Mi viaje al Cáucaso
Los teleféricos de Azau.
Una vista de las pistas de Cheget.
Descenso desde el refugio Barrels por las pistas de Azau.
Descendiendo con esquís la cascada de seracs del glaciar Azau. No estaba previsto que tuviéramos que bajar por ahí.
Más seracs.
Ese soy yo en el confortable refugio Barrels.
La víspera del intento de cima en el refugio Barrels. Al fondo, la silueta de las dos cimas del Elbrús. En ese momento estábamos a -30ºC, pero acababa de cenar y con la barriga llena no se nota el frío.
Foqueando.
A 4600 m, ya sin esquís, de camino al Elbrús, antes de que el tiempo empeorara bruscamente.
El telesilla superior de Azau, a 3750 m.
La base de Cheget. Da igual a donde se mire. Todo es enorme. La “montañita” de detrás tiene 4500 m.
Azau tiene dos teleféricos que suben desde 2300 a 3500 m, un telesilla de 3500 a 3750 m y un telesquí en la base de la estación. Habitualmente funciona un servicio de snowcat que sube a los esquiadores desde 3500 a 4100, con lo que el desnivel total es de 1800 m. Cheget tiene varios telesillas y telesquís que suben desde 2100 a 3100 m.
Las posibilidades de freeride de las dos estaciones son inmensas, aunque en el caso de Azau hay que andarse con mucho cuidado porque la mayor parte del fuera de pista es terreno glaciar, y los glaciares allí son de verdad.
El viaje fue bastante intenso, especialmente el día que bajamos esquiando el enorme glaciar de Azau y su cascada de seracs y por supuesto el día de intentar la cumbre a la que tuvimos que renunciar a 300 m del final por la ventisca. En general, el tiempo no nos acompañó y nos encontrábamos frecuentemente con fuertes vientos, nevadas y temperaturas de entre -20ºC y -35ºC.