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Honky
El problema no son los niños, son los adultos con los que están que no les marcan los límites.
Nosotros también hemos sido niños, y probablemente en otras situaciones también hacíamos "niñerias", pero ahí estaban nuestros padres para decir "stop".
A mí me preocupan más los padres de esos niños, la verdad. Es más, me suelen dar "más guerra" los adultos pisas esquis / colones que los niños.
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j.lacroix
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Honky
El problema no son los niños, son los adultos con los que están que no les marcan los límites.
Nosotros también hemos sido niños, y probablemente en otras situaciones también hacíamos "niñerias", pero ahí estaban nuestros padres para decir "stop".
A mí me preocupan más los padres de esos niños, la verdad. Es más, me suelen dar "más guerra" los adultos pisas esquis / colones que los niños.
Cuidado, que las dos últimas frases se pueden solapar , y entonces quedaría algo así:
Nosotros también hemos sido niños, y probablemente en otras situaciones también hacíamos "niñerias", pero ahí estaban nuestros padres para decir "stop". A mí me preocupan más los padres de esos niños, la verdad.
O sea, antes nuestros padres nos decían stop y parábamos. Pero ahora, esos niños pueden ser nuestros hijos y nosotros podemos ser los padres. Así que... ¿podemos concluir que no sabemos parar a nuestros hijos?
O es que , curiosamente, ¿sólo son los otros padres los que no saben pararlos?
Ahí lo dejo
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Carlos_a
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j.lacroix
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Honky
El problema no son los niños, son los adultos con los que están que no les marcan los límites.
Nosotros también hemos sido niños, y probablemente en otras situaciones también hacíamos "niñerias", pero ahí estaban nuestros padres para decir "stop".
A mí me preocupan más los padres de esos niños, la verdad. Es más, me suelen dar "más guerra" los adultos pisas esquis / colones que los niños.
Cuidado, que las dos últimas frases se pueden solapar , y entonces quedaría algo así:
Nosotros también hemos sido niños, y probablemente en otras situaciones también hacíamos "niñerias", pero ahí estaban nuestros padres para decir "stop". A mí me preocupan más los padres de esos niños, la verdad.
O sea, antes nuestros padres nos decían stop y parábamos. Pero ahora, esos niños pueden ser nuestros hijos y nosotros podemos ser los padres. Así que... ¿podemos concluir que no sabemos parar a nuestros hijos?
O es que , curiosamente, ¿sólo son los otros padres los que no saben pararlos?
Ahí lo dejo
Este es el pan nuestro de cada día, antes padres, maestros .... eran respetados, ahora no tanto y no sé el motivo.
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zD
Es un niño coño, yo reventaba cristales a pedradas. Queréis masificaros sin que os masifiquen y claro, puta sociedad.
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zD
Es un niño coño, yo reventaba cristales a pedradas. Queréis masificaros sin que os masifiquen y claro, puta sociedad.
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zD
Es un niño coño, yo reventaba cristales a pedradas. Queréis masificaros sin que os masifiquen y claro, puta sociedad.
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21marcgracia
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bolibud
Yo creo que la solución pasa por prohibir los bastone...
Esto es lo unico que puedo destacar de tu mensaje y diré al respecto que la solución no es prohibir, es EDUCAR (aplíquese para casi todo)
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Yorrl
No tenéis ni idea de lo que cuesta enseñar a los niños que no pisen los esquís, llevo 10 años diciendole a mis hijos, que los esquís no se pueden pisar, que sólo las tablas de snow, y que si no llegan les den con el bastón.
Y después de 10 años, todavía pisan algún esquí...
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Nemancos
Os pido perdón por el tocho.
Es estupendo que estos temas surjan también en el microcosmos del esquí. Al fin y al cabo, hablar de los problemas es la manera de empezar a buscarles solución pero, ojo, sólo con hablar no se avanza.
Todos hemos sido niños pero muchos (la mayoría) sabíamos qué pasaba cuando contestábamos a la maestra, rompíamos los cristales del vecino, nos pegábamos con un compañero o éramos descorteses con los mayores. Sabíamos que eso tenía consecuencias, serias. vamos, que nos daban por dónde nos dolía y no me estoy refieroendo a una bofetada o un coscorrón. No salías y no salías. No veías la TV y no la veías. Nos enseñaban que todo tenía un precio, que no era gratis, que a veces incluso dolía realizar ciertos comportamientos y conductas.
Quién las alteraba de manera sistemática (porque todos tuvismo un compañero de clase trasto o el típico cuatripitidor que pasaba de todo), no era ejemplo de nada ni para nadie. El propio grupo tenía tendencia a penalizar sus comportamientos y solían vivir en minoría.
Un día, no sé cuando, comenzó la barra libre. Con la excusa de integrar a los que no tienen ninguna intención de integrarse se empezó a contagiar la conducta colectiva del grupo. Y el maleducado empezó a interferir en la vida del colectivo, a generar liderazgo y a conseguir seguidores. Se comenzó a denostar el término respeto, disciplina, autoridad, castigo y se empezó a corromper el uso del lenguaje llamando tolerancia a permitir faltas de respeto; se le llama trauma al castigo; se le llama negociación a la tiranía;
A esto se le unen unos padres que están a otras cosas. Que, por h o por b, se convierten en consentidores, impulsores, alentadores y cómplices de conductas destructivas para la sociedad. Por un lado los que quieren razonar con el niño como si fuese un ser adulto y además hacerse ver ante los demás (que ya es de lo más cool), como si fuesen ejemplo de algo, como gustándose cuando el resto de los mortales vemos como el niño les está vacilando en toda regla. Y por otro lado, los que han tenido un niño como se tiene una play o un perro. Ahí está pero que no dé por saco y si da por saco que sea fuera de casa.
Así vemos los viernes por la noche en ciudades de 200 mil habitantes 2.000 menores bebiendo a morro en un parque de una botella de ginebra o de vodka barato hasta el coma etilico. Sólo nos preocupa cuando se muere uno y sale en las noticias. A nadie le preocupa que el 10% de esos 2000 vayan arruinado su vida, siendo alcoholicos, ni estudirarán ni trabajarán ni aportarán nada más que desgracia a la sociedad.
De este modo, desde que ha comenzado para denostrar los términos respeto, autoridad y castigo nos encontramos con que 1 de cada 3 condutores a los que se le hace la prueba de drogas al volante, da positivo. El 2 de cada 3 jovenes que frecuenta el botellón antes de los 16 años acaban siendo alcoholicos antes de los 18. El fracaso escolar se sitúa en el 30%. 7 de cada 10 conflictos en el aula se dan por desafío a la autoridad del profesor y ausencia de contundencia en la respuesta. Y ya no digamos de la violencia de géneros donde el crecimiento de estos casos entre los más jóvenes es sencillamente espeluznante y eso sin entrar en los datos de maltrato de hijos a padres, denuncias de padres a hijos...etc etc Y si esto acaba en muertes pues se arregla una condena en el twitter (también llamada repulsa), un ramo de flores y por la siguiente.
Sin embargo hay quién piensa que el éxito profesional en la vida, que es lo que queremos para nuestros hijos, resulta de haber hecho tareas rutinarias de pequeños (la compra, ordenar la habitación, poner la lavadora...) y mejor cuanto antes empiecen. El enfoque mental es que la vida es dura, jodida, decepcionante, y hay mucho trabajo desagradable pendiente de hacer. Alguien tiene que hacerlo y puedo ser yo el que tenga que hacerlo. Voy a contribuir con mi esfuerzo al avance de todos.
Pero todo muy bien. Según la nuevas corrientes pedagógicas este es el camino. Lo importante es que los niños no sufran, no padezcan, no se entrenen en el sacrifio y el dolor porque se pueden traumatizar. Que luego ya vendrán las frustraciones: mucho más dolorosas que una bofetada tradiciona. Desde luego.
Perdón nuevamente por el tocho.
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Quinta73
La permisividad con nuestros hijos es directamente proporcional a nuestro sentimiento de culpa por castigar/reprender comportamientos, el poco rato que pasamos con ellos.
Las consecuencias de este comportamiento "tolerante" las sufrirán nuestros hijos en el futuro, no nosotros.
Como Padre de un niño con TDAH, la disciplina, el orden y la rutina es indispensable que esten presentes en su educación a todos los niveles, académico, social, etcétera.
La autoridad del educador y del formador, es indispensable que se presente con claridad en ante nuestros peques(Las negociaciones se deben hacer sobre premios por comportamientos/resultados sobresalientes), esto a mi parecer no contradice de ninguna manera su felicidad ni la nuestra.Creo que de mayor afrontarán con mejor actitud la frustración en aquellas situaciones que no se resuelvan como esperaban( ya que en la vida no siempre podemos hacer lo que más no viene en gana, ni las cosas salen como las habíamos planeado).
El respeto hacia si mismo y los demás es un reflejo, sin lugar a dudas, de los comportamientos( y sus resultados )que ven en sus mayores.
La autoridad, no es contradictoria con el diálogo, me explico,
mi hijo podía haber sido perfectamente el que maltrató los esquis de Marc, y yo tengo que dialogar y hacerle entender al niño que no le gustaría que ese señor de delante le estuviera dando con el bastón a su juguete favorito y pedirle perdón, y si no hace el ejercicio de entenderlo, tendrá sus consecuencias(autoridad)
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zD
Madre mía, el sueño que os quita que un mico de 25 kilos pase un poco el bastón por encima.
De verdad que tanto daño le hace a la tabla?
esclavos del material, poco disfrutará!
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Mikele
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Quinta73
La permisividad con nuestros hijos es directamente proporcional a nuestro sentimiento de culpa por castigar/reprender comportamientos, el poco rato que pasamos con ellos.
Las consecuencias de este comportamiento "tolerante" las sufrirán nuestros hijos en el futuro, no nosotros.
Como Padre de un niño con TDAH, la disciplina, el orden y la rutina es indispensable que esten presentes en su educación a todos los niveles, académico, social, etcétera.
La autoridad del educador y del formador, es indispensable que se presente con claridad en ante nuestros peques(Las negociaciones se deben hacer sobre premios por comportamientos/resultados sobresalientes), esto a mi parecer no contradice de ninguna manera su felicidad ni la nuestra.Creo que de mayor afrontarán con mejor actitud la frustración en aquellas situaciones que no se resuelvan como esperaban( ya que en la vida no siempre podemos hacer lo que más no viene en gana, ni las cosas salen como las habíamos planeado).
El respeto hacia si mismo y los demás es un reflejo, sin lugar a dudas, de los comportamientos( y sus resultados )que ven en sus mayores.
La autoridad, no es contradictoria con el diálogo, me explico,
mi hijo podía haber sido perfectamente el que maltrató los esquis de Marc, y yo tengo que dialogar y hacerle entender al niño que no le gustaría que ese señor de delante le estuviera dando con el bastón a su juguete favorito y pedirle perdón, y si no hace el ejercicio de entenderlo, tendrá sus consecuencias(autoridad)
Completamente de acuerdo con tu mensaje, de hecho estaba escribiendo uno en esa misma linea ya que tambien tengo un hijo con TDAH.
Hay que meterse en la cabeza del niño siempre para comprender el porque de sus actitudes.
El estar en una cola del remonte/telesilla a la espera de subir, casi como anchoas en lata, hace que para ellos sea tremendamente aburrido y busquen distraccion.
Con esto no quiero justificar su comportamiento, solo entenderlo.
A partir de ahi, debe estar la figura del padre o monitor para corregir esa actitud.
Y ademas, no hay nada que no pueda conseguir un "Por favor, puedes no golpear mis esquis?" acompañado de una sonrisa, pero al tercer golpecito, por que por ellos mismos no van a parar. Simplemente se estan distrayendo y no valoran las consecuencias de sus actos como lo hacemos los adultos.
Saludos
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