Llevaba mucho tiempo queriendo probar el esquí de travesía, varios años viendo a esa gente subir con sus esquís sin usar los remontes. Lo cierto es que me daba envidia, y como me gusta tanto o más la montaña que el esquí, sabía que me iba a gustar. Después de un par de salidas por la Sierra de Guadarrama con raquetas y esquís a la espalda,
Travesiamadrid me lía (fácilmente, todo sea dicho) para iniciarme y miramos el parte meteorológico para todas las cordilleras. La que mejor parada salía era Sierra Nevada, un buen lugar donde estrenarme.
Sábado 21 de abril de 2012. Puntal Juntillas (3140 m.) y barranco del Alhorí
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Llegamos el viernes por la noche al refugio del Postero Alto, situado a 1900 metros y accesible en turismo siempre que la pista se encuentre en buenas condiciones. El sábado salimos del refugio a las 9 de la mañana tras un desayuno abundante. El problema es que la nieve está un poco más arriba de lo previsto y toca portear durante 45 minutos.
A pesar de ser más bien cara Norte, la zona no ha pillado mucha demasiada nieve. El manto empieza a ser continuo a los 2200 metros, momento en el que podemos calzarnos los esquís y empezar a foquear siguiendo la Loma de Enmedio. Atrás va quedando el refugio de donde hemos partido.
La sensación al principio es bastante rara. No acababa de hacerme a eso de poder levantar los talones, pero poco a poco te vas haciendo con ello. Subimos a buen ritmo y vamos viendo que la nieve no sobra precisamente.
Se avanza bien porque la nieve está bastante venteada. Ya estamos en la Piedra de los Ladrones (2944 m.) y tenemos delante el Cerro Pelado (3182 m.). Primer contratiempo. Me noto cierta molestia en un talón, parece de una ampolla que se está formando. Efectivamente mis botas no son de travesía y aparte no debí ajustármelas bien. La ampolla ya está formada y no queda otra que taparla con cinta americana para que no vaya a más.
Entran nubes por todas partes pero de momento luce el sol.
Qué arte tengo!
Entre tanto llegamos a la cima del pico Puntal Juntillas (3140 m.), desde donde hay una imponente vista del Mulhacén y el Alcazaba. Se ve claramente que al otro lado de la sierra ha nevado bastante más.
Quitamos pieles y preparamos la bajada, que será por el barranco del Alhorí.
Y esto es lo que tenemos por delante...
La primera parte tenía una nieve genial, pero poco más abajo la nube que veíamos estaba metida en el barranco. La nieve ya no tenía nada que ver por la humedad del ambiente.
Pero no nos hemos hecho 1200 metros de desnivel para quejarnos, que el barranco da mucho juego.
Si algo me gustó de mi primera experiencia travesera fue la sensación de estar en la montaña pura y dura, poder esquiar con cabras montesas al lado y esas cosas.
TravesiaMadrid aprovechando las zonas de mayor acumulación.
Parece que la niebla se disipa y vamos a poder disfrutar de la última parte con visibilidad.
La nieve está bastante pesada, pero teniendo en cuenta que estamos a finales de abril es casi un regalo. Aparece algún paso estrecho que unido a la calidad de la nieve le da un toque técnico a la bajada.
El barranco se encajona bastante hacia los 2400 metros. Decidimos salir por un lateral remontando varios metros para continuar por alguna zona transitable.
Desde arriba vemos que la decisión tomada ha sido buena. Con más nieve parece bajable, pero no en estas condiciones.
Parece que estaba todo el pescado vendido pero no! De repente aparece un tubito perfecto para 'ratonear'
Últimos giros antes de tener que volver a cargar los esquís en la mochila.
Esto se acaba...
Un vistazo atrás para ver el barranco descendido.
Al final conseguimos bajar hasta los 2200 metros, o lo que es lo mismo, un descenso de 900 metros de desnivel. Muy exprimido el barranco del Alhorí.
Domingo 22 de abril de 2012. Posiciones del Veleta (3100 m.) y valle de San Juan
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Viendo la cantidad de nieve que había al otro lado de la sierra no tardamos en darnos cuenta de que el siguiente día no merecía la pena quedarse en la zona del Postero Alto. Desayunamos pronto y nos fuimos a la estación de Sierra Nevada. Un viaje en coche de 1 hora y media pero que a posteriori iba a estar más que justificado.
Nada más llegar a la cota de 2500 m. la cosa pinta muy bien. Salimos foqueando desde el coche. Mi ampola está bien protegida pero me duele bastante.
Como bien decía TravesiaMadrid, "no había visto nuca una estación cerrada con tanta nieve". Menuda KDD nos hubiéramos pegado, en fin.
Subimos junto a la carretera de acceso al Veleta, la cual hay que cruzar varias veces. Hay una capa de nieve dura que facilita la labor de progresar con las pieles.
Y a la izquierda aparece el valle de San Juan, por donde bajaremos...vaya pinta!!
En poco más de una hora nos plantamos en las posiciones del Veleta, a 3100 metros. Hoy vemos el Mulhacén y el Alcazaba desde la vertiente opuesta.
Esta es la bajada que tenemos por delante.
El Veleta y su famoso canuto.
Al principio la nieve un poco dura, pero había ninguna cara de sufrimiento.
La palabra amplitud se queda pequeña...
...muy pequeña
De ahí arriba venimos.
La nieve a unos 2600 metros ya estaba perfecta. La famosa cremita de primavera.
Según bajamos vamos jugando con las orientaciones de las laderas. Al principio buscando las caras sur y más tarde las nortes
El valle de San Juan combina amplias laderas y entretenidos tubos, todo con una pendiente suave. Para todos los gustos.
Aquí estaba el petróleo que buscábamos.
Encarando la última parte de la bajada.
Pasamos junto a algunos esquiadores que vienen remontando desde el fondo del valle. Nos dicen que se puede bajar mucho más.
Algunos tubos muy entretenidos.
Cada vez menos nieve, pero cunde mucho la bajada.
Vamos evitando el río que se encuentra a la izquierda según bajamos. Cuando parece que se ha terminado encontramos una lengua por donde prolongar el descenso.
Ahora sí que se acaba, pero hemos conseguido bajar hasta los 2080 metros.
Toca remontar hasta los 2750 metros para poder acceder al aparcamiento donde hemos dejado el coche. Una paliza para nuestras maltrechas piernas que ya llevan lo suyo encima.
Dos horas y media después, tan solo queda descender por la pista del Águila hasta el aparcamiento.
En total otros 1300 metros de desnivel positivo y una ampolla enorme en mi talón, pero con una bajada épica de más de 1000 metros de desnivel y una sonrisa que todavía me dura.
Gracias a mi compi de travesía, todo un crack y mejor guía.
