SELVA NEGRA – Ejemplo de sostenibilidad ligada al esquí
Antes de salir de viaje, buscando por internet información, nos dio por mirar las estaciones de esquí que había por la zona. Nos sorprendió mucho ver que con una altitud máxima de 1493 metros, en la zona cercana a Friburgo había 9 estaciones de esquí.
Sé que las comparaciones son odiosas, pero no se trata de dominios como Baqueira o Andorra que tengan capacidad de organizar decenas de actividades en verano para mantener viva la montaña. Se trata de estaciones pequeñas como las que tenemos en la cordillera cantábrica y gracias a una buena gestión, mantienen la zona viva tanto en verano como en invierno.
Algo tan sencillo como una buena señalización de rutas de montaña para ir caminando o en bici ya atraen gente. En la selva negra hay cientos de kilómetros de rutas señalizadas. Cada pista forestal tiene señalizaciones. En cada parking hay un mapa con todas las rutas. Las áreas recreativas se mantienen “vivas” y no se dejan morir entre la naturaleza. Pequeñas cosas que consiguen que la montaña tenga vida en verano y que no suceda como muchas estaciones en España, en las que el aspecto de abandono quita las ganas de ir a pasar el día en verano. Creo que el éxito está en abarcar un amplio rango de actividades y no centrarse exclusivamente en macro proyectos.
Algunos ejemplo de los que vimos allí son los siguientes:
- Lo primero que hicimos en nuestros días en la zona fue hacer una ruta de montaña hasta el Lago Feldsee. El descubrimiento de esta zona fue un poco peculiar. Un día aburrido mirando con el Google Maps las estaciones de la zona, concretamente la estación de Feldberg y vi que había un lago circular junto a la estación.
Hice zoom y empecé a buscar la pista forestal que llegaba al lago, cerca del pueblo de Barental. Creo que es una de las mejores cosas que hemos podido hacer. Si hacer una ruta de montaña en Asturias produce sensación de libertad, hacerla en Alemania, sin saber lo que te vas a encontrar y con gente que te saluda sin saber lo que dicen, ¡es indescriptible!
En Barental había decenas de rutas indicadas para recorrer la zona en bici. Una vez que dejamos el coche nos adentramos en un precioso bosque que bordea la estación de esquí. A mitad de camino había un mapa de la zona con las rutas de montaña. Como podéis ver en la siguiente foto la información de las rutas tiene todo lujo de detalles.
Después de unos 8km llegamos a un nuevo paraíso.
En lo alto alto, haciendo zoom con la cámara, se podía apreciar gente disfrutando de las vistas del lago y de la selva negra desde una de las zonas más elevadas de la misma.
Y es que la estación de Feldberg abre en verano uno de sus telesillas para llegar a lo lato del pico Seebuck, que con sus 1450m es la cota más alta de la estación.
(Foto sacada de Google)
- El pequeño pueblo de Hinterzarten es característico por la impresionante vista de sus cuatro trampolines de salto cuando pasas por la carretera. Tiene un museo sobre la historia del esquí muy bien indicado desde los accesos a la zona.
Además para darle más vida al pueblo, se hacen festivales en verano con saltos de esquí incluidos. (Foto sacada de Google, no coincidimos con el evento)
- Uno de los mejores recuerdos que nos trajimos de la Selva Negra fue el pueblo de Titisee, se encuentra junto al pueblo del mismo nombre. Es una zona turística con tiendas y hoteles pero cuidados al mínimo detalle. Además de la cantidad de gente que alquilaba un bote para dar un paseo por el lago o el campo de mini-golf, lo que más nos llamó la atención fue la construcción de un parque lúdico acuático cubierto.
El parque acuático que mencionaba tiene SPA, aquapark y una zona con piscina exterior (cubierta en invierno) emulando una playa paradisiaca con 180 palmeras naturales. He buscado información en internet y me he encontrado con la página web de Badeparadies (http://www.badeparadies-schwarzwald.de/).
En conclusión, una zona muy recomendable para visitar tanto en verano como en invierno. Muchas actividades que hacer, gente muy amable y muchos pueblos y ciudades que merece la pena visitar.
Para despedirme, una foto de nuestro compañero de picnic en el Lago Feldsee.