No os procupeis, demasiado bien estoy como para quejarme.
Dicen que tenga cuidado con la SS, la seguridad social. Siempre lo he tenido, no se puede uno sentir seguro en esta sociedad llena de depredadores sin evolucionar, a pesar de todo, los médicos que me han atendido de la SS están perfectamente preparados.
Ayer fue un desastre, me exploto la rueda de la bici en un bache y quedaba mucho camino por recorrer. Cuando llegué a repostar en la bodega espacial de Cetursa, usando la rueda operativa de la bici como muleta me encuentro a Caperucita Roja repartiendo besos y abrazos a todos los que llegaban.
Claro esta situación social me supera, así que a pesar de no estar preparado para este paripé del homosocialista se disparan en el cerebro las redes de lo que se llama adaptación compensatoria.
El cerebro sintetiza en la simplificación las posibles actuaciones según las necesidades.
Todo se reduce a una orden simple. Comer y callar, como la probabilidad más adecuada. Y eso es lo que hice. El problema es que lo hice en exceso y claro la tarde se echa a perder en el sofá.
Por borreguiles había corredores y más corredores, y también apareció un toro en la nevera.
Pero dado mi estado de inutilidad, di la orden de ataque al comandante de las fuerzas especiales que me acompañaba, Sargento Brutus Cansinus. Su misión, despejar la pista, y así hizo con un par de quiebros utilizando la modalidad en el Freestyle llamada filc flac.
Siempre lo hace!!! por eso la queremos tanto
te echan de menos. Un abrazo
