Es un clásico acabar la temporada en el macizo de Aneto-Maladetas, y parece que este año, cumplimos de nuevo con la tradición.
Una temporada rara, nos deja con más nieve ahora mismo en cotas altas, que la que había en Diciembre o Enero, y eso hay que aprovecharlo.

Llegamos y jamás había visto en Besurta tal cantidad de campers, furgonetas y coches Está claro que queda mucha ansia de esquí, y que la travesía, está en su máximo apogeo.
Nos buscamos nuestro sitio, cenamos, y al sobre, que mañana hay día largo.
Por la mañana, se cumple el pronóstico de día radiante y buenas temperaturas, y montamos el rastrillo gitanil a pié de autocaravana:



El sol va bajando ya, y nos ponemos en marcha. No apuramos mucho, ya que a 1ª hora la nieve está muy dura, y hay muchas horas de luz en ésta época. Además nuestra ruta, no es precisamente proclive a avalanchas, por lo que empezamos a las 7 y con la calma:



La subida hasta Renclusa es una romería de gente que va sobretodo al Aneto, y una parte a Maladetas. Aquí hay de todo: desde runners con skis, a principiantes acordándose de la madre que parió al amigo que le convenció en probar ésto de las focas... Desde luego que somos un abanico de lo más variado.
100 metros después de Besurta, nos podemos poner los skis, y tirar para arriba ya cómodamente.



Renclusa ya vacía de la marabunta que estárá subiendo al Aneto:



Noostros nos desviamos rápidamente a la derecha, bajo los contrafuertes del Pico Paderna, y como el sol ya pega, la nieve se reblandece y se deja deslizar suavemente:



La subida es una sucesión de palas amplias y de pendiente moderada aunque sostenida. Un pequeño tubo con nieve podrida, es la única dificultad del recorrido:



Pasamos el primer collado y seguimos:



Y ganamos altura hasta la última pala previa al collado:





Una vez llegados bajo el collado, dejamos skis y para arriba. Yo me subo los skis, por si la pala del otro lado, se dejase subir con skis, y así alrgar la bajada lo máximo posible, pero no vale la pena.
Jesús decide quedarse aquí



Vista de la última diagonal, pala final y la cumbre:



Desde aquí, las vistas son ya de infarto:



Seguimos Benja y yo hacia arriba:



En la pala final, un grupo más arriba empieza a tirar, sin querer, hielo y nieve que nos llega a gran velocidad. Esto hace que Benja no lo vea claro y se de la vuelta también, por tanto finalmente, me quedo solo en la última parte a la cumbre:



La última parte es una arista finita y preciosa:



Arista somital:



Queda pasar a lo que se considera la cumbre propiamente, aunque no hay diferencia de altura, pero soy el último en subir, estoy solano, y las condiciones plenamente invernales, me hacen desistir tras pensármelo un buen rato. Con 2 piolets en vez de uno, huella hecha, o alguien allí para avisar si la cosa se torcía, lo hubiese intentado, pero la ausencia de ambas cuestiones, finalmente me disuaden. Detrás el Pico Cordier y la Muela:



La caída es gorda



Y ahora toca bajar otra vez, recoger esquís y darle:



Hacemos una gran diagonal para que la bajada sea más continua, y nos preparamos en el collado:







Sabemos que queda una bajada de impresión... y se nos nota en la cara!!



Jesús ha acertado, y la bajad es contínua en pendiente y calidad. Una calidad estratosférica para la época, y sobretodo, continua. No cambió hasta casi llegar a La Renclusa!!







Una vez abajo, el relax es totaaal:



Y finalmente de vuelta, a disfrutar del solete, una cerveza helada y las flores:



Espero os sirva para los que penséis que ya no queda nieve. Nieve hay, y por lo menos aquí, poco hay que portear.

Un abrazo;