Nuestra primera bajada esquiando, debemos comenzarla -como mínimo-, tres meses antes de que abran las pistas. Prepararnos físicamente con una buena Pretemporada es imprescindible.
Una vez que llegamos por primera vez a la estación, y en el mismo parking, dediquemos 10 minutos a realizar ejercicios de “calentamiento” de nuestros músculos.
Las primeras bajadas las realizaremos por pistas sencillas y a velocidad totalmente controlada. Poco a poco iremos subiendo de nivel. De esta forma iremos preparando nuestros músculos; articulaciones y tendones a la exigencia que los vamos a someter.
Hidratarnos y alimentarnos convenientemente durante toda la jornada es básico.
En un momento determinado, cuando has realizado una bajada y estás en la base del remonte, se te ocurre que vas a subir y realizar la última bajada. Bien, esa nunca la hagas. Recoje los “bártulos”; dirigete al parking; quítate las botas y dedícale 5 minutos a hacer ejercicios de estiramiento de los músculos.
Todo esto es aplicable a todos los días que subamos a esquiar. Yo llevo muchos -pero que muchos-, años practicándolo y me ha ido muy bien. Nunca he tenido una lesión, quizás por suerte, pero yo la ayudo en todo lo que puedo.
En cuanto a que la edad es un factor de mayor riesgo de lesión, creo que no es correcto. Tengo 65 años, y llevo esquiando desde los 10 años. Si adaptas tu exigencia en el esquí a las condiciones físicas inherentes a tu edad y condición física, no existe riesgo añadido de tener una lesión.
Aún con todo, ninguno de nosotros estamos inmunizados para sufrir una lesión. Eso sí, pongámoselo dificil recurriendo al prudencia.
CADA DÍA QUE SUBO A ESQUIAR, NO ME OLVIDO DE IR ACOMPAÑADO POR LA PRUDENCIA.
Ke Trabaje Rita
