Ahora que las estaciones de esquí empiezan a estar cerradas en el Pirineo, llega la mejor época del año para poder disfrutar de nuestras montañas en su estado más puro.
Es increíble salir de casa disfrutando de ese verde en el fondo de los valles, viendo los frutales florecidos y acabar disfrutando de una jornada de esquí deslizando esa cremita que solo le puede hacer sombra el polvo invernal.

Al final nuestra opción fue subir a pasear a la Torreta de l’Orri, accediendo desde el Port del Cantó y dejando nuestro vehículo aparcado en el pueblo de Rubió.
Después de unos 20 minutos de porteo, empezamos a poder calzarnos los esquís y poder empezar a deslizar sobre esa nieve que cubre la pista forestal por la que ascienden en verano los coches para llegar al Refugio de Comes de Rubió.

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Hasta el Refugio de Comes, en varios puntos nos tuvimos de descalzar los esquís, pero ese tramo de la subida fue precioso pudiendo disfrutar del paisaje verde a la vez que veíamos como el río se abría paso en medio de la nieve y el hielo.

Una vez pasado el Refugio, la nieve ya es continua y muy abundante, desde este punto las vistas de todo el Pirineo Oriental son increíbles.
















De la bajada solo decir que disfrutamos de una cremita deliciosa.