Este verano he visitado Grandvalira para ver las actividades que ofrecen a sus clientes. La experiencia ha sido muy interesante, no solo como profesional observador, sino también como cliente.
Las estaciones de esquí en verano, amplían y mejoran cada año su propuesta con la intención de ofrecer experiencias de mayor valor.
¿Estrategia de CAPTACIÓN o FIDELIZACIÓN? Opino que ambas.
Se pueden CAPTAR nuevos clientes a través de la oferta de actividades para toda la família. Padres y niños disfrutando en un entorno muy accesible, mucho más que en invierno. Compartiendo momentos de ocio durante las vacaciones y generando experiencias atractivas que perduran en forma de recuerdos agradables en la mente del consumidor.
¿Si me lo he pasado tan bien en la montaña, porqué no probar también en invierno?
Se están generando este tipo de razonamientos y es importante tener en cuenta el poder y la influencia que cada vez más, ejercen los hijos en el momento de elegir un destino de turismo familiar. La decisión final está muy condicionada por su opinión. Son ellos los que mandan.
Se puede FIDELIZAR también al cliente de invierno. La família que disfruta de las tirolinas, de los inchables, del tiro con arco, de las excursiones, de los quads, de un buen almuerzo...
El deportista que busca la misma adrenalina que en invierno. Pone a prueba su habilidad mediante el descenso en MTB y la Enduro, disciplina que evoluciona muy deprisa y que cada vez atrae a más adeptos a las estaciones de esquí.
Y porqué no el relax del Golf en alta montaña, lejos de las temperaturas asfixiantes del llano o el fondo de los valles, mientras mejoramos nuestra capacidad aeróbica recorriendo los distintos agujeros que nos propone la estación.
Estar cerca del cliente durante todo el año es bueno, es una buena estrategia de fidelización. Beneficia a todas las partes. La empresa ofrece contenido a sus clientes. A éste, le gusta recorrer los paisajes que tantas experiencias agradables le ofrecen en invierno.
Pero FIDELIZAR al CLIENTE INTERNO también es una muy buena estrategia para las estaciones de montaña. Aquellas personas que forman parte del equipo, que trabajan allí y representan un activo clave para ofrecer un buen servicio, encuentran la OPORTUNIDAD de alargar su relación laboral con la empresa, identificándose cada vez más con ella y generando engagement. El resultado final, seguro, se traduce en una mayor orientación hacia el cliente, un valor añadido muy importante para poder competir con excelencia, en un mercado maduro y competitivo como el de la nieve.