EL ESQUI EN ESPAÑA
El esquí hizo su aparición en nuestro país algo más tarde que en el centro de Europa, poco antes de 1910. Las escasas personas que lo practicaban eran miembros de los clubes de montaña que empezaban a surgir por aquella época.
Ya en los años treinta se crean pequeños grupos de aficionados que practican el esquí en La Molina, Navacerrada, Nuria, Candanchú, Pajares y Sierra Nevada. La mayoría de ellos estaban formados por autodidactos o por esquiadores que habían recibido enseñanzas de extranjeros procedentes de países nórdicos y alpinos desplazados a España generalmente por motivos de trabajo.
La Guerra Civil española forzó durante los años 1936 a 1939 la paralización de aquellas actividades deportivas. No obstante, los esquiadores en edad militar constituyeron, en ambos bandos, unidades de esquiadores. Estas unidades se completaban con voluntarios montañeses, que recibían, junto a la instrucción militar correspondiente, adiestramiento en el empleo de los esquís.
Terminada la contienda pudieron volver los aficionados a practicar su deporte favorito, aunque de forma precaria y limitada a causa de las dificultades propias de la posguerra y de las derivadas del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Las mayores limitaciones afectaban a la adquisición de material y equipo, dada la falta de relaciones con el extranjero y la práctica inexistencia de fabricantes nacionales de esquís; en España la producción de esquís quedaba limitada a unos pocos artesanos.
Un hito importante en la historia del esquí español fue la fundación, en 1941, de la Federación Española de Esquí (FEDE), independizándose de la Federación de Montaña de la que había formado parte desde 1930. Comenzó así a experimentarse un notable crecimiento de este deporte, tanto en practicantes como en nivel técnico. La llegada de entrenadores austriacos y alemanes, así como la celebración de cursillos en cooperación con otros organismos, hizo surgir una notable promoción de jóvenes esquiadores. Es de destacar en estos años la labor realizada por el austriaco Walter Fooger.
También contribuyó de forma importante al desarrollo del esquí la actividad de algunas organizaciones del Movimiento Nacional, especialmente el Frente de Juventudes, que colahoró estrechamente con la Federación.
En 1945 el Centro Excursionista de Cataluña funda en La Molina una escuela de esquí para sus socios, autorizada por al FEDE. Ese mismo año edita un folleto para la enseñanza de la técnica del esquí, que es la segunda publicación de este género en castellano; la primera, un manual escrito por E. Selmidy con abundantes escritos explicativos, había sido editada en 1929 por la Real Sociedad de Alpinismo de Peñalara.
También creó su propia escuela el Club Alpino Nuria. En la actividad de esta escuela, que funcionó sin interrupción entre los años 1947 a 1960, es digna de destacar la labor de Heini Gaduff y L. Lehr. A partir de 1950 se añadió a estas escuelas la creada por el Club Super-Molina.
Un grupo de aficionados al esquí, nutrido de algunos diplomados de la Escuela Militar de Montaña y esquiadores cualificados del valle pirenaico, organizó en 1958 la Escuela de Esquí de Candanchú. Su objetivo inicial fue difundir el conocimiento de la técnica del esquí, principalmente entre los jóvenes de Jaca y de los pueblos próximos, quienes recibían clases gratuitas. La FEDE reconoció oficialmente tanto al centro como a sus profesores, firmando los carnés de éstos. En el mismo año de su fundación, la escuela elaboró un pequeño manual en hojas multicopiadas para promover la enseñanza del esquí, basándose en el sistema austriaco. Un año más tarde, la Federación Castellana de esquí fundó su propia escuela.
Fuer on todas ellas iniciativas importantes, pero diseminadas y no coordinadas. La falta de conexión entre unas y otras provocó que en cada caso se emplease la técnica que se conocía, de forma voluntariosa y con los medios que cada una tuviese a su alcance. Es, por tanto, una época de cierta anarquía en la enseñanza del esquí.
Ya en 1924 se crearon en España los primeros Batallones de Montaña,cada uno de los cuales contaba con una Sección de Esquiadores. A pesar de las considerables dificultades existentes, debidas al bajo nivel del esquí nacional, un grupo de oficiales entusiastas realizó una esforzada labor para instruir a los soldados en la técnica del esquí.
Las actividades pedagógicas y técnicas fueron encomendadas a la Escuela Central de Gimnasia del Ejército. Como ya se ha comentado, las unidades intervinieron en la Guerra Civil.
A partir de 1945 se organizan regularmente cursos para mandos en la Escuela Militar de Montaña, con sede en Jaca. Esta escuela ha desempeñado una importante labor en el campo del esquí militar, lo cual ha repercutido también en el deporte del esquí, pues del seno de la escuela han surgido, además de ideas, personas que han colaborado tanto en el campo pedagógico como en el deportivo.
LA ESCUELA ESPAÑOLA DE ESQUI
SITUACION DEL ESQUI EN EL OTOÑO DE 1960
La situación de la enseñanza del esquí en octubre de 1960, antes de la temporada invernal, era pues la siguiente:
Funcionaban tres escuelas de esquí propiamente dichas: La Molina, Candanchú y la escuela castellana. El Club Super-Molina, previo acuerdo con la Escuela de La Molina, paralizó la actividad de su centro. Entretanto algunos clubes continuaban manteniendo entrenadores-profesores para el servicio de sus asociados; y por otra parte, los profesores independientes empezaban a gestar un proyecto de agrupación y de constitución de nuevas escuelas de esquí.
AI margen de este campo de actuaciones, la Escuela Militar de Montaña proseguía su trabajo dentro de la institución de la que dependía y de acuerdo con las funciones que le competían. Del mismo modo, en la Obra de Educación y Descanso se promovía alguna actividad encaminada a la enseñanza del esquí.
En octubre de 1960, con el nombramiento de Jorge Jordana como presidente de la Federación Española de Esquí y la constitución de la nueva junta de Gobierno de esta entidad, comienza la andadura de la Escuela Española de Esquí, a cuyo frente se designa a Jesús Fontana. En noviembre de ese mismo año, la Asamblea de Presidentes de la FEDE aprueba el proyecto de fundación de la escuela y a partir de ese momento su director emprende las gestiones necesarias para Ilevarlo a buen fin.
En los meses de noviembre y diciembre de 1960 se constituye una Junta rectora provisional para organizar la naciente escuela. AI mismo tiempo se establecen contactos con las escuelas de esquí existentes, que sin excepción se manifiestan dispuestas a integrarse en la nueva EEE. La Junta rectora mantiene conversaciones con esquiadores de cierta cualificación que ejercían privadamente la enseñanza deportiva, invitándoles a integrarse en el nuevo centro y obteniendo respuesta favorable.
Pese a la ilusión y el empeño puestos en el proyecto, la iniciativa topó con innumerables dificultades debidas, principalmente, a actitudes personales de disidencia y obstaculización, por desgracia frecuentes en este tipo de casos. Por fortuna, la gran masa de esquiadores, clubes y federaciones ofreció todo su apoyo y colaboración y ello permitió continuar la tarea emprendida.
LA ELECCION DE LA TECNICA A SEGUIR
Uno de los problemas principales que preocuparon desde el primer momento a la Junta rectora fue la elección de la técnica a seguir por todos los profesores y centros de la EEE. En el momento de la fundación, los estilos que se practicaban estaban basados en dos técnicas diferentes:
- La técnica de «proyección circular», seguida y en Francia y parte de Suiza.
- La técnica del «juego de piernas», seguida en Austria, Alemania, Italia, EE.UU., Canadá y El 28 de septiembre de 1961 es aprobado por Japón.
En ambos casos, tanto desde el punto de vista mecánico como pedagógico, las enseñanzas contaban con un firme soporte, una larga experiencia y depurados métodos pedagógicos. La técnica francesa estaba basada en la vieja técnica de Emille Allais, perfeccionada por James Couttet y otros colaboradores. La austriaca era consecuencia de los estudios realizados por el profesor Stefan Kruchenhauser, quien se basó en el análisis de la forma de esquiar observada en niños y jóvenes autodidactos, esto es, en una técnica natural similar a la que en su momento promovió Hannes Schneider y que obtuvo gran éxito tanto en el III Interski de Val d’Isére en 1955 como en los Juegos Olímpicos de Saint Moritz de 1956 gracias a la victoria de Toni Sailer.
Los técnicos de la EEE, tras realizar un detenido estudio comparativo de ambos estilos y técnicas, optaron finalmente por la austriaca. Las principales razones de esta elección se debieron a la observación y el análisis en el campo de la competición y del esquí de travesía, y teniendo en cuenta el punto de vista no sólo mecánico sino también didáctico e incluso el turístico. El tiempo ha. confirmado el acierto de esta elección.
ESTRUCTURACIÓN Y DESARROLLO DE LA ESCUELA ESPAÑOLA DE ESQUI
El 28 de septiembre de 1961 es aprobado por la Asamblea General de la FEDE el Reglamento de la EEE. En el reglamento se reconoce y encomienda a la escuela la misión de la enseñanza de la técnica del esquí en todo el territorio nacional, con carácter exclusivo, así como la facultad de capacitar y nombrar a los profesores de esquí.
La EEE se articula en centros de enseñanza, verdaderos órganos de la actividad, de los cuales no podía existir más de uno en cada estación invernal. El público dispensó una excelente acogida a la recíen fundada EEE y, por otra parte, tanto las federaciones y clubes como colegios y otras entidades comenzaron a organizar cursillos dirigidos por profesores de los diferentes centros.
Hans Breitfuss,José María Domec, Mariano Fanlo, Eduardo Roldán, Pablo Bravo. De este modo, año tras año se continúan creando nuevos centros que se suman a los ya existentes en la La Molina, Candanchú y Navacerrada:
- En 1964 se crean el de Valle de Arán, que más tarde pasarfa a denominarse de Baqueira Beret, y el de Formigal.
- En 1965 se autoriza la creación de los centros de Sierra Nevada y Pajares.
- En 1965 se crean las delegaciones de Llesui, Piqueras y Alto Campoo.
- En 1967 nace el centro de La Molina-Alp.
- En 1968 se crean los de Spot y La Pinilla.
- En 1970 se produce la fusión de la escuela de La Molina y el centro de La Molina-Alp.
Poco a poco fueron creándose nuevos centros como los de Alcalá de la Selva, Cabeza de Manzaneda, Castilla-León, CerIer, Espot, La Pinilla, LaTüca, Llesui, Masella, Pajares, Panticosa, Port Aine, Port del Comte, Rasos de Peguera, Tarna, Trevinca, Valcotos, Valdezcaray, Valdesquí, Valle de Astún, Valle del Roncal, Vallter 2000, Valle del Sol y Boi Tahull.
LA ESCUELA ESPAÑOLA DE ESQUI Y SUS RELACIONES EXTERIORES
Desde el primer momento fue precisa la ayuda de profesores extranjeros como asesores técnicos de la Escuela. AI primer curso de formación de profesores, celebrado en 1961, asistió el diplomado austriaco D. Angelo. Dos observadores de la EEE estuvieron presentes en el VI Congreso Internacional para la Enseñanza del Esquí (Interski) celebrado en Monte Bondene (Italia) en 1962, donde, a propuesta del Comité de Dirección de la propia Asociación, se admitió a España como miembro de la misma. En este mismo Congreso se adoptó el acuerdo de fundar la Asociación Internacional de Profesores de Esquí, a la que también se adscribió la delegación española como miembro fundador y de cuyo Comité de Dirección fue nombrado miembro D. Jesús Fontana. A posteriores cursos asistieron como asesores los profesores austriacos Gustaf Leithner, Elmar Fend y Edi Haueis, este último colaborador del profesor Kruchenhauser. Gracias a este contacto con la Escuela del Estado Austriaco,y especialmente con el profesor Stefan Kruchenhauser (director asimismo del Bumdessporteim de St. Christof), fue posible la asistencia de nuevos diplomados españoles a los cursos de perfeccionamiento organizados por la escuela austriaca. Uno de estos diplomados, Eduardo Roldán, continuó en Austria los cursos oficiales para profesores de esquí y en diciembre de 1968 logró obtener el título de «Diplomado austriaco», verdaderamente excepcional en el caso de extranjeros, por su gran dedicación y excelentes clasificaciones.
Durante estos años la dirección de la Escuela introdujo modificaciones y mejoras en el plan de los cursos de formación, y a principio de 1969 encomendó la tarea técnica a Eduardo Roldán mediante su nombramiento como director técnico.
Para el nuevo curso ya se contó con un cuadro de profesores seleccionados entre los más capacitados, y de este modo quedó fundado el Equipo de Demostradores que inicialmente estaba compuesto por Eduardo Roldán, Hans Breitfuss, Pascual Royo, Angel Pueyo, José Manuel Pantoja, Benito Ubeira y Mariuca García, y que poco a poco iría ampliándose con nuevas incorporaciones en función de las necesidades: Eustaquia Giralt, Diego Munuera, Pepín Masonet, Fernando Pelegay, Juan Estévez, Jaime Mora, Pedro Urieta, José Antonio Abadfa, Toni Puente, Plácido Gil, Eduardo Puente, Amaya Aznar, Mariano Palaun, Juan Ignacio Pérez, Javier Garrido, Isidoro Ruiz, Berenger Pérez.
El contacto internacional se mantuvo vivo. Este equipo asiste regularmente a los cursos internacionales, fundamentalmente los celebrados en Austria, así como a alguno organizado en Francia. La presencia de la Escuelag Española de Esquí en órganos internacionales sigue siendo continua, tanto en Interski como en ISIA (de cuyo Presidium forma parte Luis Mestres); Eduardo Roldán es asimismo miembro del Comité de Intertem (confección de la terminología del esquí en seis idiomas, texto básico para la elaboración de los planes de enseñanza).
España ha sido sede de diferentes congresos tanto del Presidium de Interski como de reuniones de trabajo de Intertem. Pero no hay duda de que la principal comparecencia de España en el ámbito internacional de la enseñanza del esquí se produce a partir del Congreso de Interski de 1975, en Strebske Pleso (Checoslovaquia), donde la demostración «Técnica del esquí en España» marca un hito en la andadura hacia una enseñanza española de esquí.
A este congreso sucederán otros como los de:
- Zao (Japón), en 1979, con el tema. «Rotación contrarrotación.
- Sexto (Italia), en 1983, con el tema «Derrapar o cortar».
- Banff (Canadá), en 1987, con el tema «Forma 1-Forma 2».
- St. Anton (Austria), en 1992, con el tema «Técnica de esquí y medicina».
- Nozawa (Japón), en 1995,
España presenta ya una actividad en enseñanza de esquí con la entidad suficiente y reconocida internacionalmente, a la que se ha Ilegado con la principal ayuda de Austria representada especialmente por el profesor Stefan Kruchenhauser y su sucesor el profesor Hoppichler y su Escuela de Esquí.
* Bibliografía: ESQUÍ (I) de Eduardo Roldán
LA EPOCA ACTUAL
Desde finales del siglo XX a nuestros días, estamos viviendo la revolución del material. La introducción de sistemas amortiguadores de vibraciones en el interior de la estructura de los esquís mejoran el esquí en general, con líneas de cotas y un nuevo diseño de reparto de tensiones en flexión y torsión. El corredor italiano Tomba vuelve a propiciar con su técnica, el acercamiento entre las escuelas nacionales de esquí que se reúnen en Interesquí. Al mismo tiempo, la aparición de botas mucho más duras, las placas “Derbiflex” y otras plataformas y placas elevadas, juegan un papel importante en la toma de cantos. Pero la verdadera revolución es la llegada de los esquís parabólicos, y a partir de aquí, el esquiador además de atleta se convierte en piloto. La trayectoria se vuelve más precisa, el cuerpo capta y emplea la energía. Los esquís apenas giran más que a la salida de los virajes, las curvas tienen “forma de coma”. Todo es precisión y fluidez, lográndose inclinaciones increíbles en las curvas, donde aparecen talentos en la aplicación de esta técnica, siendo los más conocidos, H. Maier, B. Miller o Janika Kostélic o más recientemente Raich o Svindal.
Es el momento en que los ingenieros han triunfado en el diseño del esquí y lo han hecho anticipándose a los esquiadores. Las aplicaciones informáticas de diseño, especialmente ciertas versiones del software Autocad, así como el desarrollo de la física experimental con nuevos materiales, han logrado crear lo que se conoce como “bombas deslizantes”, a la medida de las condiciones de cada esquiador. Las nuevas enseñanzas del esquí están muy relacionas con las del snowboard, teniendo una similitud cada vez mayor. No es raro por ello, que el conocido campeón Bode Miller haya sido practicante de snowboard durante muchos años.
Esquí de travesía
El Esquí de travesía, es una modalidad a medio camino entre el alpinismo y el esquí que no precisa de zonas preparadas ni señaladas y que tiene como objetivo hacer la ascensión y el descenso de un pico, una travesía o una excursión.
Como otras actividades de montaña, se trata de un deporte de riesgo. Hace falta material y equipo específico, así como una preparación física y capacidad técnica que rebasan con mucho el simple dominio de las habilidades de descenso.
Tiene su origen en los Alpes, durante las primeras décadas del siglo XX, en un momento en que mientras que el alpinismo era una actividad de verano plenamente consolidada, durante el invierno y la primavera la alta montaña permanecía cerrada a toda actividad humana.
Actualmente se practica en cualquier parte del mundo. Existen también numerosas competiciones, organizadas por clubes de alpinismo o excursionismo.
Para ello se utiliza un material específico:
Tablás de esquí parecidas a las del esquí alpino aunque más ligeras.
Ataduras que permiten soltar el talón del esquí para poder caminar.
Botas ligeras con suela de goma.
Pieles de foca que se colocan debajo de cada esquí para poder ascender pendientes.
Cuchillas en caso de tener que caminar sobre nieve dura.
Además de los utensilios típicos del alpinismo como los crampones, piolet, vestimenta técnica, etc.
Esquí de fondo
El esquí de fondo, esquí nórdico o esquí a campo traviesa (en inglés cross-country) comenzó a utilizarse como medio de desplazamiento en los países nórdicos cuyo suelo está cubierto de nieve la mayor parte del año. Anteriormente, sólo se conocía el uso de las raquetas que, incrementando la superficie de apoyo, superaban el mayor obstáculo para caminar sobre la nieve como es el hecho de “hundirse” en ella, a veces tan profundamente que nos impide avanzar. Manteniendo el principio de incrementar de la superficie de apoyo, los esquies consiguen además aprovechar favorablemente las características de deslizamiento de las superficies heladas, dotándose para ello de una “suela” absolutamente lisa e impermeable. Su forma alargada facilita la bipedestación y el uso de bastones permite impulsar el avance mediante un elemento no deslizante.
no puedo dejar de pensar...........es una obsesion.
Editado 1 vez/veces. Última edición el 28/04/2012 12:18 por Fuli.