Si un cliente acude a un restaurante con varias estrellas michelin y al pedir resulta que se ha terminado uno de los platos del menú gourmet-degustación (había poca nieve y se ha terminado antes de cerrar el horario de comedor), posiblemente le presenten otro plato similar, y muy probablemente luego le inviten a café o copa.
Si un cliente de un hotel de 5 estrellas tiene un problema con el somier de láminas de caoba de una de las camas, probablemente se lo cambien y luego le ofrezcan un "detallito" en el bar.
Es más, no hace falta irse a un restaurante de 5 tenedores. Si en el Mc Donal'ds se equivocan de patatas y me ponen unas normales en vez de las "De Luxe" que había pedido con mi menú "Big Mac", es muy probable que me añadan las "De Luxe" a las que ya tenía
En Baqueira, y en otras estaciones, si cobran 50 € por esquiar en todo el dominio esquiable, vería muy lógico que cobraran menos si no pueden ofrecer al público todo su dominio.
O sea, se me ha acabado el "pato salvaje", pero le puedo "cabrear un pollo" y se lo cobraré al mismo precio.
Otro ejemplo absurdo: "Señores clientes, hoy 31 de diciembre se nos ha estropeado la calefacción del hotel, pero les pondremos un calefactor de aire en cada habitación . No se preocupen, pues aunque el gasto eléctrico para el hotel será elevado, nosotros haremos un esfuerzo por nuestros clientes y luego ya nos encargaremos de cobrarles un suplemento por el "extra hottest"
En resumen: todos sabemos el esfuerzo que hacen las estaciones para poder abrir el máximo de pistas posibles
Y se agradece. Pero si el producto que vendes no tiene la calidad que se esperaba (por número de pistas abiertas en este caso), lo más lógico es rebajar el precio.
Visto desde el punto de vista del cliente: el esfuerzo es mío, que sigo yendo y pagando lo mismo, aunque la estación únicamente me ofrezca un 60% de lo esperado.
Y disculpas por lo absurdo de los ejemplos que he puesto
Un saludo.
