Somos muchos y me incluyo, los guarros que andamos por la sierra, luego no me extraña que el propietario de la finca no quiera que pasemos, se lo dejamos todo lleno de bolsas, papeles, latas, etc.
Yo viví precisamente en esa explanada una acción similar de un GUARRO con mayúsculas, y precisamente era montañero o supuestamente montañero, que después de hacer su épica ascensión a esta gran montaña, se sentó tranquilamente a tomarse sus latas de cerveza, y cuando terminó, miró disimuladamente para que nadie lo viera, y se hizo su agujerito en el suelo para enterrar las latas vacías.
Nunca entenderé cómo es posible que llevemos latas, bolsas, bocadillos, etc, que pesan y van llenas, y coño!!!!, luego no somos capaces de llevarlas vacías en la mochila o coche para tirarlas a la basura, que por cierto, unos metros más abajo hay contenedores del restaurante de los collados.
Increíble.