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El Abuelo Carver
Todos los amantes de este deporte, cuando termina el Otoño estamos esperando con impaciencia que se produzcan las primeras nevadas, “escrudiñando” las páginas web de la previsión meteorológica para saber cuando se presentará la primera bendita borrasca.
Un día descubrimos que por fin ha nevado, y las estaciones se preparan para comenzar la temporada. El más previsor, se dá cuenta en ese momento -cuando quedan solo 15 dias para subir a pistas-, que tiene minimamente que prepararse fisicamente (Mentalmente lleva todo el Otoño preparandose para el Gran Comienzo), con lo que empieza a hacer en casa los típicos ejercicios de libro. Eso está bien, pero es poco tiempo de anticipación.
Llega el Gran Día. Aparcamos el coche en la estación. Nos calzamos las botas (¡¡¡¡Por Dios, si casi no me entra el pié, y eso que no hé engordado!!!!). Tomámos los esquies, impolutos -como una patena-, bien encerados, los cantos afilados como el de una navaja albaceteña. La cola en la taquilla. Y por fin, yá estamos sentaditos en el telesilla. Llegamos arriba, apretamos los ganchos y …..¡¡¡¡ a por todas !!!!.
Primeras bajadas. Pequeños sustos con el equilibrio (¡¡¡no hé realizado bien el apoyo!!!!). Ligeros dolores en el pié, sobre todo en la planta. Poco a poco vamos tomando el “tono” y gozamos como niños. Al final de la mañana, comenzamos a notar un cierto “dolorcillo” molesto en los muslos y las rodillas -siempre al flexionar-. Descanso ligero en la cafetería, tomamos un bocadillo y un refresco, y a pistas otra vez. Después de dos/tres bajadas, empezamos a notar otra vez el molesto “dolorcillo” (¡¡¡¡¡No es nada, hay que continuar y aprovechar!!!!).
Terminó la jornada (Nos han echado los de los remontes porque iban a cerrar). Vuelta al coche. Nos quitamos las botas (¡¡¡¡Por Dios, si casi no me salen!!!!. ¡¡¡¡Uffff, qué tirón en el gemelo al forzar el pié hacia adelante!!!!. Por fin en casa. A cenar bien, y a descansar. Por la mañana, al levantarnos, ¡¡¡Qué barabaridad, si tengo “agüjetas” hasta en las cejas!!!!. ¡¡¡¡Y eso que he estado haciendo ejercicios de preparación desde 15 dias antes!!!!.
Ésta ha sido mi experiencia personal durante años. Pero ahora, a mis 64 años y jubilado, las tornas han cambiado. Desde hace 2 años, gracias a que tengo tiempo libre, y que quiero practicar el envejecimiento activo -por aquello de mantenerme saludable mientras pueda-, me dedico a hacer ejercicio durante todo el año (Acompañado de mi mujer, que tiene 65 años, y también está enganchada a la nieve desde que nos conocimos con 15 años).
Desde Marzo hasta Octubre, vámos todos los días al paseo fluvial que tenemos aquí en el pueblo. Andámos rápido durante una hora -no corriendo, por eso de no “impactos” en los tobillos y las rodillas-. Luego, otra hora de ejercicios en los “aparatos” de gimnasia -puestos por el Ayuntamiento-, que hay en el recorrido.
De Octubre hasta Marzo, vamos por las mañanas -2 horas diarias de lunes a viernes-, al gimnasio que tenemos aquí en el Centro Social (Por cierto muy económico, 20 € al año cada uno). En el gimnasio realizo lo siguiente: 15 minutos de calentamiento; 20 minutos de bicicleta estática; 20 minutos en la cinta de correr; 15 minutos en el aparato de remo; 20 minutos en la eliptica; 10 minutos en la bicicleta reclinada -con respaldo-. Intercálo entre aparatos, series de pesas ligeras (2,5 kilos), para biceps, triceps y pectorales; series en el stepper (subir escaleras) y series en el banco -con poco peso-, para reforzar las piernas. Al terminar, 15 minutos de estiramientos. Todos los ejercicios los practico en la “banda” aeróbica (Al 70% de mis “pulsaciones máximas”), controlando con los pulsómetros que tienen los aparatos (¡¡¡¡La edad, es la edad!!!!). Los martes y los jueves -de 5 a 6 de la tarde-, vámos a gimnasia de reforzamiento de las articulaciones y flexibilidad.
Conclusión de la “batallita” del abuelo. La temporada pasada de esquí, hemos subido a esquiar alrededor de 25 dias, en escapadas de 3 y 4 días (siempre entre semana, por aquello de la ventaja de estar jubilado), esquiando entre 4 y 5 horas por día. Ésta temporada hemos subido 5 veces (2/3 días cada vez). Pues bien, nunca he disfrutado tanto del esquí. Nada de agüjetas; nada de cansancio y nada de “tirones” musculares inoportunos. Es más, me siento mucho más seguro y ágil sobre las tablas. Cierto es que soy muy consciente de mi edad, y las limitaciones que conlleva, y nunca me extralimito en velocidad y tipo de pistas. Además estoy operado de una hernia cervical desde hace 3 años - llevo un disco intervertebral de titanio-, que me ha dejado una discapacidad en la mano derecha del 35%. Razón para que tenga muchas más precauciones.
Y digo yo, que todo ello debe ser consecuencia de una buena preparación física, no pensada a “priori” para el esquí, pero que llegado el momento, ahí está. También tengo la precaución de seguir unas pautas el día que subo a esquiar: 1) Tomo un buen desayuno con aporte calórico -nada de grasas-. 2) Antes de comenzar hago calentamientos previos de todos los músculos -del cuello por supuesto-. 3) Las primeras bajadas las hago tranquilamente y por pistas sencillas (verdes). 4) Me hidrato de vez en cuando con bebidas isotónicas y tomo, mientras subo en el telesilla, alguna barrita energética e higos secos que llevo en el bolsillo. 5) Nada más terminar de esquiar -en el parking-, hago estiramientos musculares.
Las circunstancias personales han hecho que me dé cuenta de lo importante que es una conveniente preparación física (potencia muscular y flexibilidad), para disfrutar de nuestro querido deporte. Cierto es, que ahora dispongo de tiempo suficiente para hacer lo que hago, cosa que no tienen disponible los que trabajan ó estudian -y menos con niños a su cargo-, sé que estoy en condiciones de excepción, pero creo, que hacer 30 minutos de ejercicios en casa unos 2/3 meses antes de la temporada, son imprescindibles, se tenga la edad que se tenga. Ah, y seguir las pautas que he indicado el día que esquiémos, a mí me van muy bien.
Gracias a los que estoicamente habéis leído mi “batallita”. Un saludo a todos.
Cita
asturmieres
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El Abuelo Carver
Todos los amantes de este deporte, cuando termina el Otoño estamos esperando con impaciencia que se produzcan las primeras nevadas, “escrudiñando” las páginas web de la previsión meteorológica para saber cuando se presentará la primera bendita borrasca.
Un día descubrimos que por fin ha nevado, y las estaciones se preparan para comenzar la temporada. El más previsor, se dá cuenta en ese momento -cuando quedan solo 15 dias para subir a pistas-, que tiene minimamente que prepararse fisicamente (Mentalmente lleva todo el Otoño preparandose para el Gran Comienzo), con lo que empieza a hacer en casa los típicos ejercicios de libro. Eso está bien, pero es poco tiempo de anticipación.
Llega el Gran Día. Aparcamos el coche en la estación. Nos calzamos las botas (¡¡¡¡Por Dios, si casi no me entra el pié, y eso que no hé engordado!!!!). Tomámos los esquies, impolutos -como una patena-, bien encerados, los cantos afilados como el de una navaja albaceteña. La cola en la taquilla. Y por fin, yá estamos sentaditos en el telesilla. Llegamos arriba, apretamos los ganchos y …..¡¡¡¡ a por todas !!!!.
Primeras bajadas. Pequeños sustos con el equilibrio (¡¡¡no hé realizado bien el apoyo!!!!). Ligeros dolores en el pié, sobre todo en la planta. Poco a poco vamos tomando el “tono” y gozamos como niños. Al final de la mañana, comenzamos a notar un cierto “dolorcillo” molesto en los muslos y las rodillas -siempre al flexionar-. Descanso ligero en la cafetería, tomamos un bocadillo y un refresco, y a pistas otra vez. Después de dos/tres bajadas, empezamos a notar otra vez el molesto “dolorcillo” (¡¡¡¡¡No es nada, hay que continuar y aprovechar!!!!).
Terminó la jornada (Nos han echado los de los remontes porque iban a cerrar). Vuelta al coche. Nos quitamos las botas (¡¡¡¡Por Dios, si casi no me salen!!!!. ¡¡¡¡Uffff, qué tirón en el gemelo al forzar el pié hacia adelante!!!!. Por fin en casa. A cenar bien, y a descansar. Por la mañana, al levantarnos, ¡¡¡Qué barabaridad, si tengo “agüjetas” hasta en las cejas!!!!. ¡¡¡¡Y eso que he estado haciendo ejercicios de preparación desde 15 dias antes!!!!.
Ésta ha sido mi experiencia personal durante años. Pero ahora, a mis 64 años y jubilado, las tornas han cambiado. Desde hace 2 años, gracias a que tengo tiempo libre, y que quiero practicar el envejecimiento activo -por aquello de mantenerme saludable mientras pueda-, me dedico a hacer ejercicio durante todo el año (Acompañado de mi mujer, que tiene 65 años, y también está enganchada a la nieve desde que nos conocimos con 15 años).
Desde Marzo hasta Octubre, vámos todos los días al paseo fluvial que tenemos aquí en el pueblo. Andámos rápido durante una hora -no corriendo, por eso de no “impactos” en los tobillos y las rodillas-. Luego, otra hora de ejercicios en los “aparatos” de gimnasia -puestos por el Ayuntamiento-, que hay en el recorrido.
De Octubre hasta Marzo, vamos por las mañanas -2 horas diarias de lunes a viernes-, al gimnasio que tenemos aquí en el Centro Social (Por cierto muy económico, 20 € al año cada uno). En el gimnasio realizo lo siguiente: 15 minutos de calentamiento; 20 minutos de bicicleta estática; 20 minutos en la cinta de correr; 15 minutos en el aparato de remo; 20 minutos en la eliptica; 10 minutos en la bicicleta reclinada -con respaldo-. Intercálo entre aparatos, series de pesas ligeras (2,5 kilos), para biceps, triceps y pectorales; series en el stepper (subir escaleras) y series en el banco -con poco peso-, para reforzar las piernas. Al terminar, 15 minutos de estiramientos. Todos los ejercicios los practico en la “banda” aeróbica (Al 70% de mis “pulsaciones máximas”), controlando con los pulsómetros que tienen los aparatos (¡¡¡¡La edad, es la edad!!!!). Los martes y los jueves -de 5 a 6 de la tarde-, vámos a gimnasia de reforzamiento de las articulaciones y flexibilidad.
Conclusión de la “batallita” del abuelo. La temporada pasada de esquí, hemos subido a esquiar alrededor de 25 dias, en escapadas de 3 y 4 días (siempre entre semana, por aquello de la ventaja de estar jubilado), esquiando entre 4 y 5 horas por día. Ésta temporada hemos subido 5 veces (2/3 días cada vez). Pues bien, nunca he disfrutado tanto del esquí. Nada de agüjetas; nada de cansancio y nada de “tirones” musculares inoportunos. Es más, me siento mucho más seguro y ágil sobre las tablas. Cierto es que soy muy consciente de mi edad, y las limitaciones que conlleva, y nunca me extralimito en velocidad y tipo de pistas. Además estoy operado de una hernia cervical desde hace 3 años - llevo un disco intervertebral de titanio-, que me ha dejado una discapacidad en la mano derecha del 35%. Razón para que tenga muchas más precauciones.
Y digo yo, que todo ello debe ser consecuencia de una buena preparación física, no pensada a “priori” para el esquí, pero que llegado el momento, ahí está. También tengo la precaución de seguir unas pautas el día que subo a esquiar: 1) Tomo un buen desayuno con aporte calórico -nada de grasas-. 2) Antes de comenzar hago calentamientos previos de todos los músculos -del cuello por supuesto-. 3) Las primeras bajadas las hago tranquilamente y por pistas sencillas (verdes). 4) Me hidrato de vez en cuando con bebidas isotónicas y tomo, mientras subo en el telesilla, alguna barrita energética e higos secos que llevo en el bolsillo. 5) Nada más terminar de esquiar -en el parking-, hago estiramientos musculares.
Las circunstancias personales han hecho que me dé cuenta de lo importante que es una conveniente preparación física (potencia muscular y flexibilidad), para disfrutar de nuestro querido deporte. Cierto es, que ahora dispongo de tiempo suficiente para hacer lo que hago, cosa que no tienen disponible los que trabajan ó estudian -y menos con niños a su cargo-, sé que estoy en condiciones de excepción, pero creo, que hacer 30 minutos de ejercicios en casa unos 2/3 meses antes de la temporada, son imprescindibles, se tenga la edad que se tenga. Ah, y seguir las pautas que he indicado el día que esquiémos, a mí me van muy bien.
Gracias a los que estoicamente habéis leído mi “batallita”. Un saludo a todos.
con dos cojones;yo tengo 47 tacos y hago lo mismo que tú hace 15.
espero estar como tú dentro de nada;el tiempo pasa rapido.
sigue así y algún día te alcanzare.
Cita
asturmieres
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El Abuelo Carver
Todos los amantes de este deporte, cuando termina el Otoño estamos esperando con impaciencia que se produzcan las primeras nevadas, “escrudiñando” las páginas web de la previsión meteorológica para saber cuando se presentará la primera bendita borrasca.
Un día descubrimos que por fin ha nevado, y las estaciones se preparan para comenzar la temporada. El más previsor, se dá cuenta en ese momento -cuando quedan solo 15 dias para subir a pistas-, que tiene minimamente que prepararse fisicamente (Mentalmente lleva todo el Otoño preparandose para el Gran Comienzo), con lo que empieza a hacer en casa los típicos ejercicios de libro. Eso está bien, pero es poco tiempo de anticipación.
Llega el Gran Día. Aparcamos el coche en la estación. Nos calzamos las botas (¡¡¡¡Por Dios, si casi no me entra el pié, y eso que no hé engordado!!!!). Tomámos los esquies, impolutos -como una patena-, bien encerados, los cantos afilados como el de una navaja albaceteña. La cola en la taquilla. Y por fin, yá estamos sentaditos en el telesilla. Llegamos arriba, apretamos los ganchos y …..¡¡¡¡ a por todas !!!!.
Primeras bajadas. Pequeños sustos con el equilibrio (¡¡¡no hé realizado bien el apoyo!!!!). Ligeros dolores en el pié, sobre todo en la planta. Poco a poco vamos tomando el “tono” y gozamos como niños. Al final de la mañana, comenzamos a notar un cierto “dolorcillo” molesto en los muslos y las rodillas -siempre al flexionar-. Descanso ligero en la cafetería, tomamos un bocadillo y un refresco, y a pistas otra vez. Después de dos/tres bajadas, empezamos a notar otra vez el molesto “dolorcillo” (¡¡¡¡¡No es nada, hay que continuar y aprovechar!!!!).
Terminó la jornada (Nos han echado los de los remontes porque iban a cerrar). Vuelta al coche. Nos quitamos las botas (¡¡¡¡Por Dios, si casi no me salen!!!!. ¡¡¡¡Uffff, qué tirón en el gemelo al forzar el pié hacia adelante!!!!. Por fin en casa. A cenar bien, y a descansar. Por la mañana, al levantarnos, ¡¡¡Qué barabaridad, si tengo “agüjetas” hasta en las cejas!!!!. ¡¡¡¡Y eso que he estado haciendo ejercicios de preparación desde 15 dias antes!!!!.
Ésta ha sido mi experiencia personal durante años. Pero ahora, a mis 64 años y jubilado, las tornas han cambiado. Desde hace 2 años, gracias a que tengo tiempo libre, y que quiero practicar el envejecimiento activo -por aquello de mantenerme saludable mientras pueda-, me dedico a hacer ejercicio durante todo el año (Acompañado de mi mujer, que tiene 65 años, y también está enganchada a la nieve desde que nos conocimos con 15 años).
Desde Marzo hasta Octubre, vámos todos los días al paseo fluvial que tenemos aquí en el pueblo. Andámos rápido durante una hora -no corriendo, por eso de no “impactos” en los tobillos y las rodillas-. Luego, otra hora de ejercicios en los “aparatos” de gimnasia -puestos por el Ayuntamiento-, que hay en el recorrido.
De Octubre hasta Marzo, vamos por las mañanas -2 horas diarias de lunes a viernes-, al gimnasio que tenemos aquí en el Centro Social (Por cierto muy económico, 20 € al año cada uno). En el gimnasio realizo lo siguiente: 15 minutos de calentamiento; 20 minutos de bicicleta estática; 20 minutos en la cinta de correr; 15 minutos en el aparato de remo; 20 minutos en la eliptica; 10 minutos en la bicicleta reclinada -con respaldo-. Intercálo entre aparatos, series de pesas ligeras (2,5 kilos), para biceps, triceps y pectorales; series en el stepper (subir escaleras) y series en el banco -con poco peso-, para reforzar las piernas. Al terminar, 15 minutos de estiramientos. Todos los ejercicios los practico en la “banda” aeróbica (Al 70% de mis “pulsaciones máximas”), controlando con los pulsómetros que tienen los aparatos (¡¡¡¡La edad, es la edad!!!!). Los martes y los jueves -de 5 a 6 de la tarde-, vámos a gimnasia de reforzamiento de las articulaciones y flexibilidad.
Conclusión de la “batallita” del abuelo. La temporada pasada de esquí, hemos subido a esquiar alrededor de 25 dias, en escapadas de 3 y 4 días (siempre entre semana, por aquello de la ventaja de estar jubilado), esquiando entre 4 y 5 horas por día. Ésta temporada hemos subido 5 veces (2/3 días cada vez). Pues bien, nunca he disfrutado tanto del esquí. Nada de agüjetas; nada de cansancio y nada de “tirones” musculares inoportunos. Es más, me siento mucho más seguro y ágil sobre las tablas. Cierto es que soy muy consciente de mi edad, y las limitaciones que conlleva, y nunca me extralimito en velocidad y tipo de pistas. Además estoy operado de una hernia cervical desde hace 3 años - llevo un disco intervertebral de titanio-, que me ha dejado una discapacidad en la mano derecha del 35%. Razón para que tenga muchas más precauciones.
Y digo yo, que todo ello debe ser consecuencia de una buena preparación física, no pensada a “priori” para el esquí, pero que llegado el momento, ahí está. También tengo la precaución de seguir unas pautas el día que subo a esquiar: 1) Tomo un buen desayuno con aporte calórico -nada de grasas-. 2) Antes de comenzar hago calentamientos previos de todos los músculos -del cuello por supuesto-. 3) Las primeras bajadas las hago tranquilamente y por pistas sencillas (verdes). 4) Me hidrato de vez en cuando con bebidas isotónicas y tomo, mientras subo en el telesilla, alguna barrita energética e higos secos que llevo en el bolsillo. 5) Nada más terminar de esquiar -en el parking-, hago estiramientos musculares.
Las circunstancias personales han hecho que me dé cuenta de lo importante que es una conveniente preparación física (potencia muscular y flexibilidad), para disfrutar de nuestro querido deporte. Cierto es, que ahora dispongo de tiempo suficiente para hacer lo que hago, cosa que no tienen disponible los que trabajan ó estudian -y menos con niños a su cargo-, sé que estoy en condiciones de excepción, pero creo, que hacer 30 minutos de ejercicios en casa unos 2/3 meses antes de la temporada, son imprescindibles, se tenga la edad que se tenga. Ah, y seguir las pautas que he indicado el día que esquiémos, a mí me van muy bien.
Gracias a los que estoicamente habéis leído mi “batallita”. Un saludo a todos.
con dos cojones;yo tengo 47 tacos y hago lo mismo que tú hace 15.
espero estar como tú dentro de nada;el tiempo pasa rapido.
sigue así y algún día te alcanzare.
Cita
Carme
Buf, todo un modelo.
Pero a mí eso me da muchísima pereza.
Por eso digo que no tengo tiempo.
Cita
El Abuelo Carver
Y digo yo, que todo ello debe ser consecuencia de una buena preparación física, no pensada a “priori” para el esquí, pero que llegado el momento, ahí está. También tengo la precaución de seguir unas pautas el día que subo a esquiar: 1) Tomo un buen desayuno con aporte calórico -nada de grasas-. 2) Antes de comenzar hago calentamientos previos de todos los músculos -del cuello por supuesto-. 3) Las primeras bajadas las hago tranquilamente y por pistas sencillas (verdes). 4) Me hidrato de vez en cuando con bebidas isotónicas y tomo, mientras subo en el telesilla, alguna barrita energética e higos secos que llevo en el bolsillo. 5) Nada más terminar de esquiar -en el parking-, hago estiramientos musculares.
Cita
El mirlo Blanco
Cita
El Abuelo Carver
Y digo yo, que todo ello debe ser consecuencia de una buena preparación física, no pensada a “priori” para el esquí, pero que llegado el momento, ahí está. También tengo la precaución de seguir unas pautas el día que subo a esquiar: 1) Tomo un buen desayuno con aporte calórico -nada de grasas-. 2) Antes de comenzar hago calentamientos previos de todos los músculos -del cuello por supuesto-. 3) Las primeras bajadas las hago tranquilamente y por pistas sencillas (verdes). 4) Me hidrato de vez en cuando con bebidas isotónicas y tomo, mientras subo en el telesilla, alguna barrita energética e higos secos que llevo en el bolsillo. 5) Nada más terminar de esquiar -en el parking-, hago estiramientos musculares.
Saludos.
¿Y te puedo preguntar qué rutina sigues para calentar?
Gracias.
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