Es un tema complicado porque interactuan muchos factores.
Acabará regulado, y no por ATUDEM, que tendrá su margen de maniobra, pero si por las acciones autoimpuestas de las empresas explotadoras, basadas en sentencias judiciales en casos de resolución de reclamaciones por accidentes. O peor aún, debido a su catálogo adjunto de infracciones y sanciones, directamente por leyes.
Y es lógico que acabe así. Lo ideal es que llegáramos a una convivencia todos los usuarios de las pistas, basada en la educación, el sentido común (
)y el respeto. Pero es que hablamos de la especie humana. Con suerte, del Homo Erectus, no siempre del Homo Sapiens, y demasiadas veces de Neandertales a medio evolucionar, cruzados con Cromagnones a medio hervir.
Y desgraciadamente son estos últimos los que marcan el ritmo y condicionan la vida de todos. Y no sólo hablamos de esquí. ¿O no?
En el mundo, sólo hay tres tipos de personas: las que saben contar y las que no.