La estación de Port - Ainè se abrió con capital privado, donde sus responsable abrieron una pista inicialmente des de la localidad de Roní hasta la base de la estación, por aquel entonces ubicada en la cota 1600.
Recuerdo los primeros años que esa pista no estaba asfaltada y cuando se fundía la nieve o precipitaba bastante lluvia era en algunas zonas un verdadero barrizal, con profundas roderas provocadas por los vehículos pesados como eran por ejemplo los autocares y donde los coches tenían verdadero trabajo para no quedarse clavados al tocar con los bajos al suelo.
Más tarde se asfaltó esa pista con lo que se ganó cualitativamente bastante, imagino que con ayudas de la Generalitat de Catalunya (esto no lo se con certeza) pero siendo aun de capital privado la estación.
Más tarde por problemas económicos la Generalitat de hizo cargo de las estaciones del Pallars, a excepción de Tavascán, que es propiedad del Municipio de Lladorre por medio de empresas encargadas de la gestión de las estaciones y con capital público, quizás también algo de capital privado pero no lo se con total seguridad, inyectando capital para su modernización y así continuaran abiertas como una de las principales y pocas actividades económicas importantes de la comarca. Momento en que ya se hicieron algunas actuaciones en la carretera de Port-Ainè de cierta cuantía pero como se puede ver no fué suficiente o simplemente lavó la cara durante un tiempo.
Actualmente las estaciones del Pallars, a excepción de Tavascán, las gestiona Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya, la Generalitat parece que está pendiente de un informe que debe aclarar quien es el titular de la carretera, pista asfaltada que ni tan solo tiene una numeración específica, numeración que suelen tener el resto de las carreteras propiedad de la Generalitat o el Govierno Central. Recordemos que fué una obra realizada por particulares, responsables y propietarios de la estación, supuestamente autorizada tanto por el Ayuntamiento de Rialp como por las consellerías de la Generalitat competentes en temas medioambientales y de carreteras, carretera que al dar los problemas que da cada vez que llueve con cierta intensidad o se acerca el deshielo, nadie desea ser su titular ante su precario trazado, precario firme, necesidad de inversión cuantiosa o posibles alternartivas que requerirían grandes inversiones, y ante la posibilidad de responsabilidades asociadas por posibles accidentes que esperemos no se produzcan o reclamaciones de terceros por incumplimientos al no poder asegurar su obertura durante toda la temporada de esquí.
Hay que recordar que el Pallars Sobirà sin las estaciones de esquí en invierno y sin los deportes de aventura acuáticos centrados en el río Noguera Pallaresa principalmente, en primavera, verano y menos en otoño, se vería sin su mayor fuente de ingresos y lugar de trabajo, directos y indirectos para buena parte de jovenes autóctonos y venidos de fuera que residen actualmente en la comarca.
No son pocos los que cuestionan si es necesario mantener estas estaciones abiertas gracies a capial público, pero lo cierto es que sin ellas esta comarca y sus habitantes lo tienen muy muy crudo.
