Tan grande el Solanas, que no podremos olvidarle. Es un placer haber podido compartir algunos momentos con él. Creo que es una de esas personas que marcan un antes y un después. Por su culpa cada día estoy más enganchada a este mundillo de la nieve.
Pensaba verle pronto y hablar un montón de cosas con él y sin embargo, ha estado todo el finde en mis pensamientos, así que las bajadas por Formigal y Panticosa han sido un tributo que ojalá nunca hubiése tenido que hacer.
Gracias Juan Carlos.
Un abrazo muy fuerte a todos sus familiares y amigos.