La semana pasada estuve en Cerler disfrutando del tiempo y de la nieve fantástica, solamente el viernes hubo una situación que me decepcionó bastante.
Amaneció nevando y con una visibilidad baja, subí en la silla del Molino con mi nieto de cuatro años y medio que tenía curso en cota 2000, él está encantando y se empieza a defender bastante bien para sus años, en vista del día que hacía y también después de hablar con el profesor, decido quedarme por los alrededores de cota 2000 por si el niño, se cansaba o tenía frío, cada bajada tenía cota 2000 como destinó final, Cogulla, intermedia etc. Al rato me llaman de la escuela porque el pequeño está llorando porque tiene frío, me le traen a la cafetería, y entre el profesor y yo le animamos y entra en calor, pero decido bajarme en la silla, porque tenía frío y no era cuestión de forzar a la criatura. Le doy la mano y con el otro brazo cargo sus esquís, los míos y mis bastones, nieva con fuerza al llegar a la alfombra para subir el desnivel desde la cafetería a la silla compruebo que no funciona,el niño llorando porque tiene frío. Me dirijo a una empleada que esta paleando nieve en la cinta, y me dice que hay que subir andando, le preguntó sí no hay alguna alternativa y me dice que no. Subíamos los dos solos, el niño se cae por enésima vez en la mitad de la subida de la primera alfombra y arrecia el llanto. La empleada está a pocos metros paleando, le digo que si puede echarme una mano, se da la vuelta con la pala al hombro y sube tranquilamente delante de mí. La indignación me rebosa, tiró los esquís allí mismo, cojo al niño en brazos y subo hasta la silla, allí a la persona que está recibiendo gente que subía, eran como las once, le comentó la situación y le pido si puede atenderme al niño unos minutos mientras bajó a por los esquís que había dejado abandonados, muy amablemente me dice que está el solo y no puede abandonar su puesto, cosa que entiendo, pero me ofrece que el pequeño se refugie en la caseta, para que entré en calor y se tranquilicé un poco, se lo agradezco enormemente y bajo todo lo rápido que me dejan las botas caminando por una nieve en la que me hundía hasta el tobillo. Recojo los esquís y vuelta a subir, recojo al niño y el empleado nos ayuda a subir en la silla.
Creo que él ayudar a alguien que está en apuros, con un niño pequeño al que ves que lo está pasando mal, está por encima de cualquier obligación, eso se llama humanidad y buen corazón, lo contrario no me atrevo a ponerle nombre

A veces algunos se toman demasiado al pie de la letra su trabajo sin que les salga improvisar para hacer otras tareas que también forman parte de sus obligaciones

el personal que esta en esa silla por eso así como la mayoría de remontes son unos excelentes profesionales

Desde luego yo he estado en cerler este finde con mi hija de cuatro años y el personal de las sillas excelente, María la monitora de la escuela de velarta excelente, sólo tengo excelentes.... Pero siempre hay alguna ovejita...... Chapó para cerler, siempre que hemos ido nos volvemos con un magnifico recuerdo.

El personal de las sillas nos ayudó fantasticamente durante toda la semana, mi comentario triste (al menos para mí que soy cerleriano 100%) es por la actitud de la empleada que estaba en la cinta de subida al telesilla desde la cafetería de cota 2000, que viendome en apuros con un niño, me dejó mas tirado que una colilla. Del resto no tengo queja, sino todo lo contrario, llevo yendo a Cerler un montón de años, tengo casa allí y es la primera vez que me ocurre algo así

Realmente indignante. Que pena!