En todos los viajes a los que yo solía ir, un gran esquiador siempre decía: "Olvidarte, algo te vas a olvidar. Que al menos no sea imprescindible." (Paulo, eres un grande
)
Así empezó nuestro viaje a la KDD. O bueno, mas o menos. Madrid. Quedamos el miércoles al lado de un hotel pijo de la Castellana donde los aparcacoches llevan chistera (es un sombrero grande, no una caja llena de tarjetas con chistes, aunque con lo primero también te ríes bastante). Eran las 19:00 mas o menos. Buen momento para dejarse algo. Cargamos equipajes, subimos al coche, sintonizamos chundachunda FM, que si echa el asiento para delante que el Khali es muy grande, que si la palanca es esta de aquí, yo te ayudo, mira, se hace así, y ZASCA.Ahí va Gorfante y se deja medio dedo contra el raíl del asiento. La paciencia de mi hermano Vizor ha dado frutos: Primer lesionado de la temporada.
Expulsamos a Gorfante del coche antes de que bañara la tapicería de sangre, y decide refugiarse en la Farmacia con la dueña mas hipocondríaca de toda la Castellana. Que si eso hay que llevarlo a urgencias a que lo cosan, que si podría haber daño neuronal, que si guarda los trozos en hielo para que te los cosan...el caso es que Gorfante sale de la farmacia gesticulando vivamente y gritando que le llevemos a urgencias inmediatamente.
Sacamos telefonos cachipirulis y tecleamos ruta al hospital mas cercano. Tiempo de urgencias estimado: 4h. Ya parecía dolerle menos porque empezó a sugerir que tal vez podríamos tirar por lo privado y dejarnos caer por un hospital concertado con su seguro médico que quedara mas o menos de camino. Llamada a su seguro médico haciéndome pasar por él (los daños neuronales le impedían vocalizar correctamente, pobrecillo), hasta conseguir confirmación con uno de los OCHENTA Y SIETE hospitales privados que hay en San Chinarro. Aparcamos derrapando en urgencias como en las pelis, nos ponemos a la cola de CINCO personas que había en el mostrador, y veinte minutos después Gorfante decide que el dedo no es tan grave, y que podemos dejar a las CUATRO personas que tenemos delante que sigan a lo suyo y pasarnos por el ambulatorio mas cercano a que le hagan una cura rápida.
1 km mas adelante, y ya en el ambulatorio, la señora del mostrador no terminaba de comprender por qué Gorfante tenía la tarjeta sanitaria caducada, no vivía en san chinarro y YO TAMPOCO, y por qué acudíamos allí con el dedo ensangrentado. Tras 15 minutos largos Gorfante decide apretar un poco la herida para que sangre y así acelerar el proceso. Lo mandan arriba mientras acaban los papeleos. Allí le echan agua oxigenada, le ponen una tirita y le dan una piruleta. Recogemos su tarjeta sanitaria caducada y subimos al coche. Estamos en camino.
He aquí la sangrienta mutilación, el maltrecho dedo semiamputado, el antagonista de los tapones de bote de mermelada. La verdad es que es un tajo cojonudo.
2:30 de la madrugada. Tras las conversaciones de coche mas frikis en varios años, llegamos al hotel Encamp en Encamp, provincia de Encamp. El señor argentino que hacía la guardia nos deleita con historias de cuando estuvo en Madrid hace 20 años y nos permite dejar el coche en la zona de carga y descarga para ahorrarnos el parking de esa noche. Una ganga teniendo en cuenta que a la mañana siguiente el coche tenía un bollo cojonudo en el lateral izquierdo del parachoques, y éste estaba medio colgando. Había restos de pintura gris metalizado y ningún coche gris metalizado al que pedir explicaciones. Barato barato, oiga.
Y, ¿Habéis oido alguna vez lo de "tres es multitud"? Jamás fué tan cierto como en una habitación de hotel. Intenta coordinar las aguas mayores y duchas de tres personas y caerás exhausto en tu cama hasta que los ronquidos de los otros dos no te dejen pegar ojo. Al menos mañana esquiamos. A no ser...
Editado 2 vez/veces. Última edición el 25/03/2015 22:30 por Khali.
