FORO GENERAL

Enviado: 29-08-2020 19:10
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A mí me ha pasado un poco lo mismo que a muchos de vosotros. He pensado que era una chaladura más de dos ociosos/rentistas que no tienen otra cosa que hacer que gastar su tiempo en actividades de exhibicionismo falocrático en las redes sociales. Sin embargo, he cambiado de opinión. He tenido la desgracia de quedarme viudo a causa del COVID-19 que parece que cogimos mi esposa y yo mismo en Ischgl a principios de marzo y he dejado de trabajar por un tiempo. Con tanto tiempo libre, he consultado, como todo aficionado al esquí en verano, diversos websites para “quitarme el mono” de la nieve y distraerme un poco de mi desgracia, y naturalmente uno de ellos ha sido la web Nevasport. Ví el reportaje sobre el SnowFairy y bromeé con mis amigos sobre los efectos de una prolongada espera –más larga de lo habitual- en ciertos esquiadores y cómo alguno de ellos podría acabar en el frenopático. Pero un buen día a principios de agosto, cuando se apagaba el día, se me ocurrió por puro aburrimiento ponerme las botas, usar una pequeña plataforma casera y probar a hacer pivotajes al estilo de lo que hacían los inventores del SnowFairy. Y mira por dónde tengo que reconocer que una idea tan sencilla no deja de tener su genialidad y utilidad para un esquiador amateur.
Soy esquiador veterano desde los 7 años cuando empecé en Candanchú, y esto hace ya casi 50, y por tanto he conocido la evolución del esquí desde que usábamos tablas totalmente rectas como los Kneissel Short Star, los Kästle CPM o los Rossignol Roc 550. Naturalmente, cuando empezaron a parabolizarse los esquís nos fuimos incorporando a las nuevas modas, pues siempre hemos pensado que la investigación hace progresar los materiales como ocurre en todos los ámbitos del conocimiento humano, y ahora llevo unos Blizzard Quattro como esquí all mountain y unos Head Rebel de taller como esquí pistero. Desde luego los esquís modernos son superiores en cuanto que hacen el esquí mucho más sencillo. Y naturalmente mi estilo es el esquí conducido o carving. Pero tengo que reconocer que en los últimos años he vuelto a retomar la técnica antigua del derrapado y el pivotaje e incluso algunos días he esquiado con mis veteranos y bellísimos Stöckli Spinx, y cuando he vuelto a mis esquís modernos y al carving he notado una notable mejora en mi posición. Desde mi punto de vista, y no estoy hablando de competición porque eso es otro mundo, una mejora esquiando al estilo Godille o serpentina –wedeln, creo que es el término más usado en este website-, repercute en una mejora de tu posición haciendo carving. La complejidad del old style (y los esquís pre-parabólicos), te obligan a una mayor atención hacia las cuestiones básicas y principalmente la centralidad, y cuando vuelves al esquí moderno – y a las tablas modernas-, la mejora es evidente. Un buen esquiador, es un buen esquiador en todas las circunstancias y hay un sustrato común en el esquí ya sea este pre-carving o moderno. Fuera de pista por ejemplo, ambos estilos, en mi opinión, tienden a una convergencia.
Y ahora mi experiencia con el SnowFairy. La primera advertencia es que se trata de un simulador de old style (Godille) y no puede replicar de ninguna manera el esquí conducido. Éste último, me temo, pese a las complejas máquinas que intentan replicarlo, no tiene posibilidad de ser simulado fuera de una pista pues obliga al esquiador a llevar a cabo movimientos que se alejan notoriamente de los que hace en pistas. Con el SnowFairy, sin embargo, el esquiador replica con gran exactitud lo que hace en pista cuando esquía al old-style..
He modificado el apoyo que proponen sus inventores (lo hago con “poles” que introduzco en dos regletas que me permiten moverlos de adelante hacia atrás y viceversa, replicando con bastante exactitud el movimiento de brazos), pero la idea es básicamente la misma. Y tengo que reconocer que me ha servido para descubrir cómo los diferentes apoyos en los pies –son más numerosos de los que imaginamos- se transmiten sobre el resto del cuerpo y determina en gran medida tu centralidad en el movimiento dinámico del esquí, en la línea que ya nos apuntaba el Sr. Carlos Guerrero en su primer manual. Sobre el SnowFairy puedes practicar y probar el enorme rango de posiciones que pueden adoptar los pies y testar sus consecuencias sobre tu posición. También la verticalidad de la posición de tus hombros, caderas y rodillas, etc…, la posición de los brazos, la mirada, etc…. Una grabación y una consulta a un experto puede ayudar mucho. Otra cuestión, el SnowFairy es un excepcional banco de pruebas para testar la forma en que el esquiador realiza la contrarrotación que resulta en la dislocación del movimiento de la parte superior e inferior del cuerpo. Probablemente en el esquí moderno esto sea importante, pero sin duda lo es en el viejo estilo. En mi caso particular me ha servido para darme cuenta que mis caderas tendían a girar en la dirección de los esquís y por tanto no era capaz de separar completamente el movimiento de la parte inferior del cuerpo y la inferior. Con la consulta que he realizado a algún experto en old-style, he ensayado remedios como concentrarme en girar la cadera en la dirección contraria a los esquís. Antes de ello me dejaba llevar y se notaba un ligero movimiento hacia los esquís. Estoy convencido que este progreso tendrá una magnífica compensación en pistas a partir del próximo noviembre. Y todo esto a un coste cero, que creo es lo más valioso y talentoso del ingenio, lo cual le acredita para merecer el calificativo del “esquí del pueblo” como demandan sus inventores. Esta es mi experiencia con el SnowFairy. Desde luego, a mí me parecía una ocurrencia de chalados, pero tras probarlo, siempre en la circunscripción del esquí old style, he modificado completamente mi juicio que ahora es positivo, muy positivo.
Animo a los entusiastas de este deporte a probarlo y contar sus experiencias, sean éstas positivas o negativas. Esto no es un juego de suma cero como dicen los matemáticos, aquí lo que ganan unos, no lo pierden otros.
Buen fin de verano a todos y espero que nos podamos ver en las pistas de esquí europeas aunque sea enmascarados.



What can be added to the happiness of a man who is in health, out of debt, and has a clear conscience? Adam Smith 1776
Skiiiing¡¡¡¡ Luis Etxarri 2018
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Enviado: 30-08-2020 02:12
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A mí me ha pasado un poco lo mismo que a muchos de vosotros. He pensado que era una chaladura más de dos ociosos/rentistas que no tienen otra cosa que hacer que gastar su tiempo en actividades de exhibicionismo falocrático en las redes sociales. Sin embargo, he cambiado de opinión. He tenido la desgracia de quedarme viudo a causa del COVID-19 que parece que cogimos mi esposa y yo mismo en Ischgl a principios de marzo y he dejado de trabajar por un tiempo. Con tanto tiempo libre, he consultado, como todo aficionado al esquí en verano, diversos websites para “quitarme el mono” de la nieve y distraerme un poco de mi desgracia, y naturalmente uno de ellos ha sido la web Nevasport. Ví el reportaje sobre el SnowFairy y bromeé con mis amigos sobre los efectos de una prolongada espera –más larga de lo habitual- en ciertos esquiadores y cómo alguno de ellos podría acabar en el frenopático. Pero un buen día a principios de agosto, cuando se apagaba el día, se me ocurrió por puro aburrimiento ponerme las botas, usar una pequeña plataforma casera y probar a hacer pivotajes al estilo de lo que hacían los inventores del SnowFairy. Y mira por dónde tengo que reconocer que una idea tan sencilla no deja de tener su genialidad y utilidad para un esquiador amateur.
Soy esquiador veterano desde los 7 años cuando empecé en Candanchú, y esto hace ya casi 50, y por tanto he conocido la evolución del esquí desde que usábamos tablas totalmente rectas como los Kneissel Short Star, los Kästle CPM o los Rossignol Roc 550. Naturalmente, cuando empezaron a parabolizarse los esquís nos fuimos incorporando a las nuevas modas, pues siempre hemos pensado que la investigación hace progresar los materiales como ocurre en todos los ámbitos del conocimiento humano, y ahora llevo unos Blizzard Quattro como esquí all mountain y unos Head Rebel de taller como esquí pistero. Desde luego los esquís modernos son superiores en cuanto que hacen el esquí mucho más sencillo. Y naturalmente mi estilo es el esquí conducido o carving. Pero tengo que reconocer que en los últimos años he vuelto a retomar la técnica antigua del derrapado y el pivotaje e incluso algunos días he esquiado con mis veteranos y bellísimos Stöckli Spinx, y cuando he vuelto a mis esquís modernos y al carving he notado una notable mejora en mi posición. Desde mi punto de vista, y no estoy hablando de competición porque eso es otro mundo, una mejora esquiando al estilo Godille o serpentina –wedeln, creo que es el término más usado en este website-, repercute en una mejora de tu posición haciendo carving. La complejidad del old style (y los esquís pre-parabólicos), te obligan a una mayor atención hacia las cuestiones básicas y principalmente la centralidad, y cuando vuelves al esquí moderno – y a las tablas modernas-, la mejora es evidente. Un buen esquiador, es un buen esquiador en todas las circunstancias y hay un sustrato común en el esquí ya sea este pre-carving o moderno. Fuera de pista por ejemplo, ambos estilos, en mi opinión, tienden a una convergencia.
Y ahora mi experiencia con el SnowFairy. La primera advertencia es que se trata de un simulador de old style (Godille) y no puede replicar de ninguna manera el esquí conducido. Éste último, me temo, pese a las complejas máquinas que intentan replicarlo, no tiene posibilidad de ser simulado fuera de una pista pues obliga al esquiador a llevar a cabo movimientos que se alejan notoriamente de los que hace en pistas. Con el SnowFairy, sin embargo, el esquiador replica con gran exactitud lo que hace en pista cuando esquía al old-style..
He modificado el apoyo que proponen sus inventores (lo hago con “poles” que introduzco en dos regletas que me permiten moverlos de adelante hacia atrás y viceversa, replicando con bastante exactitud el movimiento de brazos), pero la idea es básicamente la misma. Y tengo que reconocer que me ha servido para descubrir cómo los diferentes apoyos en los pies –son más numerosos de los que imaginamos- se transmiten sobre el resto del cuerpo y determina en gran medida tu centralidad en el movimiento dinámico del esquí, en la línea que ya nos apuntaba el Sr. Carlos Guerrero en su primer manual. Sobre el SnowFairy puedes practicar y probar el enorme rango de posiciones que pueden adoptar los pies y testar sus consecuencias sobre tu posición. También la verticalidad de la posición de tus hombros, caderas y rodillas, etc…, la posición de los brazos, la mirada, etc…. Una grabación y una consulta a un experto puede ayudar mucho. Otra cuestión, el SnowFairy es un excepcional banco de pruebas para testar la forma en que el esquiador realiza la contrarrotación que resulta en la dislocación del movimiento de la parte superior e inferior del cuerpo. Probablemente en el esquí moderno esto sea importante, pero sin duda lo es en el viejo estilo. En mi caso particular me ha servido para darme cuenta que mis caderas tendían a girar en la dirección de los esquís y por tanto no era capaz de separar completamente el movimiento de la parte inferior del cuerpo y la inferior. Con la consulta que he realizado a algún experto en old-style, he ensayado remedios como concentrarme en girar la cadera en la dirección contraria a los esquís. Antes de ello me dejaba llevar y se notaba un ligero movimiento hacia los esquís. Estoy convencido que este progreso tendrá una magnífica compensación en pistas a partir del próximo noviembre. Y todo esto a un coste cero, que creo es lo más valioso y talentoso del ingenio, lo cual le acredita para merecer el calificativo del “esquí del pueblo” como demandan sus inventores. Esta es mi experiencia con el SnowFairy. Desde luego, a mí me parecía una ocurrencia de chalados, pero tras probarlo, siempre en la circunscripción del esquí old style, he modificado completamente mi juicio que ahora es positivo, muy positivo.
Animo a los entusiastas de este deporte a probarlo y contar sus experiencias, sean éstas positivas o negativas. Esto no es un juego de suma cero como dicen los matemáticos, aquí lo que ganan unos, no lo pierden otros.
Buen fin de verano a todos y espero que nos podamos ver en las pistas de esquí europeas aunque sea enmascarados.
Cita
LuisEtxarri
A mí me ha pasado un poco lo mismo que a muchos de vosotros. He pensado que era una chaladura más de dos ociosos/rentistas que no tienen otra cosa que hacer que gastar su tiempo en actividades de exhibicionismo falocrático en las redes sociales. Sin embargo, he cambiado de opinión. He tenido la desgracia de quedarme viudo a causa del COVID-19 que parece que cogimos mi esposa y yo mismo en Ischgl a principios de marzo y he dejado de trabajar por un tiempo. Con tanto tiempo libre, he consultado, como todo aficionado al esquí en verano, diversos websites para “quitarme el mono” de la nieve y distraerme un poco de mi desgracia, y naturalmente uno de ellos ha sido la web Nevasport. Ví el reportaje sobre el SnowFairy y bromeé con mis amigos sobre los efectos de una prolongada espera –más larga de lo habitual- en ciertos esquiadores y cómo alguno de ellos podría acabar en el frenopático. Pero un buen día a principios de agosto, cuando se apagaba el día, se me ocurrió por puro aburrimiento ponerme las botas, usar una pequeña plataforma casera y probar a hacer pivotajes al estilo de lo que hacían los inventores del SnowFairy. Y mira por dónde tengo que reconocer que una idea tan sencilla no deja de tener su genialidad y utilidad para un esquiador amateur.
Soy esquiador veterano desde los 7 años cuando empecé en Candanchú, y esto hace ya casi 50, y por tanto he conocido la evolución del esquí desde que usábamos tablas totalmente rectas como los Kneissel Short Star, los Kästle CPM o los Rossignol Roc 550. Naturalmente, cuando empezaron a parabolizarse los esquís nos fuimos incorporando a las nuevas modas, pues siempre hemos pensado que la investigación hace progresar los materiales como ocurre en todos los ámbitos del conocimiento humano, y ahora llevo unos Blizzard Quattro como esquí all mountain y unos Head Rebel de taller como esquí pistero. Desde luego los esquís modernos son superiores en cuanto que hacen el esquí mucho más sencillo. Y naturalmente mi estilo es el esquí conducido o carving. Pero tengo que reconocer que en los últimos años he vuelto a retomar la técnica antigua del derrapado y el pivotaje e incluso algunos días he esquiado con mis veteranos y bellísimos Stöckli Spinx, y cuando he vuelto a mis esquís modernos y al carving he notado una notable mejora en mi posición. Desde mi punto de vista, y no estoy hablando de competición porque eso es otro mundo, una mejora esquiando al estilo Godille o serpentina –wedeln, creo que es el término más usado en este website-, repercute en una mejora de tu posición haciendo carving. La complejidad del old style (y los esquís pre-parabólicos), te obligan a una mayor atención hacia las cuestiones básicas y principalmente la centralidad, y cuando vuelves al esquí moderno – y a las tablas modernas-, la mejora es evidente. Un buen esquiador, es un buen esquiador en todas las circunstancias y hay un sustrato común en el esquí ya sea este pre-carving o moderno. Fuera de pista por ejemplo, ambos estilos, en mi opinión, tienden a una convergencia.
Y ahora mi experiencia con el SnowFairy. La primera advertencia es que se trata de un simulador de old style (Godille) y no puede replicar de ninguna manera el esquí conducido. Éste último, me temo, pese a las complejas máquinas que intentan replicarlo, no tiene posibilidad de ser simulado fuera de una pista pues obliga al esquiador a llevar a cabo movimientos que se alejan notoriamente de los que hace en pistas. Con el SnowFairy, sin embargo, el esquiador replica con gran exactitud lo que hace en pista cuando esquía al old-style..
He modificado el apoyo que proponen sus inventores (lo hago con “poles” que introduzco en dos regletas que me permiten moverlos de adelante hacia atrás y viceversa, replicando con bastante exactitud el movimiento de brazos), pero la idea es básicamente la misma. Y tengo que reconocer que me ha servido para descubrir cómo los diferentes apoyos en los pies –son más numerosos de los que imaginamos- se transmiten sobre el resto del cuerpo y determina en gran medida tu centralidad en el movimiento dinámico del esquí, en la línea que ya nos apuntaba el Sr. Carlos Guerrero en su primer manual. Sobre el SnowFairy puedes practicar y probar el enorme rango de posiciones que pueden adoptar los pies y testar sus consecuencias sobre tu posición. También la verticalidad de la posición de tus hombros, caderas y rodillas, etc…, la posición de los brazos, la mirada, etc…. Una grabación y una consulta a un experto puede ayudar mucho. Otra cuestión, el SnowFairy es un excepcional banco de pruebas para testar la forma en que el esquiador realiza la contrarrotación que resulta en la dislocación del movimiento de la parte superior e inferior del cuerpo. Probablemente en el esquí moderno esto sea importante, pero sin duda lo es en el viejo estilo. En mi caso particular me ha servido para darme cuenta que mis caderas tendían a girar en la dirección de los esquís y por tanto no era capaz de separar completamente el movimiento de la parte inferior del cuerpo y la inferior. Con la consulta que he realizado a algún experto en old-style, he ensayado remedios como concentrarme en girar la cadera en la dirección contraria a los esquís. Antes de ello me dejaba llevar y se notaba un ligero movimiento hacia los esquís. Estoy convencido que este progreso tendrá una magnífica compensación en pistas a partir del próximo noviembre. Y todo esto a un coste cero, que creo es lo más valioso y talentoso del ingenio, lo cual le acredita para merecer el calificativo del “esquí del pueblo” como demandan sus inventores. Esta es mi experiencia con el SnowFairy. Desde luego, a mí me parecía una ocurrencia de chalados, pero tras probarlo, siempre en la circunscripción del esquí old style, he modificado completamente mi juicio que ahora es positivo, muy positivo.
Animo a los entusiastas de este deporte a probarlo y contar sus experiencias, sean éstas positivas o negativas. Esto no es un juego de suma cero como dicen los matemáticos, aquí lo que ganan unos, no lo pierden otros.
Buen fin de verano a todos y espero que nos podamos ver en las pistas de esquí europeas aunque sea enmascarados.

Me has dejado impresionado, de principio a fin.

Lamento tus circunstancias, alabo tu respuesta a ello.

Muchos ánimos.

SL2, ratón.
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Enviado: 30-08-2020 10:53
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A mí me ha pasado un poco lo mismo que a muchos de vosotros. He pensado que era una chaladura más de dos ociosos/rentistas que no tienen otra cosa que hacer que gastar su tiempo en actividades de exhibicionismo falocrático en las redes sociales. Sin embargo, he cambiado de opinión. He tenido la desgracia de quedarme viudo a causa del COVID-19 que parece que cogimos mi esposa y yo mismo en Ischgl a principios de marzo y he dejado de trabajar por un tiempo. Con tanto tiempo libre, he consultado, como todo aficionado al esquí en verano, diversos websites para “quitarme el mono” de la nieve y distraerme un poco de mi desgracia, y naturalmente uno de ellos ha sido la web Nevasport. Ví el reportaje sobre el SnowFairy y bromeé con mis amigos sobre los efectos de una prolongada espera –más larga de lo habitual- en ciertos esquiadores y cómo alguno de ellos podría acabar en el frenopático. Pero un buen día a principios de agosto, cuando se apagaba el día, se me ocurrió por puro aburrimiento ponerme las botas, usar una pequeña plataforma casera y probar a hacer pivotajes al estilo de lo que hacían los inventores del SnowFairy. Y mira por dónde tengo que reconocer que una idea tan sencilla no deja de tener su genialidad y utilidad para un esquiador amateur.
Soy esquiador veterano desde los 7 años cuando empecé en Candanchú, y esto hace ya casi 50, y por tanto he conocido la evolución del esquí desde que usábamos tablas totalmente rectas como los Kneissel Short Star, los Kästle CPM o los Rossignol Roc 550. Naturalmente, cuando empezaron a parabolizarse los esquís nos fuimos incorporando a las nuevas modas, pues siempre hemos pensado que la investigación hace progresar los materiales como ocurre en todos los ámbitos del conocimiento humano, y ahora llevo unos Blizzard Quattro como esquí all mountain y unos Head Rebel de taller como esquí pistero. Desde luego los esquís modernos son superiores en cuanto que hacen el esquí mucho más sencillo. Y naturalmente mi estilo es el esquí conducido o carving. Pero tengo que reconocer que en los últimos años he vuelto a retomar la técnica antigua del derrapado y el pivotaje e incluso algunos días he esquiado con mis veteranos y bellísimos Stöckli Spinx, y cuando he vuelto a mis esquís modernos y al carving he notado una notable mejora en mi posición. Desde mi punto de vista, y no estoy hablando de competición porque eso es otro mundo, una mejora esquiando al estilo Godille o serpentina –wedeln, creo que es el término más usado en este website-, repercute en una mejora de tu posición haciendo carving. La complejidad del old style (y los esquís pre-parabólicos), te obligan a una mayor atención hacia las cuestiones básicas y principalmente la centralidad, y cuando vuelves al esquí moderno – y a las tablas modernas-, la mejora es evidente. Un buen esquiador, es un buen esquiador en todas las circunstancias y hay un sustrato común en el esquí ya sea este pre-carving o moderno. Fuera de pista por ejemplo, ambos estilos, en mi opinión, tienden a una convergencia.
Y ahora mi experiencia con el SnowFairy. La primera advertencia es que se trata de un simulador de old style (Godille) y no puede replicar de ninguna manera el esquí conducido. Éste último, me temo, pese a las complejas máquinas que intentan replicarlo, no tiene posibilidad de ser simulado fuera de una pista pues obliga al esquiador a llevar a cabo movimientos que se alejan notoriamente de los que hace en pistas. Con el SnowFairy, sin embargo, el esquiador replica con gran exactitud lo que hace en pista cuando esquía al old-style..
He modificado el apoyo que proponen sus inventores (lo hago con “poles” que introduzco en dos regletas que me permiten moverlos de adelante hacia atrás y viceversa, replicando con bastante exactitud el movimiento de brazos), pero la idea es básicamente la misma. Y tengo que reconocer que me ha servido para descubrir cómo los diferentes apoyos en los pies –son más numerosos de los que imaginamos- se transmiten sobre el resto del cuerpo y determina en gran medida tu centralidad en el movimiento dinámico del esquí, en la línea que ya nos apuntaba el Sr. Carlos Guerrero en su primer manual. Sobre el SnowFairy puedes practicar y probar el enorme rango de posiciones que pueden adoptar los pies y testar sus consecuencias sobre tu posición. También la verticalidad de la posición de tus hombros, caderas y rodillas, etc…, la posición de los brazos, la mirada, etc…. Una grabación y una consulta a un experto puede ayudar mucho. Otra cuestión, el SnowFairy es un excepcional banco de pruebas para testar la forma en que el esquiador realiza la contrarrotación que resulta en la dislocación del movimiento de la parte superior e inferior del cuerpo. Probablemente en el esquí moderno esto sea importante, pero sin duda lo es en el viejo estilo. En mi caso particular me ha servido para darme cuenta que mis caderas tendían a girar en la dirección de los esquís y por tanto no era capaz de separar completamente el movimiento de la parte inferior del cuerpo y la inferior. Con la consulta que he realizado a algún experto en old-style, he ensayado remedios como concentrarme en girar la cadera en la dirección contraria a los esquís. Antes de ello me dejaba llevar y se notaba un ligero movimiento hacia los esquís. Estoy convencido que este progreso tendrá una magnífica compensación en pistas a partir del próximo noviembre. Y todo esto a un coste cero, que creo es lo más valioso y talentoso del ingenio, lo cual le acredita para merecer el calificativo del “esquí del pueblo” como demandan sus inventores. Esta es mi experiencia con el SnowFairy. Desde luego, a mí me parecía una ocurrencia de chalados, pero tras probarlo, siempre en la circunscripción del esquí old style, he modificado completamente mi juicio que ahora es positivo, muy positivo.
Animo a los entusiastas de este deporte a probarlo y contar sus experiencias, sean éstas positivas o negativas. Esto no es un juego de suma cero como dicen los matemáticos, aquí lo que ganan unos, no lo pierden otros.
Buen fin de verano a todos y espero que nos podamos ver en las pistas de esquí europeas aunque sea enmascarados.
Cita
LuisEtxarri
A mí me ha pasado un poco lo mismo que a muchos de vosotros. He pensado que era una chaladura más de dos ociosos/rentistas que no tienen otra cosa que hacer que gastar su tiempo en actividades de exhibicionismo falocrático en las redes sociales. Sin embargo, he cambiado de opinión. He tenido la desgracia de quedarme viudo a causa del COVID-19 que parece que cogimos mi esposa y yo mismo en Ischgl a principios de marzo y he dejado de trabajar por un tiempo. Con tanto tiempo libre, he consultado, como todo aficionado al esquí en verano, diversos websites para “quitarme el mono” de la nieve y distraerme un poco de mi desgracia, y naturalmente uno de ellos ha sido la web Nevasport. Ví el reportaje sobre el SnowFairy y bromeé con mis amigos sobre los efectos de una prolongada espera –más larga de lo habitual- en ciertos esquiadores y cómo alguno de ellos podría acabar en el frenopático. Pero un buen día a principios de agosto, cuando se apagaba el día, se me ocurrió por puro aburrimiento ponerme las botas, usar una pequeña plataforma casera y probar a hacer pivotajes al estilo de lo que hacían los inventores del SnowFairy. Y mira por dónde tengo que reconocer que una idea tan sencilla no deja de tener su genialidad y utilidad para un esquiador amateur.
Soy esquiador veterano desde los 7 años cuando empecé en Candanchú, y esto hace ya casi 50, y por tanto he conocido la evolución del esquí desde que usábamos tablas totalmente rectas como los Kneissel Short Star, los Kästle CPM o los Rossignol Roc 550. Naturalmente, cuando empezaron a parabolizarse los esquís nos fuimos incorporando a las nuevas modas, pues siempre hemos pensado que la investigación hace progresar los materiales como ocurre en todos los ámbitos del conocimiento humano, y ahora llevo unos Blizzard Quattro como esquí all mountain y unos Head Rebel de taller como esquí pistero. Desde luego los esquís modernos son superiores en cuanto que hacen el esquí mucho más sencillo. Y naturalmente mi estilo es el esquí conducido o carving. Pero tengo que reconocer que en los últimos años he vuelto a retomar la técnica antigua del derrapado y el pivotaje e incluso algunos días he esquiado con mis veteranos y bellísimos Stöckli Spinx, y cuando he vuelto a mis esquís modernos y al carving he notado una notable mejora en mi posición. Desde mi punto de vista, y no estoy hablando de competición porque eso es otro mundo, una mejora esquiando al estilo Godille o serpentina –wedeln, creo que es el término más usado en este website-, repercute en una mejora de tu posición haciendo carving. La complejidad del old style (y los esquís pre-parabólicos), te obligan a una mayor atención hacia las cuestiones básicas y principalmente la centralidad, y cuando vuelves al esquí moderno – y a las tablas modernas-, la mejora es evidente. Un buen esquiador, es un buen esquiador en todas las circunstancias y hay un sustrato común en el esquí ya sea este pre-carving o moderno. Fuera de pista por ejemplo, ambos estilos, en mi opinión, tienden a una convergencia.
Y ahora mi experiencia con el SnowFairy. La primera advertencia es que se trata de un simulador de old style (Godille) y no puede replicar de ninguna manera el esquí conducido. Éste último, me temo, pese a las complejas máquinas que intentan replicarlo, no tiene posibilidad de ser simulado fuera de una pista pues obliga al esquiador a llevar a cabo movimientos que se alejan notoriamente de los que hace en pistas. Con el SnowFairy, sin embargo, el esquiador replica con gran exactitud lo que hace en pista cuando esquía al old-style..
He modificado el apoyo que proponen sus inventores (lo hago con “poles” que introduzco en dos regletas que me permiten moverlos de adelante hacia atrás y viceversa, replicando con bastante exactitud el movimiento de brazos), pero la idea es básicamente la misma. Y tengo que reconocer que me ha servido para descubrir cómo los diferentes apoyos en los pies –son más numerosos de los que imaginamos- se transmiten sobre el resto del cuerpo y determina en gran medida tu centralidad en el movimiento dinámico del esquí, en la línea que ya nos apuntaba el Sr. Carlos Guerrero en su primer manual. Sobre el SnowFairy puedes practicar y probar el enorme rango de posiciones que pueden adoptar los pies y testar sus consecuencias sobre tu posición. También la verticalidad de la posición de tus hombros, caderas y rodillas, etc…, la posición de los brazos, la mirada, etc…. Una grabación y una consulta a un experto puede ayudar mucho. Otra cuestión, el SnowFairy es un excepcional banco de pruebas para testar la forma en que el esquiador realiza la contrarrotación que resulta en la dislocación del movimiento de la parte superior e inferior del cuerpo. Probablemente en el esquí moderno esto sea importante, pero sin duda lo es en el viejo estilo. En mi caso particular me ha servido para darme cuenta que mis caderas tendían a girar en la dirección de los esquís y por tanto no era capaz de separar completamente el movimiento de la parte inferior del cuerpo y la inferior. Con la consulta que he realizado a algún experto en old-style, he ensayado remedios como concentrarme en girar la cadera en la dirección contraria a los esquís. Antes de ello me dejaba llevar y se notaba un ligero movimiento hacia los esquís. Estoy convencido que este progreso tendrá una magnífica compensación en pistas a partir del próximo noviembre. Y todo esto a un coste cero, que creo es lo más valioso y talentoso del ingenio, lo cual le acredita para merecer el calificativo del “esquí del pueblo” como demandan sus inventores. Esta es mi experiencia con el SnowFairy. Desde luego, a mí me parecía una ocurrencia de chalados, pero tras probarlo, siempre en la circunscripción del esquí old style, he modificado completamente mi juicio que ahora es positivo, muy positivo.
Animo a los entusiastas de este deporte a probarlo y contar sus experiencias, sean éstas positivas o negativas. Esto no es un juego de suma cero como dicen los matemáticos, aquí lo que ganan unos, no lo pierden otros.
Buen fin de verano a todos y espero que nos podamos ver en las pistas de esquí europeas aunque sea enmascarados.

Lo primero ánimo!!!

Lo segundo, gran respuesta, nada mejor qie probar las cosas para poder opinar.




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