Explicaciones de mi finde en plan anuncio Mastercard:
Ir el viernes a tope en el curro porque quieres poder salir a las 15 hras hacia a Huesca…casi un infarto.
Llevar a lavar el coche porque tu pareja no quiere pelearse gremlins durante el viaje y te ha amenazado con no montarse, hecho que te supone una retraso de media hora sobre el horario previso…agudización del infarto.
Ir circulando por la autovía y ver asomar las cumbres nevadas de los Pirineos por detrás de Guara…felicidad y atenuación de la crisis cardiaca.
Llegar a Huesca feliz y al descargar el equipaje darte cuenta de que con las putas prisas te has dejado la bolsa con toda la ropa de esquiar ...no tiene precio.
Así que lo que iba a ser un día feliz de esquí y nieve no llegó a materializarse. Pero bueno, me consuela que estuve disfrutando de la familia, que tampoco viene mal. Y ya me pasó algo parecido esta Navidad subiendo a la Cerdanya: Me dejé los esquís en el ascensor y tuve que volver cuando ya estaba en Manresa.
Conclusión: Las prisas son malas compañeras.
