La ruta parte de la zona de acampada situada junto a Parador de Pineta (1.278 m.), al que podemos llegar fácilmente desde el municipio de Bielsa. Tomamos la pista que asciende hacia el Balcón de Pineta.
La pista gira a la derecha y pasa sobre un puente sobre el río. En este punto, avanzamos unos 300 metros más por la pista, ignorando una senta que sale justo al pasar el puente (a nosotros nos hizo confundirnos y perdimos un rato). El desvío hacia el balcón está perfectamente indicado hacia la izquierda de la pista. Continuamos por ella y al rato seguimos encontrado señalización.
La ascensión no es que sea un paseo, ya que salva más de 1.200 metros de desnivel, pero al menos la senda está muy bien marcada. Con el peso que llevamos se hace duro.
Vista hacia el valle de Pineta, que va haciéndose más y más profundo según subimos. La idea es dormir en el Refugio de Tucarroya ya que no hemos subido tienda, pero unas personas que bajan nos dicen que está lleno. Vaya tela, ¡pero si es jueves!, vamos a tener que improvisar un vivac...
Aparece el Circo de Troumouse, con el cresterío de La Munia, Sierra Morena, etc. y el Robiñera a la derecha.
Después de poco más de tres horas llegamos al Balcón de Pineta (2.538 m.). No pensábamos dormir aquí, pero la situación nos obliga a hacerlo, así que buscamos un vivac donde pasar la noche (hay varios decentes en la zona). La primera vista de la cara norte de Monte Perdido te deja con la boca abierta unos segundos.
Cenamos algo y rápidamente nos metemos al saco. El termómetro baja con la misma velocidad que lo hace el sol, a las 21:30 teníamos ya 7°C.
La noche pintaba bien, fresca pero despejada. Al rato de acostarnos se levantó un viento horrible y la verdad que fue muy complicado dormir algo. A las 5:30 sonaba el despertador...
4,5°C al amanecer. Un fallo de coordinación entre el equipo nos hizo salir bastante más tarde de lo previsto, e iniciamos la vía cuando el sol ya pegaba con cierta fuerza. A poder ser hay que ponerse en marcha de noche para llegar a la base del primer corredor con las primeras luces del día. Sea como fuere, llegamos al pie del primer corredor, que está en el centro de la foto aunque sube hacia la izquierda.
Manos a la obra. El corredor en cuestión es estrecho pero no demasiado, se sube bien y suele tener nieve en buen estado, aunque en nuestro caso ya le va quedando poco y podemos ir viendo que en el resto de la ascensión vamos a encontrarnos con alguna trampa.
Vamos protegiendo la ascensión con algún seguro intermedio, aunque no es totalmente necesario subir encordado. Pendiente prácticamente constante de 50/55° aprox,
Llegamos al final del primer corredor. Algún agujero en medio por falta de nieve pero sin problemas. Ahora giramos a la derecha para progresar por el glaciar de Monte Perdido, la pendiente se suaviza pero no hay que descuidarse. Un resbalón y la caída es de órdago.
Esta parte es la más disfrutona, nos encordamos en ensamble por no guardar la cuerda.
Y llegamos a la rimaya, que podemos esquivar por su lado izquierdo.
A los pocos metros vemos que para seguir la vía normal hay que hacer una travesía un tanto peligrosa. El sol calienta mucho y la nieve está poniéndose muy mala a pasos agigantados haciendo un constante zueco en nuestros crampones, así que decidimos tomar una ligera variante para salir al balcón superior del glaciar. Se trata de un pequeño resalte mixto, con hielo en su parte media y roca en la entrada. Montamos una reunión en unas fisuras cercanas y para arriba.
Y este es el paso visto desde arriba:
Mirada hacia el lago helado de Marboré y el Refugio de Tucarroya. A pesar del calor, el lago continua semi helado.
Ya estamos en la segunda parte del glaciar, donde se abre un amplio campo de nieve, A partir de aquí podemos progresar más rápido, aunque al igual que en el resto de vía decidimos ir asegurando con la cuerda montando reuniones con los piolet pero sin perder demasiado tiempo. Unos 50° de pendiente en este tramo.
Impresionante la vista del Cilindro de Marboré y el Dedo del Monte Perdido asomando a la izquierda. Como se puede ver, parece que no pero hay pendiente y hay que extremar la precaución en cada paso que damos, y más con el estado de la nieve que nos encontramos por no salir antes.
Un poquito de zoom...
Y al rato alcanzamos el punto clave de la vía: el corredor superior. En condiciones normales de nieve puede presentar un resalte de hielo su parte media, pero lo que nos encontramos nosotros no se si fue todavía peor. A los pocos metros de empezar el corredor, la nieve se acaba y lo que queda es una lengua de hielo fino con agua corriendo por debajo. Este agua pasa también por debajo de la nieve situada justo debajo, por lo que el espesor era mínimo.
Al alcanzar el cambio entre la nieve y el hielo, giramos a la izquierda para salir del corredor por una pequeña chimenea de unos 3 metros (III). Lo peor de todo era llegar hasta el pie de la trepada, puesto que la mínima presión de más sobre la delgada capa de nieve podría hacer quebrar toda la lengua. Para muestra, una foto desde el final de la trepada:
Imposible subir por nieve/hielo. De hecho al corredor no creo que le quedara ni una semana para pasar a ser impracticable. Seguimos entonces por la roca, mucho más segura aunque con tiento, ya que vamos con crampones. En este punto nos fueron muy útiles los 4 o 5 friends que llevábamos, tanto para montar reuniones como para ir metiendo algún seguro intermedio.
Vista hacia los picos de Astazu:
Y seguimos metidos en faena. Pasos de III/III+ con roca medianamente decente, aunque de vez en cuando se desprende algún trozo y hay que andar con ojo, sobre todo el que va de primero.
Miramos para atrás y el patio ya es majete. En la foto se ve muy bien el corredor que hemos abandonado y la roca de grandes dimensiones donde hemos montado la reunión del primer largo en roca.
En total tuvimos que subir por roca 3 largos de 30 metros. Finalmente encontramos una salida a la cresta por nieve. Última reunión y cima a la vista:
Nos ha llevado un poco más de lo previsto, pero ya estamos en la cima de Monte Perdido (3.355 m,)
Preciosas vistas desde la cima. Por ejemplo hacia el Valle de Ordesa:
O hacia el Cañón de Añisclo:
Cilindro en primer plano y macizo del Vignemale tras él:
Soum de Ramond. La próxima vez que venga no te escapas jeje
Comenzamos el descenso, esta vez por la vía normal y la famosa Escupidera.
Una vez en el lago helado, subimos hacia el Cuello del Cilindro. Desde abajo parece mucho más complicado pero es una trepada muy sencilla. Tras ello, solo queda bajar en dirección al Balcón de Pineta.
A la derecha va apareciendo la vía que hemos subido hace unas horas.
Y el primer corredor, que desde aquí parece mucho más vertical que cuando se está dentro:
Parada en el Balcón de Pineta. Cambio de calzado, un poco de comida, recogemos los trastos del vivac y de vuelta al coche por la misma vía de subida, eso sí, sin dejar de disfrutar de las tremendas vistas que nos brinda este valle.
¡Hasta la próxima!
Ficha de la ruta:
Días: 2
Duración: Parador Pineta - Balcón de Pineta (3 horas y media aprox.). Balcón de Pineta - Monte Perdido (unas 5 horas). Monte Perdido - Parador Pineta (4 horas aprox.)
Desnivel total: 2.300 m.
Dificultad: AD (max. 55° en nieve/hielo y III+ en roca)
Material: CASCO, cuerdas 2x30 m. (o 1x60m.), 2 piolets, crampones, arnés, reverso, mosquetones de seguridad, 3 o 4 friends hasta el número 2, algún fisurero pequeño, anillos de cinta para montar reuniones, 3 o 4 cintas express. En condiciones de buena nieve pueden ser útiles un par de tornillos de hielo y una estaca de nieve.
Época recomendada: De marzo a junio. Si las condiciones lo permiten se puede estirar hasta todo el mes de julio.
Observaciones: Ruta que combina dificultad física y pasos técnicos. Ambiente muy alpino. Recomendable valorar previamente las condiciones de nieve, puesto que con escasez de nieve aparecen pasos de roca y mixtos que aumentan ligeramente la dificultad habitual de la vía. Atención a las caídas de rocas, frecuentes en la última parte de la ascensión.
Croquis de la vía:
