Cita
Carme
Traduzco un par de preguntas interesantes de la entrevista al hijo de Patrick, el chavalín que sale al principio de la película, el que baja el Mont Blanc con 11 años.

Viene bastante a cuento de un debate reciente en el foro de material.

¿Qué diferencia el esquí extremo de aquella época del que se practica actualmente?
Yo diría que más allá de la técnica de esquiar y de las pendientes que se esquían actualmente, que son semejantes a las de entonces (Nota: las pendientes esquiables en los Alpes europeos no sobrepasan nunca los 55º). Lo que es fundamentalmente diferente es el planteamiento! Si mi padre hubiese sido de la generación actual, no creo que hubiese hecho esquí extremo y menos aún freeride. En aquella época el esquí extremo era una revolución, era una manera de expresar algo que estaba en su interior, la voluntad de ser pionero, de vivir aventuras, y un poco provocador... Hoy en día, el freeride no tiene nada de marginal ni de contestatario; por el contrario, es una disciplina de moda, que muchas veces practica una clase social privilegiada, más aún que hace 30 o 40 años, que tiene sus estrellas, sus fashion-victims y sus grupies...El esquí verdaderamente extremo --es decir, el que necesita condiciones de alpinista para pendientes más allá de 50º-- sigue siendo, por supuesto, elitista y lo practica sólo una pequeña minoría, pero ya no es revolucionario.

¿Incluso con la evolución reciente del material?
Sí, porque aunque hay una búsqueda de las prestaciones deportivas y de la innovación, hoy es mucho más fácil hacerlo porque esta modalidad ya no es pionera, uno sabe, de alguna manera, adónde va. El material ha evolucionado. Cuando miras al de la época, las botas, con un solo gancho, podían estallar en un viraje con excesivo apoyo... Esto relativiza algo las "hazañas" modernas. Anselme explicaba también que en aquella época no concebían de ninguna manera esquiar en pendientes con mucha nieve polvo porque no tenían esquís que permitieran flotar por encima de la nieve y no querían asumir los riesgos de desencadenar aludes. Por lo tanto, iban generalmente a esquiar las pendientes con la nieve más dura o, en el mejor de los casos, ligeramente "décaillées"*, en las que, si resbalabas, estaba claro que te ibas abajo del todo.

Cita
Carme

* he buscado qué quiere decir "neige décaillée", que anoche no tenía ni idea.
Y se refiere a la nieve que empieza a transformar.

Es triste que esta gente, tras el palizón de la subida, no se atreviera a disfrutar de las laderas con nieve polvo por carencias del material.

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Pierre Nodoyuna

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Carme

* he buscado qué quiere decir "neige décaillée", que anoche no tenía ni idea.
Y se refiere a la nieve que empieza a transformar.

Es triste que esta gente, tras el palizón de la subida, no se atreviera a disfrutar de las laderas con nieve polvo por carencias del material.

Pues si, pero era eso o jugársela y mucho en esas pendientes.

Buscando un lado bueno, es menos costoso subir con nieve dura y crampones, dentro de la gran dificultad y dureza que supone subir esos paredones, además con la tremenda mochila que lleva el pollo a la espalda (y luego bajar con ella por ahí...), que hundiendo la pierna hasta el corvejón en nieve blanda, a cada paso de subida.

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Carme

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Carme
Traduzco un par de preguntas interesantes de la entrevista al hijo de Patrick, el chavalín que sale al principio de la película, el que baja el Mont Blanc con 11 años.

Viene bastante a cuento de un debate reciente en el foro de material.

¿Qué diferencia el esquí extremo de aquella época del que se practica actualmente?
Yo diría que más allá de la técnica de esquiar y de las pendientes que se esquían actualmente, que son semejantes a las de entonces (Nota: las pendientes esquiables en los Alpes europeos no sobrepasan nunca los 55º). Lo que es fundamentalmente diferente es el planteamiento! Si mi padre hubiese sido de la generación actual, no creo que hubiese hecho esquí extremo y menos aún freeride. En aquella época el esquí extremo era una revolución, era una manera de expresar algo que estaba en su interior, la voluntad de ser pionero, de vivir aventuras, y un poco provocador... Hoy en día, el freeride no tiene nada de marginal ni de contestatario; por el contrario, es una disciplina de moda, que muchas veces practica una clase social privilegiada, más aún que hace 30 o 40 años, que tiene sus estrellas, sus fashion-victims y sus grupies...El esquí verdaderamente extremo --es decir, el que necesita condiciones de alpinista para pendientes más allá de 50º-- sigue siendo, por supuesto, elitista y lo practica sólo una pequeña minoría, pero ya no es revolucionario.

¿Incluso con la evolución reciente del material?
Sí, porque aunque hay una búsqueda de las prestaciones deportivas y de la innovación, hoy es mucho más fácil hacerlo porque esta modalidad ya no es pionera, uno sabe, de alguna manera, adónde va. El material ha evolucionado. Cuando miras al de la época, las botas, con un solo gancho, podían estallar en un viraje con excesivo apoyo... Esto relativiza algo las "hazañas" modernas. Anselme explicaba también que en aquella época no concebían de ninguna manera esquiar en pendientes con mucha nieve polvo porque no tenían esquís que permitieran flotar por encima de la nieve y no querían asumir los riesgos de desencadenar aludes. Por lo tanto, iban generalmente a esquiar las pendientes con la nieve más dura o, en el mejor de los casos, ligeramente "décaillées"*, en las que, si resbalabas, estaba claro que te ibas abajo del todo.

* he buscado qué quiere decir "neige décaillée", que anoche no tenía ni idea.
Y se refiere a la nieve que empieza a transformar.

Es triste que esta gente, tras el palizón de la subida, no se atreviera a disfrutar de las laderas con nieve polvo por carencias del material.

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wedeln
Sé que no es el tema del hilo. Pero la "anécdota" del bebé con un cartel de que le den el biberón si tiene sed, mientras ellos se van a escalar, me ha trastocado el alma.Quien hace éso, puede ser el mejor esquiador del mundo mundial, pero está enfermo y muy mal de la cabeza. Ni puta la gracia le veo a la "anécdota", sinceramente.
Si esto es así, que cuesta de creer tamaña barbaridad, mantengo mi admiración por el nivel de esquí y compromiso del Sr. Valençant, y mi más intensa y absoluta repulsa a este señor, aunque esté fallecido, en su responsabilidad de padre. Y es extensiva a cualquiera que supiese lo que hacía con su bebé. Si me encuentro a pie de vía a un bebé solo, con o sin cartelito, me lo llevo al cuartel de la guardia civil de inmediato para que lo ateindan, y para poner la denuncia ipso-facto. Aquí todo vale, menos alguna, ya pocas, cosas.
Perdonar, pero si no lo digo, reviento.

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alexcoto
Que recuerdos Vallencçant, Tardivel, Boivin....

Tardivel era yo un crío apasionado del esquí cuando pude ir a ver una conferencia suya en Oviedo. Que tiempos, cuando disponer de algo del material realizado por esta gente era casi imposible. En muchas ocasiones teníamos que comprar la revista francesa Vertical para poder ver algo sobre ellos.
Hoy afortunadamente las coas han cambiado y todo es mucho mas accesible.

Gracias por compartir.

Alex