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mazingerZ
Yo me lo paso muy muy bien.....eso en que nivel esta?
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RioCorcho
Yo tambien Nikita, "cuanto más te lo mires... peor",+:
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El Abuelo Carver
Sigo este hilo desde el principio, y realmente me parece muy interesante, pero a su vez, me descoloca un poco.
¿Cómo es posible, que después de 55 años deslizándome por esas pistas de Dios, sea la primera vez que me veo incitado a plantearme cual es mi nivel de esquí?.
He leído atentamente las distintas condiciones requeridas en cada uno de los 4 niveles, con el fin de poder incluirme en el que considero que me corresponde. Pues bien, me he llevado una gran alegría, a mis 65 años de edad, todavía soy capaz de cumplir estrictamente las condiciones de los 4 niveles. ¿Ello significa que soy un esquiador muy experto?. Yo diría que no, que soy un esquiador con muchísima experiencia, que no es lo mismo que muy experto.
Por otro lado, desconozco si cada nivel tiene distintos sub-niveles, cosa que sería harto interesante para delimitar con más exactitud el nivel.
Realmente lo que pienso, y siempre he pensado, es que mi nivel real es, y ha sido siempre, directamente proporcional al de mi satisfacción y disfrute de cada bajada. Y en eso, si soy muy experto. Si he conseguido mi objetivo prioritario al esquiar, que es disfrutar al máximo dentro de mis posibilidades, y siempre manteniendo intactas las dos premisas para mi inviolables, como son la Seguridad y la Prudencia, entonces en ese momento me considero un esquiador expertísimo.
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nikita BB
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mazingerZ
Yo me lo paso muy muy bien.....eso en que nivel esta?
En el de superdotado para ser feliz
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giralt
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nikita BB
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mazingerZ
Yo me lo paso muy muy bien.....eso en que nivel esta?
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Mazinger
Me he reído mucho con de superdotado
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nikita BB
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giralt
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mazingerZ
Yo me lo paso muy muy bien.....eso en que nivel esta?
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Mazinger
Me he reído mucho con de superdotado
Mi Mazin es un crack
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Madlogar
Los niveles están definidos en función de dominio de las técnicas y la utilización de las habilidades (como muestra el cuadro del libro de carolo y nes)
Ahora bien: un principiante que hace la cuña perfecta, utiliza las habilidades necesarias adecuadamente, mantiene una actitud abierta, etc... Pues tiene un nivel alto dentro de su escala técnica.
Por el contrario tallar giros y ser incapaz de ejecutar una cuña aceptable, o derrapar perdiendo altura verticalmente, denota un nivel bajo.
Mas o menos es mi punto de vista.
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Choto
Lo que veo muy complicado no es saber si alguien esta en un nivel B o un D... lo complicado (para mi) es saber como de experto es alguien. En realidad como experto, se cataloga la mitad de los esquiadores... yo llevo dado clases los últimos 15 años, y obviamente esquío algo mejor después de tanto tiempo pero llevo 15 años diciendo que soy experto... algo no me cuadra!
Por lo que cuantos niveles hay de experto? sin tener que ser TD1 o TD3 (que muchas veces tampoco es un buen indicativo...)
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balsa
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Choto
Lo que veo muy complicado no es saber si alguien esta en un nivel B o un D... lo complicado (para mi) es saber como de experto es alguien. En realidad como experto, se cataloga la mitad de los esquiadores... yo llevo dado clases los últimos 15 años, y obviamente esquío algo mejor después de tanto tiempo pero llevo 15 años diciendo que soy experto... algo no me cuadra!
Por lo que cuantos niveles hay de experto? sin tener que ser TD1 o TD3 (que muchas veces tampoco es un buen indicativo...)
Una vez que bajas por todos los sitios y tienes recursos suficientes para resolver cualquier situación de una manera adecuada se te puede considerar experto, eso no quita con que se haga Mas Bonito o Menos o en el caso de Profesores que se sea mas Comunicador o Menos,, por aquí se ven las diferencias, esa es mi opinión.
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Cowboy is not back
Holaaaaaaaa
Entro poco, por no decir nada. Ando liao. Pero para una tarde "tonta" que me lío y me encuentro otro artículo de nivel.
Me van a perdonar sus señorías por abusar nuevamente de sus mentes.
No puedo resistirme a volver a colgar algo que ya escribí en su día.
Está escrito al tuntún, sin corregir, en plan vómito ("incontinencia" si uno quiere ser fino).
Fuente:
[www.nevasport.com]
Os dejo una cosilla que escribí hará un año o así.
Para la reflexión y tal. De antemano aviso que es una dramatización, y una ridiculización de algunas actitudes en el esquí.
Ojo, no digo que esté en contra de ciertas cosas. Sencillamente es un ejercicio de reflexión, de llevar algunas cosas a un extremo, para darnos cuentas de alguna cosilla.
Aunque sí, la cosa está basada en la realidad. Y depende de cómo se mida, duele un poco.
En fin....
Ahí va!
El nivel
Pues eso. El nivel. Entendido como sensaciones compartidas por muchos equiadores (por cierto, también de sapiencia y experiencia altas), como un sentido del ridículo exagerado, altamente contagioso y de dudoso beneficio particular o colectivo. Que, qué? Pues eso, que si no sabéis tanto como quisiera, no le deis tantas vueltas y póngase a esquiar. Y ahora ... de qué hablamos? De las consecuencias de darle demasiadas vueltas a cosas que no tienen tanto historia por más que se pretenda.
El esquiador novel o debutante de primera hora, primer minuto, primer vistazo a este deporte, siempre queda deslumbrado por esquiadores de más experiencia. Y ya no digamos la ceguera que le produce ver deslizarse a un profesor o a un corredor disfrazado de superman, estilo gay, sin capa y con un conjunto ceñido, de colores aún más llamativos y suntuosos si cabe. Los unos y los otros nos lo tendríamos que hacer mirar …
Sea como sea, el novel, en cuanto se pone a esquiar quiere llegar a hacer lo mismo que ha visto instantes antes. En un tiempo, digamos, cada vez más inmediato. Cosas de la vida moderna. Evidentemente, ni en estos tiempos tan modernos, esto es posible. Como muchas actividades de la vida, se necesita tiempo, constancia, paciencia, ayuda, etc, etc. Pocos, por no decir nadie, recuerdan como aprendieron a caminar. En cambio sí se recuerda mucho más como le enseñaron a leer y a escribir. Así que, recuperando aquellos recuerdos de los cuadernos con dibujos y colores, que tanto nos llamaban la atención de pequeños, podemos hacernos pasar un poco más la vergüenza por no cumplir aquellas expectativas iniciales.
Recordar cómo nos cogían la manita para juntar los dedos y tener un mínimo control sobre el lápiz. Recordar cómo seguíamos con ese nuevo amigo de madera y grafito las líneas de puntos que formaban cenefas, letras, cuadrados, rectángulos, zig-zags, etc. Recordar como aprendíamos las letras, incluso la recurridísima canción del abecedario. ¡Hasta había un "hit" en inglés sobre ello! Todo esto nos debería hacer sufrir menos y fortalecernos moralmente para afrontar el aprendizaje en esto de deslizarse con unos pies de madera, cercanos a los dos metros, por encima de la nieve.
Al esquiador más avanzado, por llamarlo de alguna manera, parece que algunas cosas ya no le pasen y las tenga más superadas. Seguro? Se rechaza por sistema el uso de la cuña, sea donde sea. Queda fatal detenerse así. Es mucho más fino, espectacular y deslumbrante detenerse siempre con un derrape clásico. No olvide nunca una sonrisa mientras realiza esta deslumbrante maniobra. Tampoco se olvide que lleva gafas de sol. Por más que a la vez de todo esto, cierre un ojo haciendo una especie de guiñada sexy. Tome consciencia de que con las gafas nadie le verá hacerlo. Así que no sean ustedes tan vanidosos.
Coñas aparte, si bien algo ciertas, el esquiador "avanzado" enseguida se obsesiona por diferenciarse del novel. Evidentemente evoluciona con más fortuna por las pistas, pero a menudo busca una dignidad que ni tiene ni necesita. No quiere hacer cuña ni bajo amenaza de ser disparado. Y por supuesto, está desprendiéndose del "horrible derrape". Busca material y lee todo lo relacionado con la nieve. Además, reniega pronto de llevar según qué material o según qué ropa. Aunque esto, a veces le suponga un gasto extra. Quizás ha sido previsor y por causa de este síndrome nivelístico-onanista, ya compró lo que era riguroso a la moda del momento y a una capacidad técnica media-alta. Aunque no le corresponda.
Como consecuencia de todo ello, piensa que esquía muy bien, cosa que no es cierta. Piensa que esquía muy rápido, lo que sí es cierto y le representa un problema. A veces no sólo para él, sinó para los demás. Piensa que cuando un profesor le pide dar un paso atrás y volver a hacer cuña para enseñarle un matiz o una nueva manera de entender lo que hace, le están tomando el pelo. Piensa que esquiar tiene más similitudes a ir a la playa que con estar en un ambiente alpino. No lo dice, porque es incapaz de pensar y relacionar las dos estaciones del año llamadas invierno y verano. Y es que la actitud con la que se toma la actividad es bastante similar a la de un veraneante cualquiera. Se desplaza al lugar en coche. Pasa el fin de semana. Todo es muy caro. Lleva la indumentaria adecuada y sobre todo a la moda. Esquiar en sí mismo, no le requiere los grandes esfuerzos de antes, pero tampoco es que le represente un gran desgaste. Cuando termina, pide una coca-cola, se sienta en una silla en la terraza o en una hamaca del mismo lugar, de cara al sol. Incluso, hay incluso quien acompaña la coca-cola con unas aceitunas rellenas. Siempre hay excepciones. Gente que se ha envenenado con otra cepa del virus. El virus del esquiador fanático. Y está haciendo puntos lo más rápido que puede, para convertirse en un esquiador experto. Sube siempre que tiene ocasión, incluso en solitario, por más que se enojen família o amigos. Esquía todas las horas que le permite el funcionamiento de los remontes. Memoriza catálogos, fabricantes, técnicas, estaciones, nombres de competidores, etc. Los afectados de este virus tienen dos salidas. Abandonan más temprano que tarde, o bien se convierten en esquiadores expertos. A no pocos les sucede lo primero. Todo sea dicho ....
Los expertos también sufren de nivelitis. Están vacunados contra el virus del esquiador fanático. Pero la vacuna les ha dejado secuelas. Por más que las quieran negar. Son un poco nerds, saben un cojón y medio, pero su vanidad les impide articular cualquier palabra que les haga reconocibles como expertos. Si el esquiador avanzado quería diferenciarse por encima de todo, del novel; el esquiador experto quiere pasar desapercibido. Quiere confundirse en la masa practicante. Y a veces, huye de esa masa y disfruta como un niño pequeño estrenando lápiz nuevo, reventado una pala cargada de nieve virgen. Nieve caída el día anterior, de calidad extra, brillante y uniforme, placer para privilegiados.
Ahora bien, como todos los otros, no se escapa de la nivelitis. Caer le representa un problema. Pero le es doble. Al ser esquiador experto desarrolla velocidades altas. Y en ocasiones se mete en lugares complicados. Caer ya empieza a ser un poco peligroso. Ahora, ya no duele igual. Si anteriormente hacía gracia darse una toña, y "perder" el material durante la caída, en diez metros cuadrados, ahora ya no hace ninguna. Porque si la piña es buena, significa que probablemente caerá rodando, sufriendo dolor, aturdimiento y deberá remontar quizás cien metros para recuperar la primera pieza que ha perdido, sea un bastón, un esquí, un botellín de agua, las gafas, las llaves del coche, etc, etc. Y lo peor de todo. No sólo provoca daño físico. Es humillante. Muy a menudo y no se quiere admitir, duele más la moral que el físico. Y es que al esquiador experto le empieza a obsesionarse la perfección. Empieza a buscar la curva perfecta y quiere repetirla en todas partes, sea una pista azul perfecta o una palota de fuerapista bien helada. No diferencia obsesión de misión, como si se tratara un guerrero samurai. Más adelante entenderá que esa curva no existe y se le abrirá una nueva dimensión llena de ideas. Ideas que le ayudarán a esquiar mejor, con más confianza, con más solidez, etc, etc.
Los “profesionales”. Si la afectación de este virus en los colectivos más turísticos de este deporte parece muy importante, en el colectivo profesional la cosa es más grave que en los tres anteriores juntos. Llegado a este punto, cuando uno ya está titulado teniendo el 2 º o el 3er nivel, que son el Técnico y el Técnico Superior, respectivamente; se abren nuevas formas de afectación y nuevas secuelas. El primero es sospechar de cualquier indicación técnica de un compañero. Si la adquisición del título debería tener por consecuencia, la unificación de criterio, sucede lo contrario. El por qué sucede, y si es bueno que pase, es otra cuestión.
Además, en este estadio, se empiezan a tomar aspectos clave, en detrimento de otros como si fueran dogmas, sin motivo aparente.
Y la "desconfianza" se exhibe de forma automática y a veces casi ridícula, a la hora de ser contratado en alguna escuela. Las federaciones y entidades más "elevadas" son para otro día, harina de otro costal que se dice. Como en todo empleo, uno suele ser entrevistado de cuerpo presente. Pero lo que siempre, siempre, siempre se pide es una prueba de nivel. ¿Os imagináis un ingeniero haciendo examen de mates de cuarto? Seguro que hacen pruebas, no lo niego. Pero ... para hacer unos tornillos cualesquiera, tanto revuelo? Hoy en día, todos los profesores deben ser titulados. Curiosamente lo primero que hace el empresario es desconfiar de los centro formativos. (Y es que este también tiene un virus, pero resulta ser de una mutación que hoy no viene al caso). Siempre desconfía de sus candidatos. Pero lo más patético de todo es (sin querer ofender)que la mayoría de clientes son personas de los dos primeros grupos descritos aquí. Y seamos honestos, no hay que ser ningún crack a nivel técnico para enseñarles, guiarlos, acompañarlos, etc, etc. Si preguntáis a cualquier profesional que es lo que más utiliza en su desempeño diario, os dirá que es la cuña. Pocos son los privilegiados que pasan más horas haciendo paralelo que cuña. Además, ya digo que no cuento las horas de trabajo en club o federaciones. Así que no se entiende qué sentido tiene focalizar la atención en el nivel, cuando todo el mundo está titulado y más del noventa por ciento del trabajo requerirá de un nivel técnico más bien bajo. Además, tampoco se entiende ya que la focalización en el carácter y las dotes explicativas, comunicativas, afectivas, etc, es casi nula.
Así que, llegados aquí, al final del artículo, ya lo veis. El nivel, obsesión nacional. Puro onanismo. Nula realidad.
Evidentemente hay que entrenar, superarse, etc, etc, etc. Pero... ahí he dejao eso.
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Cowboy is not back
Holaaaaaaaa
Entro poco, por no decir nada. Ando liao. Pero para una tarde "tonta" que me lío y me encuentro otro artículo de nivel.
Me van a perdonar sus señorías por abusar nuevamente de sus mentes.
No puedo resistirme a volver a colgar algo que ya escribí en su día.
Está escrito al tuntún, sin corregir, en plan vómito ("incontinencia" si uno quiere ser fino).
Fuente:
[www.nevasport.com]
Os dejo una cosilla que escribí hará un año o así.
Para la reflexión y tal. De antemano aviso que es una dramatización, y una ridiculización de algunas actitudes en el esquí.
Ojo, no digo que esté en contra de ciertas cosas. Sencillamente es un ejercicio de reflexión, de llevar algunas cosas a un extremo, para darnos cuentas de alguna cosilla.
Aunque sí, la cosa está basada en la realidad. Y depende de cómo se mida, duele un poco.
En fin....
Ahí va!
El nivel
Pues eso. El nivel. Entendido como sensaciones compartidas por muchos equiadores (por cierto, también de sapiencia y experiencia altas), como un sentido del ridículo exagerado, altamente contagioso y de dudoso beneficio particular o colectivo. Que, qué? Pues eso, que si no sabéis tanto como quisiera, no le deis tantas vueltas y póngase a esquiar. Y ahora ... de qué hablamos? De las consecuencias de darle demasiadas vueltas a cosas que no tienen tanto historia por más que se pretenda.
El esquiador novel o debutante de primera hora, primer minuto, primer vistazo a este deporte, siempre queda deslumbrado por esquiadores de más experiencia. Y ya no digamos la ceguera que le produce ver deslizarse a un profesor o a un corredor disfrazado de superman, estilo gay, sin capa y con un conjunto ceñido, de colores aún más llamativos y suntuosos si cabe. Los unos y los otros nos lo tendríamos que hacer mirar …
Sea como sea, el novel, en cuanto se pone a esquiar quiere llegar a hacer lo mismo que ha visto instantes antes. En un tiempo, digamos, cada vez más inmediato. Cosas de la vida moderna. Evidentemente, ni en estos tiempos tan modernos, esto es posible. Como muchas actividades de la vida, se necesita tiempo, constancia, paciencia, ayuda, etc, etc. Pocos, por no decir nadie, recuerdan como aprendieron a caminar. En cambio sí se recuerda mucho más como le enseñaron a leer y a escribir. Así que, recuperando aquellos recuerdos de los cuadernos con dibujos y colores, que tanto nos llamaban la atención de pequeños, podemos hacernos pasar un poco más la vergüenza por no cumplir aquellas expectativas iniciales.
Recordar cómo nos cogían la manita para juntar los dedos y tener un mínimo control sobre el lápiz. Recordar cómo seguíamos con ese nuevo amigo de madera y grafito las líneas de puntos que formaban cenefas, letras, cuadrados, rectángulos, zig-zags, etc. Recordar como aprendíamos las letras, incluso la recurridísima canción del abecedario. ¡Hasta había un "hit" en inglés sobre ello! Todo esto nos debería hacer sufrir menos y fortalecernos moralmente para afrontar el aprendizaje en esto de deslizarse con unos pies de madera, cercanos a los dos metros, por encima de la nieve.
Al esquiador más avanzado, por llamarlo de alguna manera, parece que algunas cosas ya no le pasen y las tenga más superadas. Seguro? Se rechaza por sistema el uso de la cuña, sea donde sea. Queda fatal detenerse así. Es mucho más fino, espectacular y deslumbrante detenerse siempre con un derrape clásico. No olvide nunca una sonrisa mientras realiza esta deslumbrante maniobra. Tampoco se olvide que lleva gafas de sol. Por más que a la vez de todo esto, cierre un ojo haciendo una especie de guiñada sexy. Tome consciencia de que con las gafas nadie le verá hacerlo. Así que no sean ustedes tan vanidosos.
Coñas aparte, si bien algo ciertas, el esquiador "avanzado" enseguida se obsesiona por diferenciarse del novel. Evidentemente evoluciona con más fortuna por las pistas, pero a menudo busca una dignidad que ni tiene ni necesita. No quiere hacer cuña ni bajo amenaza de ser disparado. Y por supuesto, está desprendiéndose del "horrible derrape". Busca material y lee todo lo relacionado con la nieve. Además, reniega pronto de llevar según qué material o según qué ropa. Aunque esto, a veces le suponga un gasto extra. Quizás ha sido previsor y por causa de este síndrome nivelístico-onanista, ya compró lo que era riguroso a la moda del momento y a una capacidad técnica media-alta. Aunque no le corresponda.
Como consecuencia de todo ello, piensa que esquía muy bien, cosa que no es cierta. Piensa que esquía muy rápido, lo que sí es cierto y le representa un problema. A veces no sólo para él, sinó para los demás. Piensa que cuando un profesor le pide dar un paso atrás y volver a hacer cuña para enseñarle un matiz o una nueva manera de entender lo que hace, le están tomando el pelo. Piensa que esquiar tiene más similitudes a ir a la playa que con estar en un ambiente alpino. No lo dice, porque es incapaz de pensar y relacionar las dos estaciones del año llamadas invierno y verano. Y es que la actitud con la que se toma la actividad es bastante similar a la de un veraneante cualquiera. Se desplaza al lugar en coche. Pasa el fin de semana. Todo es muy caro. Lleva la indumentaria adecuada y sobre todo a la moda. Esquiar en sí mismo, no le requiere los grandes esfuerzos de antes, pero tampoco es que le represente un gran desgaste. Cuando termina, pide una coca-cola, se sienta en una silla en la terraza o en una hamaca del mismo lugar, de cara al sol. Incluso, hay incluso quien acompaña la coca-cola con unas aceitunas rellenas. Siempre hay excepciones. Gente que se ha envenenado con otra cepa del virus. El virus del esquiador fanático. Y está haciendo puntos lo más rápido que puede, para convertirse en un esquiador experto. Sube siempre que tiene ocasión, incluso en solitario, por más que se enojen família o amigos. Esquía todas las horas que le permite el funcionamiento de los remontes. Memoriza catálogos, fabricantes, técnicas, estaciones, nombres de competidores, etc. Los afectados de este virus tienen dos salidas. Abandonan más temprano que tarde, o bien se convierten en esquiadores expertos. A no pocos les sucede lo primero. Todo sea dicho ....
Los expertos también sufren de nivelitis. Están vacunados contra el virus del esquiador fanático. Pero la vacuna les ha dejado secuelas. Por más que las quieran negar. Son un poco nerds, saben un cojón y medio, pero su vanidad les impide articular cualquier palabra que les haga reconocibles como expertos. Si el esquiador avanzado quería diferenciarse por encima de todo, del novel; el esquiador experto quiere pasar desapercibido. Quiere confundirse en la masa practicante. Y a veces, huye de esa masa y disfruta como un niño pequeño estrenando lápiz nuevo, reventado una pala cargada de nieve virgen. Nieve caída el día anterior, de calidad extra, brillante y uniforme, placer para privilegiados.
Ahora bien, como todos los otros, no se escapa de la nivelitis. Caer le representa un problema. Pero le es doble. Al ser esquiador experto desarrolla velocidades altas. Y en ocasiones se mete en lugares complicados. Caer ya empieza a ser un poco peligroso. Ahora, ya no duele igual. Si anteriormente hacía gracia darse una toña, y "perder" el material durante la caída, en diez metros cuadrados, ahora ya no hace ninguna. Porque si la piña es buena, significa que probablemente caerá rodando, sufriendo dolor, aturdimiento y deberá remontar quizás cien metros para recuperar la primera pieza que ha perdido, sea un bastón, un esquí, un botellín de agua, las gafas, las llaves del coche, etc, etc. Y lo peor de todo. No sólo provoca daño físico. Es humillante. Muy a menudo y no se quiere admitir, duele más la moral que el físico. Y es que al esquiador experto le empieza a obsesionarse la perfección. Empieza a buscar la curva perfecta y quiere repetirla en todas partes, sea una pista azul perfecta o una palota de fuerapista bien helada. No diferencia obsesión de misión, como si se tratara un guerrero samurai. Más adelante entenderá que esa curva no existe y se le abrirá una nueva dimensión llena de ideas. Ideas que le ayudarán a esquiar mejor, con más confianza, con más solidez, etc, etc.
Los “profesionales”. Si la afectación de este virus en los colectivos más turísticos de este deporte parece muy importante, en el colectivo profesional la cosa es más grave que en los tres anteriores juntos. Llegado a este punto, cuando uno ya está titulado teniendo el 2 º o el 3er nivel, que son el Técnico y el Técnico Superior, respectivamente; se abren nuevas formas de afectación y nuevas secuelas. El primero es sospechar de cualquier indicación técnica de un compañero. Si la adquisición del título debería tener por consecuencia, la unificación de criterio, sucede lo contrario. El por qué sucede, y si es bueno que pase, es otra cuestión.
Además, en este estadio, se empiezan a tomar aspectos clave, en detrimento de otros como si fueran dogmas, sin motivo aparente.
Y la "desconfianza" se exhibe de forma automática y a veces casi ridícula, a la hora de ser contratado en alguna escuela. Las federaciones y entidades más "elevadas" son para otro día, harina de otro costal que se dice. Como en todo empleo, uno suele ser entrevistado de cuerpo presente. Pero lo que siempre, siempre, siempre se pide es una prueba de nivel. ¿Os imagináis un ingeniero haciendo examen de mates de cuarto? Seguro que hacen pruebas, no lo niego. Pero ... para hacer unos tornillos cualesquiera, tanto revuelo? Hoy en día, todos los profesores deben ser titulados. Curiosamente lo primero que hace el empresario es desconfiar de los centro formativos. (Y es que este también tiene un virus, pero resulta ser de una mutación que hoy no viene al caso). Siempre desconfía de sus candidatos. Pero lo más patético de todo es (sin querer ofender)que la mayoría de clientes son personas de los dos primeros grupos descritos aquí. Y seamos honestos, no hay que ser ningún crack a nivel técnico para enseñarles, guiarlos, acompañarlos, etc, etc. Si preguntáis a cualquier profesional que es lo que más utiliza en su desempeño diario, os dirá que es la cuña. Pocos son los privilegiados que pasan más horas haciendo paralelo que cuña. Además, ya digo que no cuento las horas de trabajo en club o federaciones. Así que no se entiende qué sentido tiene focalizar la atención en el nivel, cuando todo el mundo está titulado y más del noventa por ciento del trabajo requerirá de un nivel técnico más bien bajo. Además, tampoco se entiende ya que la focalización en el carácter y las dotes explicativas, comunicativas, afectivas, etc, es casi nula.
Así que, llegados aquí, al final del artículo, ya lo veis. El nivel, obsesión nacional. Puro onanismo. Nula realidad.
Evidentemente hay que entrenar, superarse, etc, etc, etc. Pero... ahí he dejao eso.
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danito
pues en relacion a esto es cierto que se suelen ver mas a menudo esquiadores expertos en dias soleados, y de nieve perfecta.....
curioso, porque los dias de niebla y la niene humeda, pesada, pegajora y complicada, ese mismo "crack" no aparece por ningun sitio....
¿es que no era tan bueno, o que se queda en la cafeteria para no ponerse en evidencia?
para mi, un experto deberia poder disfrutar, en casi cualquier circusnacia adaptando su experiencia / conocimiento / recursos con el unico fin de pasarselo bien.
y yo si puedo decir muy orgulloso que soy experto en pasarmelo bien
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urzaiz
Lo que sí me llama la atención es que conozco a gente que esquía MUY bien y cada vez se dejan ver menos por las pistas o por las no pistas. Los días de "malo" se esconden mucho más que antes, a pesar de ser gente que tiene recursos, que me consta, para esquiar hasta sobre piedras... Creo que tiene que ver mucho más con la edad que con el "nivel". Y, sobre todo, y esa es la clave, con los días de esquí que tienes a lo largo del año.
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xao
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urzaiz
Lo que sí me llama la atención es que conozco a gente que esquía MUY bien y cada vez se dejan ver menos por las pistas o por las no pistas. Los días de "malo" se esconden mucho más que antes, a pesar de ser gente que tiene recursos, que me consta, para esquiar hasta sobre piedras... Creo que tiene que ver mucho más con la edad que con el "nivel". Y, sobre todo, y esa es la clave, con los días de esquí que tienes a lo largo del año.
eso es nivel, el poder elegir y decir: hoy no, mañana sí, pasado ya veremos
hay cuatro niveles en esqui: nivelillo, nivel, nivelón y nivelazo
a partir del nivelón es cuando se empieza a seleccionar
mira tú la sandez que me acabo de inventar
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xao
mira tú la sandez que me acabo de inventar
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urzaiz
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mira tú la sandez que me acabo de inventar
Habla con Carolo, a ver si pueden incluir tu tabla de nivel en el libro
Cita
carolo
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urzaiz
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xao
mira tú la sandez que me acabo de inventar
Habla con Carolo, a ver si pueden incluir tu tabla de nivel en el libro
Pues se podría hacer otra tabla con eso, y muchas más, jaja, eso sí, para os de Bilbao y cercanías habría que inventarse el metro-nivelazo, el meta-nivelazo y el nivel me-sigue-Dios-y-no-oigo-lo-que-me-grita
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