
    #3 Ya estás tardando. :diable:

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    • Gracias!
  • #6
    Fecha comentario:
    20/11/2012 20:37
    #6
    #5 Si después no vienes

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    • Gracias!
  • #7
    Fecha comentario:
    20/11/2012 20:43
    #7
    #6 Hombre, eso es un golpe bajo. Yo en verano y hablando alemán, tengo tiempo y a la parienta convencida. :+:

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    • Gracias!
  • #8
    Fecha comentario:
    20/11/2012 21:27
    #8
    Oh! Estupendo reportaje. Yo ando mirando planos de pistas, intentando memorizar algunos nombres -ufff! qué nombrecitos- y recorriendo la intrincada geografía alpina de Austria. Así que me ha venido muy, muy bien ver tus fotografías y leer tus estupendos y trabajados comentarios.
    :+:

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    • Gracias!
  • #9
    Fecha comentario:
    20/11/2012 23:02
    #9
    Muchas gracias bonito reportaje. :+: :+:

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    • Gracias!
  • #10
    Fecha comentario:
    21/11/2012 06:46
    #10
    que buen repor,como me gusta ver a mis paisanos en viajes de montaña,que para playas ya estan las nuestras :+: :+:

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    • Gracias!
  • Nar
    Nar
    #11
    Fecha comentario:
    21/11/2012 11:01
    #11
    Gracias por compartirlo, me trae muy buen recuerdo, gracias

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  • #12
    Fecha comentario:
    21/11/2012 16:22
    #12
    Excelente reportaje :+: :+: Gracias por compartirlo.

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    • Gracias!
  • #13
    Fecha comentario:
    21/11/2012 18:29
    #13
    Carallo que tedes mono de neve... :lol2: , como esperasteis tanto a colgar el reportaje, muy bueno, graciñas por compartirlo. :+:

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    • Gracias!
  • #14
    Fecha comentario:
    22/11/2012 09:49
    #14
    Hace 10 años que mi familia y yo esquiamos en Austria. Es maravilloso y si quereis un hotel de relax y donde te miman Hotel Tuxerhof es alli donde cada vez mas nos sentimos como en casa y realmente puedes decir he hecho vacaciones- es increible.Y no nos olvidamos del Aprèski :)

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  • #15
    Fecha comentario:
    22/11/2012 13:39
    #15
    Me ha encantado el report :+: :+: :+:

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    • Gracias!
  • #16
    Fecha comentario:
    05/12/2012 17:23
    #16
    Así foi Manzaneda hay mil quinientos millons de anos (ano arriba, ano abaixo) Recordo como si fora hoxe. vos como sodes novos non o recordades. A miña casa era igualiña a esas, algún austriaco que ma copiou.

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